Pico Arieiro y Pico Ruivo(Isla de Madeira)

 Trazado lineal que nos permite hacer cumbre en las dos cimas practicables más altas de la isla, Pico Arieiro (1.810m) y Pico Ruivo (1.868m), atravesando la abrupta dorsal que los separa, dejando de lado el Pico Cidrâo y pasando por túneles bajo Pico do Gato y Pico das Torres.
Primero señalar, que sólo es posible realizar el trazado por la ruta este, ya que la vereda por la vertiente este del Pico das Torres está en mal estado y cortado al tránsito.
Con esto, nos queda un camino lineal de ida y vuelta hasta el punto de partida, a no ser que realicemos la travesía con dos vehículos, desde Pico do Arieiro hasta Achada do Teixeira.
&Además, cabe reseñar que puede resultar una ruta físicamente exigente para personas no acostumbradas a caminar por este tipo de terreno, con continuas bajadas y subidas.

 Para llegar al punto de partida, el mismo Pico do Arieiro, junto a la antena que vemos desde buena parte de la isla, accederemos por una aceptable carretera desde la que sube desde Funchal a Ribeiro Frío, sin complicaciones siguiendo las indicaciones. Aquí tenemos un amplio aparcamiento, además de una zona de aseos y bar junto al pico.

 Comenzamos el recorrido desde el mismo vértice del Pico Arieiro, que a la vez nos sirve de mirador de toda la línea de cumbres de la isla.
La vereda se encuentra en perfecto estado y nos acompañará, en buena parte del recorrido, un cable a modo de baranda que hace más seguro el camino.
Así, comenzamos con un breve descenso desde el pico hasta el mirador de Ninho da Manta, con las mejores vistas de las paredes de Pico das Torres, asomando la cumbre de Pico Ruivo sobre la escarpada dorsal.

 Dejamos atrás el mirador y recorremos la arista que nos separa del mirador de Pedra Rija, con vistas a las dos vertientes.

 Desde el mirador, ahora por senda trabajada en las paredes de Pico do Cidrâo, nos espera un corto, pero acusado descenso, hasta alcanzar la entrada del primer túnel del recorrido. Éste nos permite atravesar bajo el Pico do Gato, pequeño peñón rocoso que se interpone en la dorsal hacia Pico das Torres.

 Tras el túnel nos topamos con el cruce de senderos, comprobando el cierre del que discurre por el este, que se nos unirá al otro lado del Pico das Torres.
Nosotros avanzamos por la senda del este, excavada en las verticales paredes de Pico das Torres y abriendo las vistas al amplio barranco que cae hacia la Fajâ dos Cardos.

 El estrecho, pero seguro, sendero, a través de una secuencia de túneles, nos lleva hasta los pies de Pico Ruivo por su cara sur, aún nos quedará rodear en ascenso toda su vertiente este para hacer cumbre.
Para dar comienzo el ascenso final a Ruivo, nos encontraremos una serie de escalinatas de metal y labradas en la roca que nos permiten alcanzar el collado que lo separa del Pico das Torres.

 Tras un corto descenso por la vertiente opuesta, a la vez que se nos incorpora el sendero del este y que podemos dibujar por las paredes de las Torres, reemprendemos el ascenso final por una senda más cómoda en dirección al refugio del Pico Ruivo, a escasos 200 metros de la cumbre.
Poco antes enlazaremos con el sendero de ascenso corto a Ruivo que asciende desde Achada do Teixeira, bien dibujado en la dorsal oeste.

 Con bastante compañía de senderistas, completamos el ascenso de Pico Ruivo, a la vez que una ola de nubes asciende por el oeste y que nos quitará las amplias vistas que podemos tener desde el pico. Alcanzamos el vértice, y unos metros más abajo, el mirador en dirección a Pico do Arieiro, ya tapado por la densa niebla.

 Al este aún podemos disfrutar de las vistas de la dorsal hasta Pico Grande y al norte, el manto verde sobre los barrancos de Calderâo do Inferno y Calderâo Verde.

 No nos queda más remedio que completar el recorrido lineal de vuelta, si bien por terreno ya conocido, el cambio de perspectiva hace que descubramos nuevas caras de la formidable montaña.

 Pasado Pico das Torres y Pico do Gato, la niebla invade nuestro recorrido, disfrutando ahora de una nueva estampa de la travesía, hasta alcanzar de nuevo las instalaciones junto a Pico de Arieiro.

 Para quien busque una buena dosis de km de marcha, como nosotros, y quieren completar la jornada con un agradable paseo, optamos por la opción, ya en coche, de bajar hasta Ribeiro Frío, y hacer una caminata por la Levada de Furado y el mirador de Balçoes, aunque el tiempo no acompañó en las vistas.

Nos vemos en las montañas.