Peñón Grande, nacimiento Guadalete, peñón de la Asamblea y Tajos de la Ermita (Sierra de Grazalema)
near Grazalema, Andalucía (España)
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Itinerary description
Trazado circular que nos va permitir hacer cumbre en los peñones que encajonan al pueblo de Grazalema por su flanco noroccidental, disfrutando en el camino de buena parte de las mejores vistas que rodean al pueblo blanco.
Primero ascenderemos a su espectacular Peñón Grande (1.309m), con una parte final muy técnica y por la que considero el recorrido de nivel difícil, aunque si dejamos de lado el cresteo final, pasaremos a un trazado moderado y muy entretenido.
Utilizando el naciente río Guadalete para volver a Grazalema, completamos la segunda parte por el Peñón de la Asamblea, Embalse del Fresnillo y los Tajos de la Ermita o Peñón Gordo, llenando así el arco visual sobre el pueblo. Cerramos el trazado hacia Gaidovar, rodeando el Peñón Gordo por la Cañada Real de Grazalema y retornando al punto de partida bajo el peñón.
De nuevo partimos desde el aparcamiento del Camping Tajo Rodillo, en la carretera de acceso a Grazalema y con el prominente espolón norte del Peñón Grande, pero no nos engañemos, este es solo la punta del iceberg, el macizo del peñón irá apareciendo conforme remontamos la senda hacia el Llano del Endrinal.
Así, nuestros primero pasos se dirigen hacia el habitual ascenso en nuestras incursiones a la Sierra del Endrinal.
La marcada vereda, en continuo pero llevadero ascenso, nos planta en el puerto del Endrinal, ahí donde el camino se bifurca y asoman las cumbres a contraluz de Reloj y Simancón.
Damos de lado la senda que parte a nuestra izquierda, en dirección a Villaluenga del Rosario, y avanzamos hasta el mismo cercado del Llano del Endrinal.
La fría noche ha dejado una fina escarcha sobre el tapiz, dando un color especial a este magnífico enclave al tiempo que los primeros rayos de sol iluminan la solana del Peñón Grande. Mirada arriba y podemos dibujar sobre su rampa pedregosa el camino de subida, por decir algo.
Rodeamos el cercado del llano hasta la pila a los pies de la cuerda del peñón, será desde este punto desde donde atacaremos su ascenso. Aunque podríamos habernos aproximado antes desde el mismo mirador del Llano del Endrinal, el llano siempre nos ofrece una buena estampa antes de abandonar terreno firme.
Desde la pila, mirando a la arista, tendremos que sobrepasar un primer escollo, un pequeño tajo que nos corta el paso. Bajo su pared, remontamos unos metros y una trocha bien marcada por el ganado nos descubre un paso natural para situarnos en la parte alta, a modo de "escalera de caracol", y junto a algunas covachas, nos enfrentamos a la diagonal de ascenso.
En la subida sólo veremos marcas de ganado, por lo que tendremos que ir atentos a nuestro sentido de la marcha, perdiendo la visual de la arista por momentos, pero trazando una clara diagonal hasta un pequeño collado. Una corta y trabajada arista nos separa de la cumbre del peñón.
Una primera trepada nos sitúa sobre la arista, recorriendo los bloques que definen la cresta, cuidando el avance por la áspera caliza y esquivando las afiladas lascas que nos acompañan en la caída.
A escasos metros de la cumbre del Peñón Grande, una pequeña brecha en la arista, nos obliga a un paso aéreo, destrepe y trepada expuesta, que en mi caso, al caminar hoy en solitario, desisto de acometer por precaución y desisto de hacer cumbre.
En su caso, me descuelgo unos metros a la derecha y avanzo hasta donde me permite el terreno, situándome bajo la misma cima, y disfrutar a la vez del vuelo rasante de buitres que tocan piedra sobre mi cabeza.
Dejando atrás, con recelo, los metros que me llevan a la cumbre, toca volver sobre la arista hasta el pequeño collado donde comenzamos. Como indico al principio, es por esta travesía muy técnica, por lo que considero la ruta como difícil. En el caso de no optar por este último tramo, la ruta pasa a ser moderada y sin otra complicación que llevar el sentido de la marcha según nos plazca.
Continuamos con el trazado, en dirección sur, con la idea de recorrer toda la línea de tajos que apuntan a la imponente Sierra del Pinar. Las vistas atrás hacia la arista del peñón no hacen otra cosa que crecer en amplitud e importancia.
