Circular a la Sierra de Callosa desde Cueva Ahumada
near Callosa de Segura, Valencia (España)
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Ruta circular desde Callosa de Segura pasando por:
- Zona recreativa del Paraje Natural de la Cueva Ahumada (0.3 km)
- Mirador de la Vega (0.8 km)
- Virgen de la cueva (1.1 km)
- Collado del Lobo (3.3 km)
- Pico del Chinar (3.7 km)
- Pico del Águila (4.5 km)
- Ermita del Pilar (5.8 km)
- Ermita de San Roque (6.7 km)
- Ermita del Rosario (7.2 km)
Entre cada dos pinos hay una puerta a un mundo nuevo. John Muir
Declarado por Acuerdo del Consell de la Generalitat de fecha 30 de septiembre de 2005, el Paraje Natural Municipal La Pilarica-Sierra de Callosa, con una superficie de 143,44 ha, se localiza en el término municipal de Callosa de Segura en la Provincia de Alicante. El paraje se encuentra situado en la vertiente sudeste de la sierra de Callosa, que junto con su vecina la sierra de Orihuela, constituyen dos impresionantes moles calizas que se elevan bruscamente en medio de la extensa llanura de la Vega Baja del Segura. La sierra de Callosa, que alcanza su máxima elevación, 572 m, en el pico del Águila, posee un relieve muy accidentado, caracterizado por grandes desniveles, fuertes pendientes, muy descarnadas por efecto de los procesos erosivos, y sobre todo por la presencia de grandes farallones rocosos y profundos barrancos y ramblas. La vegetación del paraje está condicionada por la aridez del clima. Es un territorio de ombroclima semiárido, lo que unido a lo abrupto del relieve y a la acción del hombre conducen a un predominio de las formaciones de matorral, con prácticamente ausencia de cobertura arbórea. Así, encontramos las formaciones denominadas corriales, dominadas por el cornial y el oroval, que son arbustos de porte elevado y que dominan en las pendientes rocosas, secas y más soleadas de la sierra. En las zonas de mayor humedad destacan también las formaciones de espinar mediterráneo alicantino. En cuanto a la fauna, las aves son el grupo mejor representado, destacando la presencia del águila perdicera que nidifica en la zona, el búho real, el búho chico, el cernícalo vulgar y el halcón peregrino. Entre los mamíferos cabe destacar la presencia del gato montés. El valor paisajístico de este enclave es muy alto, siendo una referencia visual para el entorno de la comarca, y un elemento fundamental en la conformación del paisaje de la zona. Las partes altas de la Sierra de Callosa ofrecen magníficas vistas de los territorios circundantes.
Aparcamos cerca de la entrada al Área Recreativa de Cueva Ahumada por donde vamos a iniciar la ruta de hoy. Hemos madrugado y las puertas del Área recreativa estaban cerradas por lo que no hemos podido aparcar dentro. Accedemos al inicio de la ruta por unos escalones metálicos que hay muy cerca de las puertas de acceso al Área de Cueva Ahumada.
Poco a poco vamos entrando en el Área Recreativa de la Cueva Ahumada, varios paneles informan de las vías de escalada de la Sierra; un poste balizado nos indica al Mirador de la Vega, hacia el que nos dirigimos, contemplando desde la altura ya alcanzada los numerosos panteones nuevos del cementerio. La subida es bastante brusca y tiene instaladas en varios trozos barandas de madera. En este abrupto rincón hay otras vías de escalada con la Cueva del Medio Día, el Polígono, el Gran Péndulo y la Zona de Bloques.
Continuamos ascendiendo con vista a Redován y a la Sierra de Orihuela que podemos contemplar desde el Mirador de la Vega, acondicionado con un banco para disfrutar de las vista a la Vega Baja. La subida por el sendero nos acerca hasta la Virgen de la Cueva, un pequeño y estrecho túnel excavado en el que se venera una imagen de la virgen (hoy ausente, no sabemos el motivo).
