Pico Jeje - Pico Nogales - Pico del Oso (Vegarada)
near Redipuertas, Castilla y León (España)
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Trail photos
Itinerary description
Ascensión desde el Puerto de Vegarada, a las cumbres mas próximas de la Serranía de Fuentes de Invierno.
Mesón de Vegarada (1.540 metros) - Pico Jeje (2.064 metros) - Collada Verde (2.004 metros) - Pico Nogales (2.074 metros) - Collada Nogales (1.919 metros) - Pico del Oso (2.025 metros) - Collada Nogales (1.919 metros) - Mesón de Vegarada (1.540 metros).
Dejamos el vehículo junto al edificio (ahora en rehabilitación) del antiguo Mesón de Vegarada. Desde allí, seguimos por la carretera unos metros por delante del Mesón, en dirección Oeste, hasta que nos desviamos por la derecha, a la altura de un pequeño aljibe. El sendero asciende hacia un visible montículo rocoso, en el que existe un pequeño búnker de la guerra civil, camuflado entre las rocas. Continuamos siguiendo el camino de Otero, en realidad es una verde campera por la que llegamos a lo mas duro del recorrido: la canaleta de Xexia. Son 200 metros de desnivel en los que no hay descanso y que nos va a elevar a un pequeño collado, desde el que damos vista a las amplias camperas de Xexia. Al Norte vemos nuestra primera cumbre del día, el Pico Jeje, una loma cimera con suave pendiente nos separa de su cumbre. Pronto alcanzamos la cota 1.900 metros, de la cual no bajaremos hasta el descenso final, ya en el valle de Nogales. Nos queda un bonito recorrido aéreo y seguro, en el que las nubes cubren toda la vertiente asturiana, mientras hacia León, el sol preside con energía todos sus horizontes.
Alcanzamos la cumbre del Jeje (también denominado Xexe o Xexia), un vértice de piedras señalizan esta señera cumbre, que es divisoria de provincias y también vértice de un largo cordal, que desciende por La Cabritera hacia el Norte, separando los valles de Riopinos y Valmartín, en busca de las aguas del río San Isidro.
Un breve descenso hacia el Noreste nos queda, para cruzar la collada Verde y afrontar la pendiente que nos lleva al Pico Nogales. Su agreste cima, es testigo del poderío de la naturaleza cuando nos muestra su incontrolable fuerza. El vértice geodésico está literalmente del revés, colgado hacia el sur y sujetado por el pedestal de cemento que lo encaja entre las rocas de la cumbre. Su nombre genera alguna discusión, aunque aceptado en general, se entiende que Nogales no puede atribuirse al árbol en si mismo, lo mas lógico es que venga de Noales, Nauca, tierras naucales que tienen arroyos en ambas vertientes.
Por información recogida previamente, sabíamos que había un buzón de cumbres en forma de hórreo que no existe, en este caso, no podemos asegurar si desapareció por causas naturales o humanas (por llamarlo de alguna forma).
Continuando la linea de aguas de la Cordillera, descendemos hacia el collado Nogales y sin tregua, porque la nubes amenazan con cruzarla, afrontamos la última cumbre que nos queda, el Pico del Oso. La suave ladera herbosa se hace cómoda para llegar a la cumbre en la que un jito señaliza su punto culminante. Su nombre se debe, a que desde el Norte, en la Braña del Gumial, su perfil recuerda al de un oso.
Una figura metálica de un oso con buzón de cumbre, también ha desaparecido, al igual que en el Nogales. Esta vez la mano humana parece la ejecutora, ya que se ven cortados los anclajes al cemento que lo sustentaba. En fin, resulta triste opinar sobre el cerebro ejecutor, como diría Bertolt Brecht: "corren malos tiempos para la lírica".
Sobre nuestros pasos volvemos al collado Nogales y buscando el fondo del valle, vamos descendiendo siguiendo los jitos, que nos dejan a la entrada de un no muy definido cortafuegos, que penetra entre una repoblación de pinos. Por el continuamos unos 200 metros y a partir de este punto tenemos 3 alternativas:
Si giramos hacia la izquierda cruzaremos el bosque por una pista abierta para la repoblación y que se encuentra con alguna vegetación, para llegar a la carretera que sube hacia la estación de esquí. La siguiente opción es cruzar la vaguada continuando por un sendero, que pasa por una zona de antiguas trincheras, descendiendo a media ladera a buscar la vertiente, que da vista al collado del puerto de Vegarada. Elegimos la tercera, la mas directa, que es bajar siguiendo el cauce del arroyo Nogales. Tiene las orillas abiertas y con poca agua, parece fácil transitar por él; cuando llevamos otros 300 metros salimos a la derecha cruzando el arroyo por un sendero que se interna en la ladera derecha del valle y que nos conduce directamente al Mesón de Vegarada. Este último tramo no resulta cómodo a quien lleve pantalones cortos, ya que el sendero entre los brezales se pierde con frecuencia, y hay que transitar por entre ellos algún tiempo.
Con las nubes, atrapando las cumbres por las que transitamos, finalizó este bonito y aéreo circuito.
Mesón de Vegarada (1.540 metros) - Pico Jeje (2.064 metros) - Collada Verde (2.004 metros) - Pico Nogales (2.074 metros) - Collada Nogales (1.919 metros) - Pico del Oso (2.025 metros) - Collada Nogales (1.919 metros) - Mesón de Vegarada (1.540 metros).
Dejamos el vehículo junto al edificio (ahora en rehabilitación) del antiguo Mesón de Vegarada. Desde allí, seguimos por la carretera unos metros por delante del Mesón, en dirección Oeste, hasta que nos desviamos por la derecha, a la altura de un pequeño aljibe. El sendero asciende hacia un visible montículo rocoso, en el que existe un pequeño búnker de la guerra civil, camuflado entre las rocas. Continuamos siguiendo el camino de Otero, en realidad es una verde campera por la que llegamos a lo mas duro del recorrido: la canaleta de Xexia. Son 200 metros de desnivel en los que no hay descanso y que nos va a elevar a un pequeño collado, desde el que damos vista a las amplias camperas de Xexia. Al Norte vemos nuestra primera cumbre del día, el Pico Jeje, una loma cimera con suave pendiente nos separa de su cumbre. Pronto alcanzamos la cota 1.900 metros, de la cual no bajaremos hasta el descenso final, ya en el valle de Nogales. Nos queda un bonito recorrido aéreo y seguro, en el que las nubes cubren toda la vertiente asturiana, mientras hacia León, el sol preside con energía todos sus horizontes.
Alcanzamos la cumbre del Jeje (también denominado Xexe o Xexia), un vértice de piedras señalizan esta señera cumbre, que es divisoria de provincias y también vértice de un largo cordal, que desciende por La Cabritera hacia el Norte, separando los valles de Riopinos y Valmartín, en busca de las aguas del río San Isidro.
Un breve descenso hacia el Noreste nos queda, para cruzar la collada Verde y afrontar la pendiente que nos lleva al Pico Nogales. Su agreste cima, es testigo del poderío de la naturaleza cuando nos muestra su incontrolable fuerza. El vértice geodésico está literalmente del revés, colgado hacia el sur y sujetado por el pedestal de cemento que lo encaja entre las rocas de la cumbre. Su nombre genera alguna discusión, aunque aceptado en general, se entiende que Nogales no puede atribuirse al árbol en si mismo, lo mas lógico es que venga de Noales, Nauca, tierras naucales que tienen arroyos en ambas vertientes.
Por información recogida previamente, sabíamos que había un buzón de cumbres en forma de hórreo que no existe, en este caso, no podemos asegurar si desapareció por causas naturales o humanas (por llamarlo de alguna forma).
Continuando la linea de aguas de la Cordillera, descendemos hacia el collado Nogales y sin tregua, porque la nubes amenazan con cruzarla, afrontamos la última cumbre que nos queda, el Pico del Oso. La suave ladera herbosa se hace cómoda para llegar a la cumbre en la que un jito señaliza su punto culminante. Su nombre se debe, a que desde el Norte, en la Braña del Gumial, su perfil recuerda al de un oso.
Una figura metálica de un oso con buzón de cumbre, también ha desaparecido, al igual que en el Nogales. Esta vez la mano humana parece la ejecutora, ya que se ven cortados los anclajes al cemento que lo sustentaba. En fin, resulta triste opinar sobre el cerebro ejecutor, como diría Bertolt Brecht: "corren malos tiempos para la lírica".
Sobre nuestros pasos volvemos al collado Nogales y buscando el fondo del valle, vamos descendiendo siguiendo los jitos, que nos dejan a la entrada de un no muy definido cortafuegos, que penetra entre una repoblación de pinos. Por el continuamos unos 200 metros y a partir de este punto tenemos 3 alternativas:
Si giramos hacia la izquierda cruzaremos el bosque por una pista abierta para la repoblación y que se encuentra con alguna vegetación, para llegar a la carretera que sube hacia la estación de esquí. La siguiente opción es cruzar la vaguada continuando por un sendero, que pasa por una zona de antiguas trincheras, descendiendo a media ladera a buscar la vertiente, que da vista al collado del puerto de Vegarada. Elegimos la tercera, la mas directa, que es bajar siguiendo el cauce del arroyo Nogales. Tiene las orillas abiertas y con poca agua, parece fácil transitar por él; cuando llevamos otros 300 metros salimos a la derecha cruzando el arroyo por un sendero que se interna en la ladera derecha del valle y que nos conduce directamente al Mesón de Vegarada. Este último tramo no resulta cómodo a quien lleve pantalones cortos, ya que el sendero entre los brezales se pierde con frecuencia, y hay que transitar por entre ellos algún tiempo.
Con las nubes, atrapando las cumbres por las que transitamos, finalizó este bonito y aéreo circuito.
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