Al frente, la línea de cumbres del Endrinal nos acompañan en la travesía de la cuerda de tajos, tocando en la marcha algunos promontorios que nos regalan vistas ampliadas a cada paso que damos, ya con toda la cuerda de la Sierra del Pinar al descubierto, destacando el pico San Cristóbal, el cerro del Monete y su Torreón, como techo de Cádiz.
Los tajos pierden importancia, un pequeño llano nos separa de las estribaciones de Las Presillas, tapiz que aprovechamos para dejar la parte alta y adentrarnos en el umbrío pinar que nos conduce hasta el Nacimiento del Guadalete.
Una corta senda nos enlaza con la marcada vereda que comunica el Puerto del Boyar y el Puerto de las Presillas, no tenemos otra que tomar el camino en descenso hasta el aparcamiento del Boyar.
De nuevo en terreno firme, pasamos por el aparcamiento y tomamos el agradable Camino de los Charcones, paralelo al nuevo Guadalete y bajo las estribaciones de la sierrezuela bajo el Peñón Grande.
Cómodo caminar que nos dirige de nuevo hacia Grazalema y que entre, otras cosas, nos ofrece una magníficas vistas sobre los cerros del Monete y San Cristóbal a nuestras espaldas.
Pronto aparecerán al frente la arista del Peñón Grande y el pequeño Peñón de la Asamblea, nuestro siguiente hito.
Al punto que la carretera cruza el Guadalete, nosotros abandonamos el camino, la cruzamos antes del puente, y enfilamos la senda que nos lleva hacia el Embalse del Fresnillo.
Tras un corto ascenso, en el cambio de rasante, nos sorprende la vistosa imagen del embalse y los Tajos de la Ermita, nuestro próximo destino. Pero antes, abandonamos unos pasos la senda, cruzamos una pequeña portilla en el vallado y alcanzamos las vistas del Peñón de la Asamblea, mirador de excepción sobre los techados de teja de Grazalema. Disfrutada la imagen, volvemos a la senda y seguimos.
En nada estamos a orillas del Embalse del Fresnillo, vistas a Grazalema, al valle de Gaidovar, la Sierra de las Cumbres, el Puerto de las Palomas, Cerro Coros y Sierra Prieta.
Cruzamos sobre el dique del embalse y remontamos la cuerda del Peñón Gordo o Tajos de la Ermita.
En el ascenso nos pararemos a cada paso y volver la vista al sur, panorámicas majestuosas de una sierra única. Tendremos tres paradas técnicas sobre los tajos, la primera a la entrada, con las primeras panorámicas completas de lo que nos rodea.
La segunda, su punto alto y repitiendo la impronta de cada paso de ascenso.
Tendremos que desandar unos metros para tomar una estrecha vereda hasta la tercera parada y punto de retorno, punto donde la arista comienza a perder altura y a desplomarse hacia el Valle de Gaidovar.
Tras la ajetreada vista sobre los tajos, volveremos sobre nuestros pasos hasta orillas del embalse.
Podremos recortar el trazado volviendo a Grazalema por la senda que parte de la presa, pero la idea es rodear la pequeña cuerda de los tajos, así que buscamos una difusa vereda, a razón de un desbroce reciente, que discurre junto a la vaguada que cae sobre Gaidovar.
Sin complicaciones, un descenso continuo junto a la línea de tajos del Peñón Gordo, nos lleva hasta la carretera de Gaidovar, teniendo que caminar unos metros junto al asfalto, rodear el último envite del peñón y parar junto a la Fuente de Aguafría y su abundante caño de agua.
De nuevo, unos pasos junto al asfalto y enlazamos con la Cañada Real de Grazalema.
Alternando pisadas junto al asfalto, entramos de vuelta a Grazalema junto a la Ermita de la Virgen de los Ángeles, recorriendo sus calles hasta volver al punto de partida bajo el Peñón Grande.
Nos vemos en las montañas.
Primero ascenderemos a su espectacular Peñón Grande (1.309m), con una parte final muy técnica y por la que considero el recorrido de nivel difícil, aunque si dejamos de lado el cresteo final, pasaremos a un trazado moderado y muy entretenido.
Utilizando el naciente río Guadalete para volver a Grazalema, completamos la segunda parte por el Peñón de la Asamblea, Embalse del Fresnillo y los Tajos de la Ermita o Peñón Gordo, llenando así el arco visual sobre el pueblo. Cerramos el trazado hacia Gaidovar, rodeando el Peñón Gordo por la Cañada Real de Grazalema y retornando al punto de partida bajo el peñón.
