Pico Campiña y Lagunas de Neila, subiendo desde Quintanar de la Sierra por las Gargantas y el 'Empedrao'

Collado de Rialares

Desde el pueblo de Quintanar se toma la pista asfalta de las Lagunas. Aparcaremos en el Collado de Rialares, a 1.225 metros de altura.

Cruce del Río de las Gargantas

Por una cómoda pista alcanzamos el Río de las Garantas, que hay que cruzar para remotarlo por su orilla occidental. Pero con las últimas nevadas el río baja crecido y la cosa se complica. A partir de aquí, una senda en principio fácil va siempre en paralelo al Río, atravesando un bosque profundo.

Subiendo por las Gargantas

A medida que el valle principal se va ramificando, el sendero se hace más dudoso a tramos, a pesar de los hitos. En un momento dado, a cota 1.600 m., me confundo y voy subiendo "bosque a través" con la idea de recuperar la senda en algún momento. A pesar de todo el bosque se deja atravesar, pero la sensación de confusión es grande.

Llegando al 'Empedrao'

Por fin consigo retomar la senda. Pero pronto, a 1.700 m., la nieve va a suponer una nueva dificultad. Cada vez hay más, con acumulaciones grandes, así que hay que recurrir a las polainas para mantener los pies secos. Hacia el final la senda se hace más confusa, pero al fondo del bosque se adivina la claridad de los riscos, y hacia allá me dirijo.

El 'Empedrao'

El "Empedrao" de Quintanar es un lugar singular y muy atractivo. Tanto por su propia configuración geológica, con tremendas grietas que saltaremos con precacución, como por las espléndidas vistas, sobre todo hacia Urbión, con el añadido de emoción que da siempre un buen precipicio rocoso. Estupendo lugar para un descanso con los pies sobre el abismo.

Por el Risco de la Sierra

A partir del "Empredrao" la acumulación de nieve es hasta sorprendente. Se ve que la última tormenta azotó más por este costado de la Sierra. Avanzo por las laderas heladas gracias a los crampones que preventivamente metí en la mochila. De otro modo habría tenido que descender directamente hacia las lagunas. Solo llegando a la cumbre la capa de nieve empieza a ser más ligera.

Pico Campiña

Al llegar a lo alto de la Sierra, esta se convierte en una planicie herbosa donde el viento y el sol se han llevado la mayor parte de la nieve. Día soleado con grandes vistas en todas direcciones, sobre todo hacia el norte (la Demanda) y el este (Urbión). Las lagunas heladas o casi heladas forman un bello paisaje invernal.

Inicio del descenso por la senda hacia las lagunas

El sendero de descenso hacia las lagunas también tiene bastante nieve, pero mucho más blanda y "pisable", así que desciendo sin problemas hasta la carretera.

Mirador de San Francisco

Desvío hacia Quintanar

El descenso por la pista de Las Lagunas se hace algo largo, por el aburrimiento que siempre da el asfalto. Pero el bosque es muy atractivo y de vez cuando aparecen zonas húmedas que componen imágenes singulares.