Peñas de Leza, Alto de Zenzano. Mirador excepcional. Senda antigua Ribafrecha-Zenzano (La Rioja). Con Gps. Sorprendente.

La Peñas de Leza representan un buen ejemplo de escalón natural que marca límite entre la serranía riojana y la zona de valle de la Depresión del Ebro, con características geológicas bien diferenciadas. De alguna manera, marcan frontera entre la Sierra de Cameros en su zona oriental (Camero Viejo riojano) y el Valle del Ebro. La mejor prueba de ello, son los setecientos metros de diferencia de altura que hay entre la localidad de Ribafrecha y el Alto o punta geodésica Zenzano situadas entre sí a menos de cuatro kilómetros de distancia.

El recorrido que mostramos aquí puede plantearse de varias maneras, fundamentalmente, como un modo de mantenerse en buena forma para quienes residan no demasiado lejos de aquí. No se trata de una ruta perfectamente señalizada, por lo que se recomienda tener algo de experiencia en el manejo de dispositivos Gps con el fin de no cometer errores que comprometan la buena consecución de la marcha. En todo caso sí que quisiera apuntar que existe un modo relativamente sencillo de efectuar la subida al Alto de Zenzano y que consiste en realizar tanto la ida como la vuelta por el itinerario que aquí mostramos como de descenso-regreso ya que apenas hay que hacer cambios de dirección, pero siempre será aconsejable guiarse con dispostivo que nos muestre permanentemente nuestra posición (Puede servir perfectamente una aplicación de móvil como IGN para Android, que es la que utilizamos nosotros).

La ascensión que diseñamos, incluye varios cambios de dirección y atajos. Puede resultar un tanto enrevesada, pero tiene la ventaja de que dicha subida resulta más paulatina (ver el perfil de la ruta), alternándose tramos semillanos, de mediana pendiente, y también algún que otro remonte más esforzado. Si se tiene experiencia en el uso de Gps y seguimiento de tracks, no es demasiado difícil de llevar a cabo, ya que en casi toda la ruta se utilizan caminos, sendas y pistas forestales.

Tal como indicamos en el encabezamiento, uno de los mayores alicientes de esta marcha son las excelentes panorámicas de las que iremos disfrutando en una gran parte del recorrido y por supuesto, en la propia cima. Particularmente considero que es uno de los mejores miradores hacia el Valle del Ebro, y a las fotos me remito.

De forma previa, mando un saludo a mi buen amigo Javier Caballero (javero1954), que antes que yo, hizo un recorrido con el mismo objetivo. Como novedad, aquí se incluye un buen tramo que discurre por una antigua senda que comunicaba Ribafrecha con Zenzano. Un abrazo Javier.

Para acceder al punto de inicio de la ruta, primeramente hemos de llegar a la localidad de Ribafrecha viniendo desde Logroño y pasando por Villamediana de Iregua previamente. Seguidamente hemos de tomar una carretera local que se dirige a Ventas Blancas, y aproximadamente en el kilómetro 2,6 aparcaremos junto a una curva muy cerrada trazada sobre el Barranco de Valdesad, situándonos en cualquiera de los dos caminos que salen de la carretera a ambos lados del puente.

En nuestro caso, estacionamos junto al segundo camino que hay nada más rebasar el puente de la carretera, y tomamos el que hemos querido denominar Camino de Mariseo, nombre del paraje al que se dirige tras recorrer algo más de un kilómetro y medio, con la precaución de que en las bifurcaciones que encontremos siempre hemos de tomar el ramal derecho, evitando dirigirnos a una casa de campo del paraje Mariseo (que por cierto, en el mapa topográfico viene con la denominación espúrea de Marisco).

Tras dos kilómetros de andadura, el camino termina por juntarse con la Pista Bajera, de modo que viraremos noventa grados a la izquierda para seguir por la misma en un tramo de setecientos metros por terreno llano hasta llegar a un corto remonte, de forma que tras realizarlo, nos fijaremos en la entrada a una senda que arranca a nuestra derecha virando otros noventa grados.

Una vez enfilada la senda, comienza la ascensión propiamente dicha, con un tramo de casi un kilómetro que nos permite alcanzar la Pista de Hayedo-Abanto. Aquí giramos a la izquierda para volver a recorrer otro corto tramo llano de menos de doscientos metros, para localizar un senderillo-atajo a la derecha, y que tomaremos para ahorrarnos una parte del trazado de la pista a costa de remontar sesenta metros de desnivel por el minisenderillo-atajo mencionado.