De nuevo partimos desde el aparcamiento del Camping Tajo Rodillo, en la carretera de acceso a Grazalema y con el prominente espolón norte del Peñón Grande, pero no nos engañemos, este es solo la punta del iceberg, el macizo del peñón irá apareciendo conforme remontamos la senda hacia el Llano del Endrinal.
Así, nuestros primero pasos se dirigen hacia el habitual ascenso en nuestras incursiones a la Sierra del Endrinal.
La marcada vereda, en continuo pero llevadero ascenso, nos planta en el puerto del Endrinal, ahí donde el camino se bifurca y asoman las cumbres a contraluz de Reloj y Simancón.
Damos de lado la senda que parte a nuestra izquierda, en dirección a Villaluenga del Rosario, y avanzamos hasta el mismo cercado del Llano del Endrinal.
La fría noche ha dejado una fina escarcha sobre el tapiz, dando un color especial a este magnífico enclave al tiempo que los primeros rayos de sol iluminan la solana del Peñón Grande. Mirada arriba y podemos dibujar sobre su rampa pedregosa el camino de subida, por decir algo.
Rodeamos el cercado del llano hasta la pila a los pies de la cuerda del peñón, será desde este punto desde donde atacaremos su ascenso. Aunque podríamos habernos aproximado antes desde el mismo mirador del Llano del Endrinal, el llano siempre nos ofrece una buena estampa antes de abandonar terreno firme.
Desde la pila, mirando a la arista, tendremos que sobrepasar un primer escollo, un pequeño tajo que nos corta el paso. Bajo su pared, remontamos unos metros y una trocha bien marcada por el ganado nos descubre un paso natural para situarnos en la parte alta, a modo de "escalera de caracol", y junto a algunas covachas, nos enfrentamos a la diagonal de ascenso.
En la subida sólo veremos marcas de ganado, por lo que tendremos que ir atentos a nuestro sentido de la marcha, perdiendo la visual de la arista por momentos, pero trazando una clara diagonal hasta un pequeño collado. Una corta y trabajada arista nos separa de la cumbre del peñón.
Una primera trepada nos sitúa sobre la arista, recorriendo los bloques que definen la cresta, cuidando el avance por la áspera caliza y esquivando las afiladas lascas que nos acompañan en la caída.
A escasos metros de la cumbre del Peñón Grande, una pequeña brecha en la arista, nos obliga a un paso aéreo, destrepe y trepada expuesta, que en mi caso, al caminar hoy en solitario, desisto de acometer por precaución y desisto de hacer cumbre.
En su caso, me descuelgo unos metros a la derecha y avanzo hasta donde me permite el terreno, situándome bajo la misma cima, y disfrutar a la vez del vuelo rasante de buitres que tocan piedra sobre mi cabeza.
Dejando atrás, con recelo, los metros que me llevan a la cumbre, toca volver sobre la arista hasta el pequeño collado donde comenzamos. Como indico al principio, es por esta travesía muy técnica, por lo que considero la ruta como difícil. En el caso de no optar por este último tramo, la ruta pasa a ser moderada y sin otra complicación que llevar el sentido de la marcha según nos plazca.
Continuamos con el trazado, en dirección sur, con la idea de recorrer toda la línea de tajos que apuntan a la imponente Sierra del Pinar. Las vistas atrás hacia la arista del peñón no hacen otra cosa que crecer en amplitud e importancia.
Al frente, la línea de cumbres del Endrinal nos acompañan en la travesía de la cuerda de tajos, tocando en la marcha algunos promontorios que nos regalan vistas ampliadas a cada paso que damos, ya con toda la cuerda de la Sierra del Pinar al descubierto, destacando el pico San Cristóbal, el cerro del Monete y su Torreón, como techo de Cádiz.
Los tajos pierden importancia, un pequeño llano nos separa de las estribaciones de Las Presillas, tapiz que aprovechamos para dejar la parte alta y adentrarnos en el umbrío pinar que nos conduce hasta el Nacimiento del Guadalete.
Una corta senda nos enlaza con la marcada vereda que comunica el Puerto del Boyar y el Puerto de las Presillas, no tenemos otra que tomar el camino en descenso hasta el aparcamiento del Boyar.
De nuevo en terreno firme, pasamos por el aparcamiento y tomamos el agradable Camino de los Charcones, paralelo al nuevo Guadalete y bajo las estribaciones de la sierrezuela bajo el Peñón Grande.
