Pico del Aguila y Pico de la Sala o Coronilla

PICO DEL AGUILA Y PICO DE LA SALA O CORONILLA

Bilbao a tres de Agosto de 2013.
Hoy nos acercamos en nuestro paseo a unos seis kilómetros de Logroño.
Concretamente vamos a partir del polígono industrial “La Variante” en la población de Lardero.
Proponemos desde aquí un agradable y corto paseo por un terreno eminentemente arcilloso que sin grandes desniveles nos permitirá alcanzar una bonita panorámica del Embalse La Grajera, Logroño, la cuenca del Iregua y el paso del Ebro por la capital riojana.
Si alguna vez habéis pasado por Logroño ya sea por la autopista o en el camino a Soria, es inevitable que os hayáis fijado en este cordal de color rojizo. Tiene un aspecto verdaderamente montañoso, aunque no es muy alto. La ausencia de otras cimas cercanas le otorga ese carácter de perfecto mirador.
Como decía salimos del polígono industrial por una carretera que lo rodea y nos acerca a la parte más baja del cordal, a la zona conocida como malacapa. Por aquí nos aupamos a la “arista” y en sucesivos sube y baja nos acercamos a la primera de las cimas el Pico del Águila (657 m), marcado únicamente con un hito de piedras y que en perspectiva es más “picudo” que el siguiente.
Seguimos el cordal recreándonos en las vistas y casi sin darnos cuenta llegamos al vértice geodésico del Pico de la Sala (668 m) o Coronilla y que debe su actual nombre a la cavidad excavada en su vertiente sur conocida como La Sala de los Moros, de los que no queda rastro alguno, sin embargo si parece que se trata de un columbario de época preromana.
Para realizar una pequeña circular continuamos por el cordal desviándonos por un caminito a la derecha en el que bajando nos encontramos con unos magníficos ejemplares de orugas de la mariposa macahon. Es una ladera soleada de matorral en la que abunda el romero, el hinojo y sobretodo el Lastonar, que son esas ramitas de gramíneas que abundan por las cunetas. Todo ello terreno ideal para estas mariposas que necesitan plantas de mucho néctar para su desarrollo.
En esta bajada podemos apreciar el paisaje de las cárcavas que fruto de la erosión de este terreno tan arcilloso parece que se hubiera recreado un “pequeño cañon del colorado”, es el barranco del coronilla. En principio no se puede acceder a la zona por ser finca particular y además el terreno puede resultar peligroso por inestable, así que mejor verlas de lejos.
Poco más adelante y entre piezas de cereal y viñas llegamos a la carretera que por el borde de la autopista nos dirigirá de nuevo al polígono y a cerrar el círculo.