Situados de nuevo en la pista, seguiremos por la misma en otro tramo de unos seiscientos metros, para acabar encontrando otro segundo atajo mucho más evidente que el anterior por discurrir por un cortafuegos y que hemos de tomar para remontar setenta metros de desnivel con el fin de evitarnos otro buen tramo de pista ascendente, alcanzándola de nuevo en la parte baja de las laderas de La Nevera, y ahora ya, solo queda seguir dejándose llevar por aquella, ya que acaba llegando a la zona superior, con la posibilidad de acortar antes de llegar al extremo oeste, para acto seguido, situarnos en la zona semillana superior, por la que transitaremos siguiendo una senda que pasa junto a una charca y que tras un recorrido de un kilómetros, nos lleva hasta la Punta geodésica Zenzano.

El retorno resultará algo más sencillo, ya que tras volver sobre nuestro pasos, acabaremos llegando al collado 1149, localizando un paso para cruzar la valla que separa los pastos de Ribafrecha y Lagunilla, y justo tras pasar, localizaremos el sendero de descenso que constituye la antigua senda que comunicaba Zenzano con Ribafrecha.

Nos dejaremos llevar por dicha senda en un recorrido de algo más de dos kilómetros y medio muy entretenidos por la magníficas vistas de las que disfrutaremos, con la precaución de no tomar ninguna de las pistas con las que se cruza la senda, ya que esta misma, nos hace perder (o ganar si ascendemos por aquí), un desnivel de más de cuatrocientos metros hasta llegar a la zona de las laderas de Las Majadas en la que enseguida localizaremos una senda que podríamos considerarla como continuación de la que acabamos de recorrer y que nos conduce hasta el Barranco de Valdesad.

A partir de aquí hemos de seguir junto al Barranco sin separarnos nunca del mismo en un recorrido de mil setecientos metros, pasando junto a un abrevadero, punto en el cual hemos de cruzar el arroyuelo para volver enseguida al mismo flanco que veníamos siguiendo.

La pequeña senda, acaba conectando directamente con el camino de la zona de huertas y cultivos sin realizar nunca ningún viraje, de modo que tras recorrer ochocientos metros por el mismo, terminaremos por alcanzar la curva de la carretera desde la que iniciamos la marcha.

Junto a cada una de las fotos he añadido los consabidos comentarios con los que suelo aburrir al personal. Como siempre, decir que se visualiza mejor con ordenador, para poder ver así dichos comentarios a pie de foto.

En primer lugar describo las seis primeras que son como un pequeño resumen de lo más destacado.

Foto 1: Las primeras etapas de la marcha se realizan por terreno semillano o sin mucha pendiente, Nos servirá para ir destensando musculatura, y de paso ir admirando algún paisaje que otro. La foto está tomada a los dos kilómetros y medio del inicio. Es el camino de Pista Bajera, un tramo llano previo al inicio del remonte verdadero hacia nuestro objetivo. La imagen es retrospectiva, de modo que en el centro, divisamos el Monte Laturce, próximo a Ribafrecha y que no dejaremos de verlo durante casi toda la marcha.

Foto 2: Panorámica desde la cima. A la izquierda, el Monte Laturce, y en el centro, Ribafrecha. La ciudad alejada que se ve al fondo, no es otra que Logroño. Y más al fondo aún, vemos la línea de crestas que conforman la Sierra de Toloño.

Foto 3: Camino de regreso. El sendero que tomamos es una de esos legados que no deberían de perderse nunca y que hace unas cuantas décadas aún se utilizaba para comunicar Zenzano con Ribafrecha, cuando todavía no había emigrado la población de la primera.

Foto 4: Desde la Senda mencionada anteriormente disfrutaremos de vistas tan bellas como ésta, en la que vemos Ribafrecha desde otro ángulo, pudiendo apreciar el encanto del Barranco de Las Majadas. Al fondo, además de la Sierra de Toloño, también divisamos a la derecha la Sierra de Codés.

Foto 5: Otra toma desde la senda antigua. Detalle de las Peñas de Leza, que son de titularidad compartida entre Ribafrecha y Leza, correspondiendo a ésta última los peñascos que vemos en esta imagen, y que como podemos apreciar, son más empinados e inaccesibles.

Foto 6: Después de haber completado el descenso por toda la ladera superior, llegamos de nuevo a la zona basal, y nuestro objetivo será alcanzar el Barranco de Valdesad, ya que siguiéndolo conseguiremos completar correctamente el itinerario. La foto corresponde a una cuesta por la que hemos de bajar para alcanzar el barranco, el cual podemos apreciar bien en la parte izquierda de la imagen. Quienes hagan la ascensión por este recorrido por el que nosotros descendimos, tienen que recordar que después de haber remontado el Barranco hasta esa especie de prado o explanada, hay que desviarse noventa grados para subir por dicha cuesta, y una vez superada ésta, ya solo se trata de avanzar directamente hasta llegar a la Senda antigua y la zona superior.