Camiño Portugués por la Costa. Etapa 1: Oporto (Catedral) ~ Vila do Conde (Azurara).

Primera etapa del camino portugués por la costa, un recorrido fácil e intuitivo que comenzamos en la Sé o catedral de Porto.
Construida en la parte más alta de la ciudad es el edificio religioso más importante de Oporto. Está situada en el barrio de Batalha, junto a las murallas que tiempo atrás protegieron la ciudad. El exterior del edificio tiene un aspecto de fortaleza con almenas. Data de los siglos XII y XIII, por lo que alberga elementos de estilo románico y gótico, si bien con importantes añadidos barrocos. La visita a la catedral es gratuita (excepto el claustro) y aquí sellan o entregan la credencial a quien lo desee.
Para iniciar el recorrido no hay más que bajar hasta el río, sin hacer caso de las flechas que han colocado por el casco antiguo, pues estas llevan por el trazado histórico que no va por la costa.
Una vez en la ribera del Duero es imposible perderse, seguimos un recorrido muy ameno por todo el margen del río Douro en dirección hacia su desembocadura, a Foz do Douro. Pasaremos junto a la iglesia de São Francisco, después ante la antigua aduana o Alfândega, el museo del Vino de Porto y también bajo el inmenso arco del puente da Arrábida.
En Foz do Douro superamos el faro de São Miguel, los jardines do Passeio Alegre y llegamos al fuerte de São João Baptista, donde desemboca el Duero y aparece frente a nosotros el océano Atlántico.
Comienza aquí un largo tramo por la fachada marítima del barrio de Nevogilde, la Copacabana de Porto, pasando ante las concurridas playas de Ourigo, Ingleses, da Luz, Molhe… Al final llegamos al fuerte de São Francisco Xavier, más conocido como Castelo do Queijo, donde comienza la extensa playa de Matosinhos, muy frecuentada por surfistas. A partir de aquí es probable que encontremos alguna flecha amarilla, pero como comenté, no hay que agobiarse buscándolas pues el recorrido es intuitivo.
Superamos una rotonda de forma elíptica con una curiosa escultura colgante que simboliza una red de pesca y que es conocida como la Anémona; al final de la playa tenemos otra escultura, ésta figurativa, titulada Tragédia do Mar.
Cruzamos el Ponte Móvel (puente levadizo) sobre el puerto de Leixões que, aunque no lo parezca, es también la desembocadura del río Leça. En la rampa o escaleras que suben al puente –y también al cruzarlo– encontraremos flechas pintadas. Tras cruzar el puente entramos en Leça da Palmeira, un barrio perteneciente al municipio de Matosinhos. Al final del puente giramos a la izquierda por la Rua Hintze Ribeiro y la seguimos hasta el final.
Pronto llegamos al Farol da Boa Nova o de Leça. Construido en 1926, y que con sus 46 metros es el segundo faro más alto de Portugal.
Poco más adelante comienzan varios tramos por pasarelas de madera que van sobre las dunas de las playas y superamos las instalaciones y chimeneas de la refinería de petróleo de Matosinhos, cuya presencia resulta chocante frente a un litoral tan bonito.
Alcanzamos el Obelisco da Memória, un monumento que recuerda el lugar donde en 1832 desembarcaron las tropas del ejército liberal para poner fin al régimen absolutista de Miguel I de Bragança. Seguimos nuestro recorrido por las playas de Quebrada, Agudela y Pedras do Corgo, para llegar a la localidad de Praia de Angeiras.
Seguimos hasta el final del paseo marítimo y una nueva pasarela nos conduce hasta un puente de madera sobre la desembocadura del río Onda. Aquí dejamos la freguesía o parroquia de Lavra (perteneciente al municipio de Matosinhos) y entramos en la freguesía de Labruge (perteneciente al municipio de Vila do Conde).
El camino sigue por pasarelas de madera entre playas, montículos rocosos y zonas de dunas. Una de las primeras playas es la de Sampaio, donde se descubrió un castro de la Edad del Hierro. Enseguida divisamos las casas de pescadores de Vila Chã, originales y multicolores.
Llegamos a la playa de Mindelo, donde las pasarelas nos conducen por detrás de las dunas y seguimos de frente, bordeando la Reserva Ornitológica de Mindelo.
Tras los bloques de apartamentos de la playa de Árvore, con la vista de Vila do Conde al fondo, volvemos a las pasarelas. Seguimos por la playa en paralelo a la valla del camping de Árvore y justo al final del camping nos dirigimos hacia el interior.
Pronto alcanzamos la Capela de San Bento, en Azurara, donde ponemos fin a esta primera etapa por tierras portuguesas.

Fueron muchos kilómetros, pero la ruta no tiene ninguna dificultad técnica. Mucho paseo, pasarela y terreno duro, pero por ser la primera se lleva bien.

Info: guía Gronze.