Peña Negra integral, por su espolón este (Sierra del Co. Arco Calizo)

Corto trazado circular que nos permitirá recorrer en travesía este-oeste el peñón calizo de Peña Negra.
En esta ocasión barajamos el ascenso por su espolón y arista este, para ello invertimos el sentido del trazado clásico por su arista oeste, dejando su traza conocida para el retorno al punto de partida.

El descenso por la cara este de la peña nos es conocida por dos de sus canales que se precipitan a la divisoria con el Peñón de la Gragea. En esas ocasiones, al abandonar la roca ,y virar al enlace de su senda sur, hemos dibujado el posible remonte por su espolón este cuando flanqueamos su parte baja. Hoy ha sido el momento de comprobar su vía de ascenso. Caminamos por la Sierra del Co, en el extremo occidental del Arco Calizo de Málaga.

Como en cualquier incursión a este lado del Arco Calizo, marcamos nuestro punto de inicio en la carretera de Villanueva de Cauche, en alguno de los apartaderos al oeste de la peña, que sirven de partida a caminantes y escaladores.
Al frente, el paredón por el que tomaremos tierra a la vuelta, a nuestra espalda los campos y oteros que anteceden a los Montes de Málaga.
Comenzamos. tras unos metros por el arcén de la carretera adivinamos un acceso a la senda que nos llevará a flanquear toda la sierra por el sur.

Nos van apareciendo varias trochas, quedándonos siempre con la que sigue la linde del bosquete con campo abierto. Cualquiera de ellas nos vales, claras y cómodas de caminar, ganando rápidamente el flanco de la sierra hasta situarnos en la vertical de su cota más elevada.
La enorme pared que se desploma sobre nosotros nos da paso a una pequeña llanada a pies del Surco de San Isidro. Ya aparece en nuestra visual el contorno del espolón y arista este, en su aproximación iremos dibujando nuestra vía de ascenso y marcando los dos punto que a priori pueden resultar menos evidentes.

De primeras la entrada al ascenso resulta clara, unas cortas rampas en diagonal nos hacen despegarnos del terreno. Afrontamos el primero de los dos pasos que desde lejos habíamos anotado. Vemos las opciones y salvamos el sobresalto por nuestra derecha, unas cortas trepadas y un trecho aéreo de arista nos bastan para tomar un pequeño collado.

Un receso obligado para adivinar el sobrepaso del nuestro segundo escollo. Con un solitario árbol como referencia, nos moveremos a un lado y otro viendo posibles vías.
A la derecha nos quedamos sin opciones con una pared como impedimento, nuestra izquierda nos obligaría a flanquear a media arista sin tener claro un posible remonte.
No queda otra que atacar de lleno la vertical al frente. De todas, la que nos parece menos expuesta, resulta un corto y vertical trepe primero, después un paso lateral expuesto sin agarres, terminando con una nueva trepada entre grandes bloques.

Salvado el escalón, y ganada la visual sobre buena parte de la arista este, nos relajamos al adivinar una arista limpia, con un avance claro sobre su parte alta, y donde no encontraremos impedimentos alguno en lo que nos resta de camino.
Paso entre grande bloques, avanzando en línea de cotas altas, hemos dejado atrás el trecho más acusado del espolón y pasamos a la travesía aérea que nos separa de la cota este de Peña Negra.

A medio camino, enlazamos con las cabeceras de las canales de descenso, traza ya establecida para todo caminante que se aventura en Peña Negra. Nosotros continuamos a la inversa hasta coronar la giba este de la peña.
Vistas enormes al norte del resto de cumbres del Arco Calizo.
Delante, tras el collado del Surco de San Isidro, se eleva la mole principal de Peña Negra.
No tardamos en unir los puntos que nos separan de la divisoria del Surco y entrar de lleno al corto y vertical ascenso a cumbre. Aunque no hay traza definida, la corta subida se reduce a buscar el paso más adecuado evitando los planos de roca, hoy bastante húmedos.

Anotamos cumbre en Peña Negra, vista atrás a todo el espinazo recuperado a la sierra desde sus bajos a la solana.
Encaramos ahora el descenso, recorriendo en su totalidad su arista a poniente. Por delante una buena entrega de roca, siempre con pasos asequibles y todo lo aéreo que queremos según nos pegamos a la línea de tajos.

Descenso muy entretenido y con enormes vistas a los montes malagueños, llevadero y sin complicaciones hasta finalizar junto a la Cruz de Peña Negra.
Aquí viramos hacia la fuga de la sierra. Trocha pisada y marcada con hitos que nos hace poner rumbo sur buscando la salida junto a la cueva.
Mero trámite tras lo recorrido y que nos deja a puertas de la Cueva de Peña Negra. Justo al lado, en las vías equipadas, es normal encontrar algún que otro grupo de escaladores.

Sólo nos resta descender lo que queda por la vereda de acceso hasta la carretera y completar esta corta, pero muy entretenida media jornada montañera.

Nos vemos en las montañas.

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