Alcanzamos la cornisa donde está situada la Cruz del Relojero, de tamaño medio y una especie de nicho con una imagen de Ntra. Sra. del Pilar, el mirador del Manto de la Virgen, formando un precioso otero a los pies del Pico del Escalón (406 m.) con vista a la Sierra de Orihuela. Continuamos recorriendo el sinuoso contorno de la sierra. Es una zona de imponente roquedo y altos paredones de rojiza piedra caliza que utiliza la Escuela de Escalada. Entramos en un bonito rincón con abundante vegetación y otro poste informativo donde se une el PR-CV 441 que hemos empleado en los primeros pasos de esta mañana. Marchamos por los restos de un sufrido pinar que parece haber superado la plaga del coleóptero de nombre «tomicos destruens» que le ha dejado muy mermado. Otro poste nos indica seguir hacia el Barranco del Chinar. Cada vez más ceñidos al contorno de la sierra el sendero está más definido y ondulado.
El sendero, en dura subida, se abre paso entre las piedras serpenteando hasta alcanzar el Collado del Lobo con un poste informativo. Nos dirigimos directos por la cresta al Pico del Chinar. Hay que utilizar las manos en algunos tramos para progresar por la cresta, o rodearla por la derecha esquivando las zonas más aéreas. El tramo tiene algunas ondulaciones al ir pasando por algunos lomos hasta llegar al último trecho, que como siempre es el más elevado. Se accede entre los bloques de roca.
Pico del Chinar (527 m.) y segunda altura de la sierra. No tiene punto geodésico, solo las marcas del PR y un agujero para las notas escritas. Desde aquí ya vislumbramos la siguiente cima, El Pico del Águila al que nos dirigimos ahora por la cresta ondulante y con altibajos, difíciles de andar por las grandes piedras pero sin peligro aparente comenzamos un recorrido entre las peladas y sinuosas lomas. El trayecto es bastante técnico, no es que entrañe peligro, aunque se camina muy cerca de los abismos, pero el tránsito por el quebrado lapiaz resulta muy incomodo; a cambio obtenemos miradas impresionantes de un paisaje escabroso y hostil.
Según nos vamos acercando al Pico del Águila (568 m.), punto más elevado de la Sierra de Callosa, vamos disfrutando de la vistas espectaculares a toda la Vega Baja, Murcia, a la cercana Sierra de Orihuela y a nuestro próximo destino. Tenemos un vertical cortado con la población de Redován a nuestros pies.
Proseguimos en descenso hasta coronar la loma de la Cruz de Enmedio (554 m.) donde está situada la casita refugio que ha sido remozada con los materiales que han ido subiendo desde la Ermita voluntarios con sus mochilas. Siguen cuidándola con mucho esmero, en su parte trasera hay una caja metálica con un Belén. Emprendemos el largo y duro descenso hasta la ermita del Pilar de Callosa.
Vamos descendiendo y alcanzamos el collado de la Cruz de Enmedio. En este collado se une la variante que viene o va al San Bernardo, y divisamos las dos vertientes de la sierra, con vistas a Granja, Cox, Albatera, Crevillente y unas extensas panorámicas de la Vega Baja con el Hondo y Elche, hasta el mar en Alicante, la bruma marina nos impide ver Tabarca y el resto de costa.
Nosotros seguimos el PR, las rayas blancas y amarillas que por la derecha baja un poco para subir de nuevo en un bonito tramo de paredes con cárcavas y oquedades. Salimos a un diminuto rellano o colladito. Por un momento tenemos a la vista la caseta refugio de la cumbre. El San Bernardo mucho más cercano nos deja ver su famosa arista del Caballo, solo para gente con agallas. Es una visión agreste, la envejecida y erosionada roca caliza adquiere unos tonos marrones requemada por el sol.
