Pico Yordas desde Liegos, León

Para comenzar la ruta nos acercaremos hasta el pueblo leonés de Liegos, donde disponemos dos opciones: una es dejar nuestro coche aparcado en el mismo pueblo o bien, como hicimos nosotros, avanzar un par de km por la pista forestal (Camino de San Pelayo) que va desde Liegos a Lois (señalizada como PR LE-32 ) y aparcar justo antes de llegar a la señal que prohibe el paso a vehículos no autorizados. De esta última forma nos ahorraremos unos kilómetros de pista, tanto a la ida como a la vuelta.

Comenzamos a caminar por la pista señalizada como PR LE-32, que recorre el Valle de San Pelayo camino al pueblo de Lois como dijimos. Dejamos las desviaciones que nos salen a la izquierda y derecha y seguimos por la pista principal hasta llegar a la señalización al pico Yordas o Burín. Deberemos entonces girar a la izquierda, dejando el PR que seguíamos y cruzar el río por un puente, adentrándonos en un fabuloso hayedo, con abundantes tejos y rocas cubiertas por el musgo; estamos en el bosque de Tendeña. Avanzamos por la pista, cada vez más pindia, que asciende a través del bosque y, poco después de pasar una fuente (La Tejal), nos desviaremos a la izquierda, abandonando la pista principal y tomando un sendero que poco a poco nos irá sacando del bosque para, finalmente, ya por terreno abierto, acercarnos al Collado Baguyoso. Desde aquí, ya solo nos queda seguir los hitos que nos acercarán a la cumbre, de la cual nos separan unos 300 metros de desnivel.

Para bajar desde la cumbre del Yordas utilizamos el mismo camino que para subir aunque, poco antes de llegar al Collado Baguyoso, nos tiramos a la izquierda siguiendo un sendero a media ladera con vistas hacia el pantano de Riaño que rodea el pico Yordas por el Sur hasta alcanzar un pequeño hombro, donde podemos disfrutar de una espectacular panorámica sobre el pantano, el pueblo de Riaño y las montañas que lo rodean.

Continuamos el sendero que nos ha de llevar a un paso clave para salvar la muralla rocosa que cae desde la cara Sur del Yordas, está indicado con hitos y se pasa sin ninguna dificultad, pero es estratégico para poder continuar camino y alcanzar finalmente el Collado Burín.

Bajamos del Collado Burín por la senda jitada, primero a través de la pedriza y finalmente por praderías, hasta llegar a un pequeño refugio, lugar del que parte una pista a mano izquierda que, a través del Monte Burín y en continuas revueltas, nos permite descender de nuevo al Valle de San Pelayo y enlazar con la pista principal que nos devuelve a Liegos, finalizando la ruta.