PIPAONA-LA ESTANQUILLA-RUINA DE ERMITA DE SAN BARTOLOMÉ-OCÓN-BARRANCO SANTA LUCIA-COGOTE ALTO-CABIMONTEROS-LAS RUEDAS DE OCÓN

En la plaza de Pipaona junto a la iglesia empezamos una ruta por la sierra de la Hez y el valle de Ocón.
Al salir de la localidad fuimos por un camino hacia el oeste y al llegar al barranco de la Garena cogimos un camino que sube a la ermita de la virgen de la Estanquilla, donde se encuentra un área recreativa y una fuente con abrevadero. (Antes podemos desviarnos para ver un molino de viento y después volver de nuevo a la ruta).
Continuando por el camino paralelo al barranco de La Villa llegamos a las ruinas de la ermita de Todos Los Santos, que se encuentra al lado de una antigua fuente y un merendero.
Al poco llegamos pasando entre huertos con verduras, a la localidad de Ocón con las ruinas del castillo encima de un cerro y las ruinas de la ermita de San Juan a la salida hacia el barranco de Santa lucía, por el que subimos hacia la sierra de la Hez.
En la subida por este barranco pasamos por dos merenderos con fuente y un abrevadero, antes de llegar a las ruinas de una antigua nevera que se encuentra a unos veinte metros del sendero, casi al terminar de subir el barranco.
Al llegar al cordal subimos pisando la última nevada de la tarde anterior al Cogate Alto de 1336 metros de altura y continuando por la cresta llegamos a un collado, donde dejamos el camino para subir por un pinar a Cabimonteros de 1389 metros.
Continuamos por la pista que va por la cresta de la sierra hacia el refugio y al poco la dejamos para entrar en el hayedo nevado, por donde empezamos a bajar por el cordal que va entre el barranco de Aldealobos o san Julian y el río Molina.
Al terminar el bosque de hayas entramos en uno de robles antes de llegar al camino por el que fuimos a Las Ruedas de Ocón.
Al salir de las Ruedas de Ocón cogimos un camino entre carrascas, que en la parte derecha se encuentran cercadas y es donde crían cerdos al aire libre comiendo raíces y plantas por el bosque.
Al llegar a Pipaona cruzamos el barranco por una pasarela peatonal, para entrar en el bonito parque de la Alameda, que tiene asadores con mesas.
En Pipaona vimos un Pozo histórico y varias casas con colores llamativos, adornadas con numerosas plantas y flores que embellecían sus calles.