Cómodo caminar que nos dirige de nuevo hacia Grazalema y que entre, otras cosas, nos ofrece una magníficas vistas sobre los cerros del Monete y San Cristóbal a nuestras espaldas.
Pronto aparecerán al frente la arista del Peñón Grande y el pequeño Peñón de la Asamblea, nuestro siguiente hito.
Al punto que la carretera cruza el Guadalete, nosotros abandonamos el camino, la cruzamos antes del puente, y enfilamos la senda que nos lleva hacia el Embalse del Fresnillo.
Tras un corto ascenso, en el cambio de rasante, nos sorprende la vistosa imagen del embalse y los Tajos de la Ermita, nuestro próximo destino. Pero antes, abandonamos unos pasos la senda, cruzamos una pequeña portilla en el vallado y alcanzamos las vistas del Peñón de la Asamblea, mirador de excepción sobre los techados de teja de Grazalema. Disfrutada la imagen, volvemos a la senda y seguimos.
En nada estamos a orillas del Embalse del Fresnillo, vistas a Grazalema, al valle de Gaidovar, la Sierra de las Cumbres, el Puerto de las Palomas, Cerro Coros y Sierra Prieta.
Cruzamos sobre el dique del embalse y remontamos la cuerda del Peñón Gordo o Tajos de la Ermita.
En el ascenso nos pararemos a cada paso y volver la vista al sur, panorámicas majestuosas de una sierra única. Tendremos tres paradas técnicas sobre los tajos, la primera a la entrada, con las primeras panorámicas completas de lo que nos rodea.
La segunda, su punto alto y repitiendo la impronta de cada paso de ascenso.
Tendremos que desandar unos metros para tomar una estrecha vereda hasta la tercera parada y punto de retorno, punto donde la arista comienza a perder altura y a desplomarse hacia el Valle de Gaidovar.
Tras la ajetreada vista sobre los tajos, volveremos sobre nuestros pasos hasta orillas del embalse.
Podremos recortar el trazado volviendo a Grazalema por la senda que parte de la presa, pero la idea es rodear la pequeña cuerda de los tajos, así que buscamos una difusa vereda, a razón de un desbroce reciente, que discurre junto a la vaguada que cae sobre Gaidovar.
Sin complicaciones, un descenso continuo junto a la línea de tajos del Peñón Gordo, nos lleva hasta la carretera de Gaidovar, teniendo que caminar unos metros junto al asfalto, rodear el último envite del peñón y parar junto a la Fuente de Aguafría y su abundante caño de agua.
De nuevo, unos pasos junto al asfalto y enlazamos con la Cañada Real de Grazalema.
Alternando pisadas junto al asfalto, entramos de vuelta a Grazalema junto a la Ermita de la Virgen de los Ángeles, recorriendo sus calles hasta volver al punto de partida bajo el Peñón Grande.
Nos vemos en las montañas.
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Comments (10)
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Bonita ruta Carlos.
Tienes razón , cada uno que valore por donde va, y sus límites.
Lugar espectacular. Buena explicación y mejor reportaje!
Muy bien explicado y el reportaje fotográfico es bastante clarificador.
El pasado sábado hice esta ruta y me encantó, da gusto leer tus crónicas y ayudan mucho las fotos, explicaciones y consejos que das para afrontarlas. Evidentemente no intenté hacer la última parte de coronar el Peñón Grande por precaución, para mi eso ya son palabras mayores.
Un saludo Carlos y sigue disfrutanto de las montañas como lo haces.
Muchas gracias por tu comentario danirube!!!
Siempre es gratificante que el pequeño trabajo que nos lleva esto aporte algo positivo a compañeros de campo, siempre desde el particular punto de vista de nuestra experiencia.
Por suerte nos queda mucha montaña que disfrutar.
Un abrazo.
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Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Qué bonita es Grazalema!
Sin duda tus descripciones es como hacer la ruta mental y si encima le añades las fotos.....el ir es ya mero vicio.
Nos vemos en las montañas Sensei😉.
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Easy to follow
Scenery
Moderate
Muy buena ruta!
Hola. Para realizar esta ruta es necesario pedir algún permiso oficial?
Gracias
Buenas Jesús O.
La ruta transcurre en los alrededores del pueblo de Grazalema, no es necesario ningún tipo de permiso.
Sólo respetar el camino por los cercados que encuentras y no alterar nada a tu paso, vamos, lo básico.
Espero disfrutes del recorrido y de la visita a Grazalema...un abrazo.
Muchísimas gracias, Carlos. Así lo haremos.