Port de Valldemossa por el camí Vell.
near Valldemossa, Baleares (España)
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Trail photos
Itinerary description
El inicio de la ruta se puede realizar desde Valldemossa, desde la gasolinera de la localidad o como nosotros dejando el vehículo en el km 70'3 de la Ma-10, aparcamiento que se suele llenar los fines de semana. Existe un tramo peatonal al otro lado de la carretera separado de la circulación de vehículos por el que andamos unos metros, hasta llegar frente a la entrada del Camí de s'Abocador con un cartel en lo alto que recuerda que hay que cerrar siempre las barreras.
Con el torrent de Sa Noguera por su derecha avanzamos hasta ir a parar al primer portillo que indica "Camí de s'Escolta". Todo éste recorrido entre rocas, olivos, antiguas construcciones y varios miradores hasta desembocar junto al restaurante Can Costa sencillamente es fantástico; creo que es uno de los caminos más visitados por grupos familiares por su nula dificultad y preciosas vistas, aunque hoy no tocaba visitarlo. El Camí de s’Escolta era llamado así por la función de vigilancia que desde él se ejercía para observar la presencia de barcos enemigos, como piratas o turcos.
Lo dejamos por la derecha y comenzamos la bajada a Es Portalet (Barrera des Forat), un muro defensivo de unos 30m de largo y cuya principal función era la de retardar la marcha de los invasores dando tiempo a los aldeanos para estar preparados. El Camí vell de Sa Marina de Valldemossa era la única vía de comunicación antes de que se construyera la carretera Ma-1131.
Según pisamos el asfalto lo abandonamos al otro lado por un camino bien visible que conserva parte de su empedrado, hasta que llegamos de nuevo a la carretera a la altura del km 2, caminando por ella unos 300m. En la siguiente curva hay vistas sobre Sa Punta des Cavall y el Puig de Les Planes, en Banyalbufar, y más cerca el Puig de Sa Moneda con su minarete.
Salimos de la carretera en busca del tramo más difícil de toda la ruta, porque ha desaparecido, por el desnivel y por dos canchales o rossegueras que lo complican bastante. La primera de ella es bastante resbaladiza y se cruza perpendicularmente; la segunda es menos arriesgada y se cruza de igual forma pero tras pasarla hay que comenzar a bajar por su derecha. Al regreso la subimos por el lado contrario y es mucho más complicada. Sólo encontramos dos hitos y hay que estar pendientes de encontrar los restos del antiguo camino como algunas paredes de contención y un portillo en mitad de una pared.
Un trocito de asfalto y otro último desvío por tierra para llegar a la entrada del Camí de s'Estaca, donde ya no abandonamos el sendero de tierra hasta llegar a Sa Marina o Port de Valldemossa, un precioso, tranquilo y nada masificado rincón de esta isla.
Ya en el puerto, si miramos para arriba y seguimos con la mirada la línea eléctrica, descubriremos lo que nos queda de subida, coincidiendo la última torreta eléctrica con Es Portalet. El morro de Na Foradada asoma por la derecha del mar.
No hay que pensar que es una excursión fácil, se asciende de 0 a 350m de altitud en pocos kilómetros. El primer canchal parece producto de la construcción de la carretera y puede resultar resbaladizo si no se buscan las piedras adecuadas para pasarlo. La parte del camino viejo por éste lugar es algo complicado de encontrar y hay que guiarse mucho por el track y los pocos restos que de él quedan. Para evitar éste tramo existe la opción de ir por la carretera, pero ello supone hacer dos kilómetros más entre la ida y la vuelta. Al regreso por el Camí de s'Escolta vi un curioso coll de tords construido en piedra, con un asiento de piedra y dos tubos para meter la red de caza.
Compañera de ruta, Magdalena.
Con el torrent de Sa Noguera por su derecha avanzamos hasta ir a parar al primer portillo que indica "Camí de s'Escolta". Todo éste recorrido entre rocas, olivos, antiguas construcciones y varios miradores hasta desembocar junto al restaurante Can Costa sencillamente es fantástico; creo que es uno de los caminos más visitados por grupos familiares por su nula dificultad y preciosas vistas, aunque hoy no tocaba visitarlo. El Camí de s’Escolta era llamado así por la función de vigilancia que desde él se ejercía para observar la presencia de barcos enemigos, como piratas o turcos.
Lo dejamos por la derecha y comenzamos la bajada a Es Portalet (Barrera des Forat), un muro defensivo de unos 30m de largo y cuya principal función era la de retardar la marcha de los invasores dando tiempo a los aldeanos para estar preparados. El Camí vell de Sa Marina de Valldemossa era la única vía de comunicación antes de que se construyera la carretera Ma-1131.
Según pisamos el asfalto lo abandonamos al otro lado por un camino bien visible que conserva parte de su empedrado, hasta que llegamos de nuevo a la carretera a la altura del km 2, caminando por ella unos 300m. En la siguiente curva hay vistas sobre Sa Punta des Cavall y el Puig de Les Planes, en Banyalbufar, y más cerca el Puig de Sa Moneda con su minarete.
Salimos de la carretera en busca del tramo más difícil de toda la ruta, porque ha desaparecido, por el desnivel y por dos canchales o rossegueras que lo complican bastante. La primera de ella es bastante resbaladiza y se cruza perpendicularmente; la segunda es menos arriesgada y se cruza de igual forma pero tras pasarla hay que comenzar a bajar por su derecha. Al regreso la subimos por el lado contrario y es mucho más complicada. Sólo encontramos dos hitos y hay que estar pendientes de encontrar los restos del antiguo camino como algunas paredes de contención y un portillo en mitad de una pared.
Un trocito de asfalto y otro último desvío por tierra para llegar a la entrada del Camí de s'Estaca, donde ya no abandonamos el sendero de tierra hasta llegar a Sa Marina o Port de Valldemossa, un precioso, tranquilo y nada masificado rincón de esta isla.
Ya en el puerto, si miramos para arriba y seguimos con la mirada la línea eléctrica, descubriremos lo que nos queda de subida, coincidiendo la última torreta eléctrica con Es Portalet. El morro de Na Foradada asoma por la derecha del mar.
No hay que pensar que es una excursión fácil, se asciende de 0 a 350m de altitud en pocos kilómetros. El primer canchal parece producto de la construcción de la carretera y puede resultar resbaladizo si no se buscan las piedras adecuadas para pasarlo. La parte del camino viejo por éste lugar es algo complicado de encontrar y hay que guiarse mucho por el track y los pocos restos que de él quedan. Para evitar éste tramo existe la opción de ir por la carretera, pero ello supone hacer dos kilómetros más entre la ida y la vuelta. Al regreso por el Camí de s'Escolta vi un curioso coll de tords construido en piedra, con un asiento de piedra y dos tubos para meter la red de caza.
Compañera de ruta, Magdalena.
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