Polvoredo - Peñas Prieta + Negra + Mora - subiendo por el valle Muñenes y bajando por el de Carcedo

Dejamos el coche en Polvoredo, donde no hay problema para aparcar.
Atravesamos el pueblo y salimos por una pista que transcurre al lado del río Muñenes hasta llegar a un refugio que se encuentra en el km 5,4. Allí giramos en 90 grados a nuestra izquierda para transitar por una senda que nos llevará hasta la laguna de Muñenes. Regresamos al refugio y subimos a la collada La Redre que se encuentra a los pies de Peña Prieta. Subimos casi en línea recta hasta Peña Prieta por terreno sin sendero, pisando vegetación baja (a la altura de los tobillos) que nos permite subir sin problemas a pesar de ser terreno pindio.
Desde la cumbre se ve perfectamente la senda que luego hemos de transitar para subir a Peña Negra.
De la cima de Peña Prieta sale una senda clara que tomamos para bajar un trecho y después giramos a nuestra izquierda por zona de monte bajo cómoda de pisar hasta llegar a la collada que une las bases de Peña Prieta y de Peña Negra (por cierto, el IGN denomina erróneamente Peña Negra a Peña Prieta; y la verdadera Peña Negra la llama indebidamente Cerro del Porro).
Desde esa collada subimos por marcado y bien pisado sendero hasta la cima de Peña Negra, que continua después hasta llevarnos a la Collada de Valdemagán.
Es ascenso a Peña Mora lo hacemos desde esta última collada hasta la cota 1.876 pisando siempre hierba, después transitaremos por senda hasta coronar la cima de Peña Mora.
La bajada hasta la collada de Valdemagán la hacemos pisando sendas de animales.
De la Collada de Valdemagán bajamos a la vera del rio Carcedo hasta que llegamos a otro refugio y allí enlazamos con el Camino de Arcenorio que nos llevará por cómoda pista que va a la vera del río Carcedo durante unos 6 km hasta llegar a Polvoredo.
Nos sorprendió que el valle de Carcedo se encontraba repleto de vegetación florida, mientras que el valle de Muñenes tenía mucha menos vegetación en flor.
Los prados, los bosques, y las plantas floridas tenían unos colores preciosos.