Pinar de Lillo

Punto de partida: Kilómetro 5,5 de la LE-333 justo a la altura del puente de los Hitos.
Espacio protegido: Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre. Además es "Zona de Reserva" por lo que su acceso se encuentra restringido.
Época recomendada: El periodo autorizable para visitar el pinar es desde el 1 de agosto hasta el 28 de febrero. Para ello necesitaremos la autorización que conseguiremos enviando un correo a "parqueregional.rianoymampodre@jcyl.es".
Elementos de interés: El propio pinar en especial la zona de la "Vega Bajera".
Tipo de camino: Pista forestal que seguiremos sin ningún tipo de problemas. Hay que ceñirnos al itinerario pues es la única ruta posible autorizada.
Servicios: Los servicios más cercanos se encuentran en Cofiñal o en Puebla de Lillo donde podremos visitar las dos Casas del Parque Regional.

Descripción del itinerario.

El pinar de Lillo situado en la sierra de Mampodre, es el último reducto de pino silvestre que cubría la cordillera Cantábrica miles de años atrás. Tras la última glaciación, la zona fue colonizada por otras especies, como el haya y el roble, quedando sólo algunas manchas de pinar, como este o el de Velilla del río Carrión (https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/senda-del-pinar-natural-de-velilla-colonia-sierra-del-brezo-34434526).

La única ruta autorizada para la visita del pinar de Lillo parte de la carretera LE-333 que comunica Cofiñal con el puerto de las Señales (figuras 1 y 2). A la altura del puente de los Hitos que salva un recién nacido río Porma, pasaremos la barrera que cierra el paso de vehículos al bosque. Recorreremos una pista de sustrato arenoso que remonta el valle a la par del arroyo del Pinar (figuras 3, 4 y 5).

Este camino terminará en un cruce de caminos, donde la ruta gira hacia la izquierda para acceder al paraje de vega Bajera, dejando el camino de la derecha para la vuelta (figuras 6, 7, 8 y 9). En la vega Bajera encontraremos el sector más bello del pinar, con árboles muy viejos que crecen altos y recios en busca de la luz, despuntando sobre una verde pradera y despejada de todo sotobosque (figuras 10, 11, 12, 13, 14 y 15).

Al fondo de la pradera, el camino gira bruscamente hacia la derecha para comenzar una subida a media ladera por una vertiente de solana con hayas, serbales y robles que se suman a los pinos para componer una masa densa y cerrada acabada con los helechos en las zonas más húmedas (figuras 16, 17 y 18). Este tramo finaliza en la cota más elevada de la ruta, la vega Cimera, una pradera de uso ganadero donde tendremos una buena panorámica de la extensión del pinar (figuras 19, 20, 21, 22 y 23).

Salvando el curso del arroyo de la Oscura, más modesto que el anterior, la ruta comienza seguidamente el retorno por la ladera a umbría, a través de una masa monoespecífica de grandes pinos albares (figuras 24, 25 y 26). Tras un largo trayecto de escaso desnivel, la pista cambia de sentido hacia la derecha iniciando un rápido descenso que conduce a la encrucijada del principio, en las inmediaciones de la vega Bajera (figura 27). Desde allí solo nos quedará desandar el primer tramo de pista forestal para regresar a la entrada del bosque.

Impresiones.

Las complicaciones para acceder al pinar de Lillo están justificadas cuando hayamos recorrido los 6 kilómetros entre los troncos de los pinos silvestres. Disfrutaremos, especialmente en el entorno de la vega Bajera, de un bosque de pino silvestre autóctono, es decir, que no han sido plantados por el hombre, más únicos de la península Ibérica. Dada su singularidad e importancia ecológica, está protegido bajo la figura de Zona de Reserva además de encontrarse en el Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre.