Pico Espadán i Cueva del Estuco

Pico Espadán y Cueva del Estuco
Un miércoles más acercándonos al final del año, y sin ser el último aún, los componentes de Miércoles Montaña, nos hemos reunido para realizar una de las rutas más deseadas: El Pico Espadán. Hemos completado con la visita a la Cueva del Estuco.
El pico Espadán (1099 m) es el que da nombre a la Sierra, aunque es el segundo más alto de la misma, por detrás del Rápita (1.106 m), en el que estuvimos el mes pasado.
En esta ocasión hemos formado equipo 20 participantes.
Ha sido una ruta verdaderamente bonita, tanto por el recorrido por el barranco del Agua Negra, como por las espléndidas vistas que hemos disfrutado desde la cima del Pico Espadán.

LA RUTA:
Hemos dejado los coches en el Collado de la Nevera de Alcudia de Veo. Iniciamos la marcha por el camino de Ibola, para más adelante entrar en el Barranco del Agua Negra. Una zona de rodeno, roca formada por limos y arcillas, muy rica en hierro y magnesio.
El agua que encontramos en el barranco es muy escasa debido a la gran sequía que padecemos. Desde primeros de septiembre que no ha caído ni gota de lluvia. A pesar de ser cristalina, debido al color del lecho la apariencia es de color negro.
El barranco, zona muy poco transitada y de enorme belleza natural es de fácil recorrido. El camino va alternando de un lado al otro del barranco, atravesando por zonas de abundante vegetación propia del bosque de alcornoques.
Destaca la presencia de musgo, adelfas, galcerán, enebro, helechos, etc.
Ascendemos al pico Espadán. Y siguiendo por la senda en dirección noroeste llegamos al Vértice Geodésico. A partir de aquí empieza una fuerte bajada en zig-zag que nos llevará hasta un collado, en el que giramos a la izquierda y descendemos casi a la pista de nuevo.
La senda para bajar a la cueva se pierde en algún momento, llegamos a un punto, pero retrocedemos un poco para asegurarnos el buen camino de descenso.
Cerca de la llegada a la pista remontamos por la derecha hasta alcanzar la Cueva del Estuco. Entramos ayudados por las cuerdas y con la luz de los frontales. Quedamos admirados por las enormes dimensiones que presenta y la belleza de su interior.
Después descendemos hasta la pista por la que continuaremos en dirección a nuestro punto de inicio de ruta.
Muchas gracias a Manolo y Alonso por su magnífica labor y su impagable dedicación a este grupo.