En la otra vertiente tenemos que bajar un poco para volver a subir, haciendo una larga comba. El sendero se ciñe a las rocas y tiene un pequeño paso equipado con unos metros de cable de acero que ayudan en su tránsito. Las miradas ocupan todo el horizonte de la Vega Baja hasta el brumoso mar.
Llegando a la parte alta, el embudo se amplía y debemos girar a la derecha, trazando una larga diagonal en bajada sobre una roca inclinada y lisa, para entrar en el Barranco del Yayo, cambiando de vertiente. Está muy bien marcado con las pinturas del PR y es mejor no salirse del sendero que nos baja pegados a la izquierda. El trazado no es muy largo pero sí inclinado, y en algunos momentos casi vertical. Entramos de lleno en el estrecho Barranco del Yayo, medio umbría medio solana, hay que tomárselo con calma pero sin pausa. En la parte baja, mucho más húmeda, abunda el matorral y algunos pinos.
Por la derecha vamos descendiendo, por medio de unos escalones, los muros que encauzan y protegen de las aguas en las grandes lluvias y riadas el inicio del Barranco del Yayo. Tomamos el camino principal y atravesamos un corto tramo de pineda con buenas vistas al pueblo de Callosa. Llegamos a la Ermita del Pilar y al Área Recreativa de la Pilarica. Pasamos el puente de madera para conocer la otra parte del barranco pero pronto tenemos que volver a cruzar el barranco para salir a la calle asfaltada que sube de Callosa a la Ermita.
Descendemos por la calle y giramos a la derecha para conocer el Santuario de San Roque y tener una maravillosa vista del pueblo. Callejeamos por Callosa y nos acercamos a la Iglesia de San Martín, Al Ayuntamiento, a la Casa de la Cultura y Biblioteca y a la ermita de Nuestra Señora del Rosario.
Abandonamos el pueblo de Callosa, dirección Redován, y a la altura del cruce de las vías del Ave que pasamos por debajo, ya muy cerca del Área recreativa de Cueva Ahumada, nos dirigimos hacia el coche, dando por terminada la ruta.
Y recuerda: “A veces nos perdemos, pero siempre llegamos”
- Zona recreativa del Paraje Natural de la Cueva Ahumada (0.3 km)
- Mirador de la Vega (0.8 km)
- Virgen de la cueva (1.1 km)
- Collado del Lobo (3.3 km)
- Pico del Chinar (3.7 km)
- Pico del Águila (4.5 km)
- Ermita del Pilar (5.8 km)
- Ermita de San Roque (6.7 km)
- Ermita del Rosario (7.2 km)
Entre cada dos pinos hay una puerta a un mundo nuevo. John Muir
Declarado por Acuerdo del Consell de la Generalitat de fecha 30 de septiembre de 2005, el Paraje Natural Municipal La Pilarica-Sierra de Callosa, con una superficie de 143,44 ha, se localiza en el término municipal de Callosa de Segura en la Provincia de Alicante. El paraje se encuentra situado en la vertiente sudeste de la sierra de Callosa, que junto con su vecina la sierra de Orihuela, constituyen dos impresionantes moles calizas que se elevan bruscamente en medio de la extensa llanura de la Vega Baja del Segura. La sierra de Callosa, que alcanza su máxima elevación, 572 m, en el pico del Águila, posee un relieve muy accidentado, caracterizado por grandes desniveles, fuertes pendientes, muy descarnadas por efecto de los procesos erosivos, y sobre todo por la presencia de grandes farallones rocosos y profundos barrancos y ramblas. La vegetación del paraje está condicionada por la aridez del clima. Es un territorio de ombroclima semiárido, lo que unido a lo abrupto del relieve y a la acción del hombre conducen a un predominio de las formaciones de matorral, con prácticamente ausencia de cobertura arbórea. Así, encontramos las formaciones denominadas corriales, dominadas por el cornial y el oroval, que son arbustos de porte elevado y que dominan en las pendientes rocosas, secas y más soleadas de la sierra. En las zonas de mayor humedad destacan también las formaciones de espinar mediterráneo alicantino. En cuanto a la fauna, las aves son el grupo mejor representado, destacando la presencia del águila perdicera que nidifica en la zona, el búho real, el búho chico, el cernícalo vulgar y el halcón peregrino. Entre los mamíferos cabe destacar la presencia del gato montés. El valor paisajístico de este enclave es muy alto, siendo una referencia visual para el entorno de la comarca, y un elemento fundamental en la conformación del paisaje de la zona. Las partes altas de la Sierra de Callosa ofrecen magníficas vistas de los territorios circundantes.
