Penáguila, Arcs de Llucia y del Dimoni, Castillo y Cruz. Regreso por Font de la Vila y pasarelas del Jardin de Santos

Una excursión inolvidable, con dos partes. En la primera parte se trata de visitar lo más chulo, el Arc de Santa Llucía (el agujero se ve desde el pueblo) y un poco más arriba, un poco oculto, justo debajo del Castillo, el Arc del Gat o del Dimoni (más pequeño pero espectacular). Luego hay que ascender un tramo más, hasta el punto más alto de esta ruta, donde se disfruta de muy buenas vistas, además de contemplar las ruinas del Castillo de Penáguila
y su enorme Cruz. Descendemos por senda hasta un aljibe de piedra donde al lado, hay un saliente, tipo mirador natural que no hay que perderse. Seguimos bajando un poco más y la senda nos introduce por un tramo de pinada y monte bajo que desemboca en la CV785. Ahí nosotros hicimos un ida y vuelta para visitar la Ermita (no vale la pena) y luego continuamos descendiendo y cruzando varias veces la CV-785. Casi al final de la parte 1ª, hicimos un ida y vuelta para intentar observar tras las rejas de la Cueva, algún vestigio de pintura rupestre, imposible, está muy deteriorada y no vimos más que la firma con pintura de algún impresentable. Tampoco vale la pena el esfuerzo ni el disgusto, podéis evitarlo sin problemas. Después de ésto, llegamos al pueblo y sería el fin de la parte 1ª. Pero nosotros decidimos alargar más la excursión y comenzar la parte 2ª con el objetivo de descubrir la preciosa Font de la Vila, el Barranc Viver y regresar al pueblo por el Barranc Aladarich y las pasarelas bastante deterioradas que hay instaladas circundando la exclusiva Finca del Jardín de Santos. Para concluir el día, después de comer muy bien otra vez ese menú, es nuestra segunda visita, en Benasau Rest. Nou Serrella, nos adentramos con el coche en el pueblo de Gorga, queríamos conocer su Olivo Bi-Milenario, es una maravilla de ser viviente, es extraordinario. Ojo, no es tarea fácil el encontrarlo, hay que salir del pueblo, a las afueras, este árbol está mimetizado en un campo de olivos junto a otros olivos y no hay letrero alguno que te dirija hasta él. Debéis preguntar en el pueblo o consultar Google Maps para acercarte a la zona y luego, sobre el terreno, tras andar un rato, descubrirlo, es todo un reto, repito, no es fácil dar con él. Pero el esfuerzo vale la pena, el conocer semejante maravilla de la Naturaleza, un árbol superviviente, que ha vivido más de dos mil años, es admirable, no te deja indiferente, por eso, había que verlo y abrazarlo.