Por el Embalse de San Juan

Visitamos la zona norte del Pantano de San Juan. Comenzamos la andadura en la misma playa de la Virgen de la Nueva. Descendemos hasta la arena y vamos bordeando la orilla. El pantano se encuentra bastante bajo por lo que en algún momento vamos andando por zonas que estarán anegadas en mejores tiempos. 

Enseguida, comenzamos a ascender. El objetivo es subir a nuestro primer cerro, el Almodón. Debemos realizar unas fáciles trepadas por las rocas para llegar el mismo. Desde arriba, divisamos una gran parte del embalse. Avanzamos un poco más para dirigirnos a las rocas que están al borde del abismo (parece un Púlpito en miniatura. Abajo, podemos ver el agua y justo enfrente divisamos las moles de La Cabreruela y La Cabrera Alta. 

Retrocedemos sobre nuestros pasos y descendemos. Debemos extremar la precaución. Mucha atención en el caso de que el terreno esté húmedo. Tomamos un camino que nos va a llevar hasta la Ermita de la Virgen de la Nueva. No se trata de la ermita original, que fue anegada con la construcción del embalse. 

Más allá de la ermita tomamos un camino que va bordeando las casas. El camino nos lleva hasta la M957. No la cruzamos ya que el sendero toma dirección este, descendiendo un poco. De repente, la senda toma dirección sur e iniciamos un largo ascenso que nos va a llevar al segundo cerro del día: El de Valdeosa. Una puntualización: no encontramos en un primer momento la senda para subir al cerro, lo que nos hizo dar un pequeño rodeo. A la bajada no perdimos la senda, por lo que recomendamos subir por donde nosotros descendemos. Arriba, en el cerro, paramos para tomar un poco de agua ya que el calor empieza a hacer acto de presencia. Desde lo alto, también disfrutamos de unas hermosas vistas. 

Descendemos y nos dirigimos ahora al oeste. Nos encontramos de nuevo con la carretera y esta vez sí que la atravesamos. Durante unos minutos vamos a pleno sol, pero un poco más adelante nos adentramos en el pinar. Hay un gran número de sendas. Tomamos dirección norte para ascender al Cerrillo del Tío Gitano. Apenas trescientos metros más allá se encuentra el Cerro Trasierra. Se trata del punto más alto de la ruta de hoy. Es un doble pico. En una parte hay una especie de refugio en ruinas y en la otra parte se encuentra el vértice geodésico. Subimos hasta éste, trepando por las rocas. Muchísimo cuidado, sobre todo al bajar y más si las rocas están mojadas. En la cima, nos hacemos las fotos de rigor. 

Iniciamos el regreso por un sendero en dirección norte. Atravesamos una carretera y seguimos por la senda. Más adelante, dejamos la senda para tomar un sendero a la izquierda. Este sendero desemboca en una pista. Salimos a la misma, andamos por ella unos pocos metros y tomamos otra pista que está a la izquierda. Esta pista nos lleva a una valla. Debemos ir paralelos a la misma, por un pequeño sendero. Nos encontramos con que el sendero está atravesado en varias de sus partes por ramas que han atravesado en el mismo. También hay rústicos carteles indicando que es una propiedad privada. Aquí debo aclarar que, en ningún momento nos adentramos en la finca, siempre vamos bordeando la valla. Parece ser, aunque no puedo asegurarlo al cien por cien, que han sido los propios dueños de la finca los que han intentado cerrar los caminos. En fin, aquello de poner puertas al campo. 

Seguimos hacia adelante. Al cabo de unos minutos nos encontramos de nuevo con el embalse. Ya solo nos queda ir por el borde del mismo hasta llegar al punto de inicio. 

Se trata de una ruta sencilla para ir haciendo boca. Mucho ojo en época calurosa. 

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Época recomendada: primavera, otoño e invierno.