Aparcamos cerca de la entrada al Área Recreativa de Cueva Ahumada por donde vamos a iniciar la ruta de hoy. Hemos madrugado y las puertas del Área recreativa estaban cerradas por lo que no hemos podido aparcar dentro. Accedemos al inicio de la ruta por unos escalones metálicos que hay muy cerca de las puertas de acceso al Área de Cueva Ahumada.
Poco a poco vamos entrando en el Área Recreativa de la Cueva Ahumada, varios paneles informan de las vías de escalada de la Sierra; un poste balizado nos indica al Mirador de la Vega, hacia el que nos dirigimos, contemplando desde la altura ya alcanzada los numerosos panteones nuevos del cementerio. La subida es bastante brusca y tiene instaladas en varios trozos barandas de madera. En este abrupto rincón hay otras vías de escalada con la Cueva del Medio Día, el Polígono, el Gran Péndulo y la Zona de Bloques.
Continuamos ascendiendo con vista a Redován y a la Sierra de Orihuela que podemos contemplar desde el Mirador de la Vega, acondicionado con un banco para disfrutar de las vista a la Vega Baja. La subida por el sendero nos acerca hasta la Virgen de la Cueva, un pequeño y estrecho túnel excavado en el que se venera una imagen de la virgen (hoy ausente, no sabemos el motivo).
Alcanzamos la cornisa donde está situada la Cruz del Relojero, de tamaño medio y una especie de nicho con una imagen de Ntra. Sra. del Pilar, el mirador del Manto de la Virgen, formando un precioso otero a los pies del Pico del Escalón (406 m.) con vista a la Sierra de Orihuela. Continuamos recorriendo el sinuoso contorno de la sierra. Es una zona de imponente roquedo y altos paredones de rojiza piedra caliza que utiliza la Escuela de Escalada. Entramos en un bonito rincón con abundante vegetación y otro poste informativo donde se une el PR-CV 441 que hemos empleado en los primeros pasos de esta mañana. Marchamos por los restos de un sufrido pinar que parece haber superado la plaga del coleóptero de nombre «tomicos destruens» que le ha dejado muy mermado. Otro poste nos indica seguir hacia el Barranco del Chinar. Cada vez más ceñidos al contorno de la sierra el sendero está más definido y ondulado.
El sendero, en dura subida, se abre paso entre las piedras serpenteando hasta alcanzar el Collado del Lobo con un poste informativo. Nos dirigimos directos por la cresta al Pico del Chinar. Hay que utilizar las manos en algunos tramos para progresar por la cresta, o rodearla por la derecha esquivando las zonas más aéreas. El tramo tiene algunas ondulaciones al ir pasando por algunos lomos hasta llegar al último trecho, que como siempre es el más elevado. Se accede entre los bloques de roca.
Pico del Chinar (527 m.) y segunda altura de la sierra. No tiene punto geodésico, solo las marcas del PR y un agujero para las notas escritas. Desde aquí ya vislumbramos la siguiente cima, El Pico del Águila al que nos dirigimos ahora por la cresta ondulante y con altibajos, difíciles de andar por las grandes piedras pero sin peligro aparente comenzamos un recorrido entre las peladas y sinuosas lomas. El trayecto es bastante técnico, no es que entrañe peligro, aunque se camina muy cerca de los abismos, pero el tránsito por el quebrado lapiaz resulta muy incomodo; a cambio obtenemos miradas impresionantes de un paisaje escabroso y hostil.
