Peñalrayo desde Galbárruli (25-06-2021)

Corta ruta circular, en sentido de las agujas del reloj, con una longitud de 6,2 Km. y un desnivel total de 320 metros. Durante todo el recorrido se transita por pistas y senderos de buena traza. A la ida tomamos el “Camino de San Blas” que, por ancha pista y con suave pendiente, asciende de Galbárruli al portillo de San Blas, abierto entre las cimas de Santa Olalla y Peñalrayo. Poco antes de llegar al portillo, una clara senda que se desvía a la derecha nos eleva en cosa de 10 minutos a la cima de Peñalrayo, que ofrece unas espléndidas vistas en todas las direcciones. Su cercana antecima sur es un balcón sobre la llanura riojana.

A la vuelta, desde el pequeño collado entre las dos cimas y por la vertiente opuesta a la de subida, una senda nos baja en otros 10 minutos al portillo de Galbárruli, que se abre entre la antecima sur de Peñalrayo y la cresta occidental del pico Avellano. En el portillo abandonamos la senda que se dirige hacia Avellano y Los Gembres, iniciando el descenso al valle por un claro y directo sendero que discurre entre pequeñas encinas (carrascas). Este sendero desemboca al final en una pista (“Camino de Turrieza”) que, a su vez, se une más adelante a otra más ancha, cerca del depósito de agua, por la que retornamos al punto de partida.

Iniciamos la marcha en la entrada a Galbárruli, según se accede al pueblo desde la carretera LR-209 que comunica Tirgo con el límite de la provincia de Burgos (Miranda de Ebro), justo donde se localiza el Consultorio Médico. Teniendo a nuestra derecha la calle que baja a la iglesia y de frente la que se interna en el pueblo, tomamos la empinada calle que sube por la izquierda (SE) en diagonal y enseguida pasa junto al antiguo lavadero, un abrevadero y una curiosa fuente. Nada más rebasar esta última, giramos a la izquierda para enfilar hacia la sierra (N) por pista de hormigón, dejando atrás el pueblo. Una señal nos indica que también se pueden aparcar los vehículos en este lugar.

Al final de la recta en pendiente encontramos una bifurcación que resolvemos de frente, por el ramal que va más a la izquierda (N, pronto NE), cuyo firme cambia de hormigón a tierra y piedrilla. Poco más arriba, importante cruce de pistas, cuando solo llevamos andando unos 5 minutos. Dejando la pista de la derecha para la vuelta, seguimos de frente (NE), por el “Camino de San Blas”, como muestra el cartel existente al inicio del mismo.

Por este ancho camino vamos ganando altura de forma gradual, manteniendo un rumbo más o menos constante (NE) durante un buen trecho. En las sucesivas bifurcaciones que aparecen seguimos siempre de frente, por la que parece ser la traza principal. Algunos de estos desvíos se dirigen a campos de labor próximos a la pista. Tras la última de estas bifurcaciones, el camino varía su rumbo (ENE, luego SE) y alcanza un rellano donde se localiza una pequeña caseta. A partir de este punto, el camino gira a la izquierda y sube con fuerte pendiente (ENE), al principio por terreno pedregoso. Debemos estar atentos, ya que poco antes de llegar al portillo de San Blas, unos 8 ó 9 minutos después de rebasar la caseta, hay que abandonar el camino principal y desviarse a la derecha.

Nos desviamos cuando vemos a nuestra derecha unas trazas de senda entre hierba que suben con acusada pendiente (E). Al final de este corto y fuerte repecho accedemos a un claro sendero que también procede del camino al portillo y tiene su origen un poco más adelante del punto en que hemos abandonado dicho camino, por lo que puede ser una buena opción de desvío. Este sendero nos lleva por la derecha (SE) en ligera subida al pequeño collado que forman la cima de Peñalrayo y su antecima sur. Solo resta superar por la izquierda un corto repecho (NNE) para alcanzar la despejada cumbre de Peñalrayo (956 metros de altitud). Tiene un curioso buzón de montaña dedicado al naturalista Félix Rodríguez de la Fuente.

Antes de iniciar la vuelta, merece la pena acercarse a la antecima sur, ya que no supone más de 5 minutos. Para ello, retrocedemos hasta el pequeño collado entre las dos cimas y luego seguimos de frente (S) hasta ganar dicha cota. Presenta un profundo cortado en su cara sur (precaución, por tanto, al sacar fotos) y ofrece unas espléndidas vistas sobre los pueblos y tierras de la Rioja Alta, con el pico San Lorenzo y la sierra de la Demanda cerrando el horizonte por el sur y la cadena de los Montes Obarenes, de la que forma parte esta cumbre, alejándose en dirección oeste.

Para la bajada, volvemos otra vez al pequeño collado con la cima principal, girando ahora a la derecha (E) y perdiendo altura con rapidez por un claro sendero hasta llegar a una primera bifurcación entre robles y pequeñas encinas. Por la derecha (S), en un par de minutos, nueva bifurcación de sendas. Desechando el ramal de la izquierda, que se dirige hacia Avellano y Los Gembres, nos desviamos a la derecha, accediendo de inmediato al portillo de Galbárruli.

El resto de la ruta no tiene ninguna dificultad. Tras un corto primer tramo que discurre por un pasillo entre rocas, la clara senda desciende con ligera y continuada pendiente entre carrascas (W, luego WNW) hasta desembocar, unos 25 minutos después de salir del portillo, en una pista agrícola. Por ella de frente (W, enseguida SW), en menos de un cuarto de hora nos unimos a otra pista más ancha. En este punto, un cartel identifica la pista por la que hemos venido como “Camino de Turrieza”. Por la nueva pista hacia la derecha (W), en unos 4 minutos, nada más rebasar el depósito de agua del pueblo, accedemos al cruce por el que hemos pasado a la ida, cerrando así el bucle de la ruta. Por la fuente y el viejo lavadero retornamos al punto de partida.

Tiempos netos de marcha a ritmo tranquilo, sin contar paradas: de Galbárruli a la cima de Peñalrayo: 55 minutos. De la cima de Peñalrayo a su antecima sur y de ésta al portillo de Galbárruli: 15 minutos. Del portillo de Galbárruli a Galbárruli (pueblo): 50 minutos. En total, 2 horas.

Desnivel total aproximado: unos 320 metros.