Por la banca del ferrocarril, entre La Quebrada Sinifaná y Bolombolo (S546)

Dice el historiador Luis Fernando Molina Londoño en relación con la construcción del Ferrocarril de Amagá: "Las gestiones para obtener la concesión ferroviaria ante los gobiernos nacional y departamental fueron reanudadas en 1906 por Manuel J. Soto, Eduardo Zuleta, Enrique Echavarría, Alejandro Angel y Camilo C. Restrepo, todos ellos individuos con amplios intereses políticos y económicos como terratenientes, industriales, banqueros y comerciantes deseosos de invertir en una sociedad anónima dedicada a la construcción y explotación del ferrocarril entre Medellín y el río Cauca, que además de lucrativa para ellos y los demás socios capitalistas, abaratara los fletes de la numerosa carga que se generaba en las regiones del suroeste antioqueño y del oriente chocoano, muy ricas en carbón, caña, oro, ganado, tabaco, caucho, quina y tagua y, en ese entonces, una de las zonas cafeteras más ricas del país y potencialmente la más importante". Finalmente en el año 1907 se creó la Compañía del Ferrocarril de Amagá y ésta colocó el primer riel el 8 de febrero de 1911 con la presencia del presidente de Colombia, el antioqueño Carlos E. Restrepo, siendo el superintendente de la compañía el ingeniero Camilo C. Restrepo. En el año 1923, cuando los rieles llegaban a la estación Camilo C. Restrepo en el kilómetro 58, la empresa fue adquirida por el Departamento de Antioquia y éste se la entregó al Ferrocarril de Antioquia para su administración, con el nombre de Sección de Amagá. Bajo esta administración el ferrocarril llegó a la estación Bolombolo el 26 de julio de 1928, fecha en la cual fue inaugurada dicha estación. El 16 de diciembre de 1970, cuando el ferrocarril ya llevaba varios años funcionando en conexión con el ferrocarril del Pacífico, como parte de los Ferrocarriles Nacionales de Colombia, lo cual le permitía llevar carga hasta Buenaventura, se presentó un derrumbe de grandes proporciones en el sitio denominado Chirapotó, que taponó por varias horas el río Cauca y que además de las personas y vehículos que arrastró, dañó considerablemente la línea del ferrocarril y fue una de las causas que llevó a su decadencia y desaparición. Me informaron en Bolombolo que en el año 1974 salió pitando para Medellín la última locomotora, a la cual le colocaron banderas de Colombia para significar que era un viaje sin regreso. El fin de la caminada de hoy era conocer el recorrido del Ferrocarril de Antioquia en su Sección Amagá, en el tramo entre el puente que la actual carretera a Bolombolo tiene sobre la quebrada Sinifaná y la estación Bolombolo. Para esto nos transportamos en uno de los buses que desde la Terminal del Sur de la ciudad de Medellín viajan a los municipios del suroeste antioqueño, en este caso se trató de un bus para el municipio de Jericó. Nos bajamos antes del puente sobre la quebrada Sinifaná (611 msnm), en donde arranca a la derecha la carretera sin asfaltar que va para el corregimiento Otramina, del municipio de Titiribí. En el lugar se observa mucha actividad debido a la construcción de la carretera de doble calzada que unirá a la ciudad de Medellín con la población de La Pintada y desde el sitio en donde nos bajamos, se observan las dos pilas del puente nuevo, con los cabezales ya construidos. Comenzamos caminando por la carretera asfaltada en dirección a Bolombolo y a los 980 metros de recorrido encontramos el puente que los constructores de esta carretera hicieron para que la misma pasara por encima de la línea del ferrocarril. En este sitio descendimos a la banca de la carrillera y continuamos por esta. En este tramo aún se observan los terraplenes construidos para definir la banca. Más adelante, a los 1.7 km de recorido, tuvimos que desviarnos a la derecha y caminar por un potrero, para retomar nuevamente la banca unos 200 metros más adelante. Continuamos por ella y a los 2.1 km encontramos una carretera industrial que fue construida sobre la linea del ferrocarril. Esta carretera es utilizada por varias empresas procesadoras de material de playa que extraen del cauce de la quebrada Sinifaná. Al completar 3.5 km de recorrido aparece nuevamente la banca del ferrocaril y a los 4 km nos encontramos con el señor Jhon Jairo Montoya, quien vive en una de las casas del sitio denominado Bocas de la Sinifaná. El señor Jhon Jairo es conocedor de muchos temas del desaparecido ferrocarril. Continuamos por la banca y después de pasar dos portones, a los 5.6 km de recorrido encontramos a mano derecha una torre hecha con perfiles de acero remachados, que según nos había informado el señor Montoya, fue el apoyo derecho del cable de la "balsa cautiva" que existió en el lugar, en la Estación Tulio Ospina y que servía para pasar pasajeros y carga a la margen izquierda del río Cauca, pues allí empezaba un tren de menores especificaciones que hacía un recorrido de unos 40 km, en dirección aguas abajo, hasta llegar a la quebrada Niverengo, cerca a la población de Anzá. A este ferrocarril lo denominaban el Tren de la Troncal y nos informaron que funcionó hasta el año 1951. Lo llamaban así, porque el 28 de noviembre del año 1925, el gobierno de Antioquia decretó la construcción de un ferrocarril que se denominaba Ferrocarril Troncal de Occidente, que inicialmente iba entre Bolombolo y Cañafístula y pretendía llegar en el futuro a Urabá. A pocos metros de la torre de acero y después de pasar otro portón, al completar 5.8 km de recorrido desde la salida encontramos la Estación Tulio Ospina, que se compone de una casa de habitación y una bodega adyacente a la misma. Continuamos el recorrido por lo que actualmente son unos potreros con ganado y a los 8.1 km cruzamos una pequeña quebrada y nos adentramos en predios de los barrios La María y El Matadero del municipio de Bolombolo. Al completar 8.9 km llegamos al edificio de la estación Bolombolo (552 msnm), en donde actualmente funciona la Casa de la Cultura León de Greiff. Le dieron ese nombre en recuerdo del poeta De Greiff, quien por el año 1926 estuvo trabajando con el Ferrocarril de Antioquia en Bolombolo. Esta caminada la hicimos Adriana Montoya y Serafín Rueda y tiene una pendiente muy suave, inferior al 1%.