Según nos vamos acercando al Pico del Águila (568 m.), punto más elevado de la Sierra de Callosa, vamos disfrutando de la vistas espectaculares a toda la Vega Baja, Murcia, a la cercana Sierra de Orihuela y a nuestro próximo destino. Tenemos un vertical cortado con la población de Redován a nuestros pies.
Proseguimos en descenso hasta coronar la loma de la Cruz de Enmedio (554 m.) donde está situada la casita refugio que ha sido remozada con los materiales que han ido subiendo desde la Ermita voluntarios con sus mochilas. Siguen cuidándola con mucho esmero, en su parte trasera hay una caja metálica con un Belén. Emprendemos el largo y duro descenso hasta la ermita del Pilar de Callosa.
Vamos descendiendo y alcanzamos el collado de la Cruz de Enmedio. En este collado se une la variante que viene o va al San Bernardo, y divisamos las dos vertientes de la sierra, con vistas a Granja, Cox, Albatera, Crevillente y unas extensas panorámicas de la Vega Baja con el Hondo y Elche, hasta el mar en Alicante, la bruma marina nos impide ver Tabarca y el resto de costa.
Nosotros seguimos el PR, las rayas blancas y amarillas que por la derecha baja un poco para subir de nuevo en un bonito tramo de paredes con cárcavas y oquedades. Salimos a un diminuto rellano o colladito. Por un momento tenemos a la vista la caseta refugio de la cumbre. El San Bernardo mucho más cercano nos deja ver su famosa arista del Caballo, solo para gente con agallas. Es una visión agreste, la envejecida y erosionada roca caliza adquiere unos tonos marrones requemada por el sol.
En la otra vertiente tenemos que bajar un poco para volver a subir, haciendo una larga comba. El sendero se ciñe a las rocas y tiene un pequeño paso equipado con unos metros de cable de acero que ayudan en su tránsito. Las miradas ocupan todo el horizonte de la Vega Baja hasta el brumoso mar.
Llegando a la parte alta, el embudo se amplía y debemos girar a la derecha, trazando una larga diagonal en bajada sobre una roca inclinada y lisa, para entrar en el Barranco del Yayo, cambiando de vertiente. Está muy bien marcado con las pinturas del PR y es mejor no salirse del sendero que nos baja pegados a la izquierda. El trazado no es muy largo pero sí inclinado, y en algunos momentos casi vertical. Entramos de lleno en el estrecho Barranco del Yayo, medio umbría medio solana, hay que tomárselo con calma pero sin pausa. En la parte baja, mucho más húmeda, abunda el matorral y algunos pinos.
Por la derecha vamos descendiendo, por medio de unos escalones, los muros que encauzan y protegen de las aguas en las grandes lluvias y riadas el inicio del Barranco del Yayo. Tomamos el camino principal y atravesamos un corto tramo de pineda con buenas vistas al pueblo de Callosa. Llegamos a la Ermita del Pilar y al Área Recreativa de la Pilarica. Pasamos el puente de madera para conocer la otra parte del barranco pero pronto tenemos que volver a cruzar el barranco para salir a la calle asfaltada que sube de Callosa a la Ermita.
Descendemos por la calle y giramos a la derecha para conocer el Santuario de San Roque y tener una maravillosa vista del pueblo. Callejeamos por Callosa y nos acercamos a la Iglesia de San Martín, Al Ayuntamiento, a la Casa de la Cultura y Biblioteca y a la ermita de Nuestra Señora del Rosario.
Abandonamos el pueblo de Callosa, dirección Redován, y a la altura del cruce de las vías del Ave que pasamos por debajo, ya muy cerca del Área recreativa de Cueva Ahumada, nos dirigimos hacia el coche, dando por terminada la ruta.
Y recuerda: “A veces nos perdemos, pero siempre llegamos”
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