Miraflores de la Sierra - Pico de la Perdiguera - Boca los Hoyos - Quiñón Cimero - Miraflores

Ruta circular desde Miraflores de la Sierra pasando por:
- Peña La Carcamala (1.7 km)
- Pico de la Pala (2.2 km)
- Pico Perdiguera (5.1 km)
- Fuente Del Brezal (12.4 km)

Salimos desde Miraflores para tomar la Senda Paco. Subimos al Pico de la Pala y continuamos hasta el Pico Perdiguera, que al parecer también se llama Marraz, caminando siempre por lo alto de la Cuerda de la Vaqueriza, lo que proporciona unas vistas estupendas.

Tras descansar un rato en Perdiguera (punto 8) variamos ligeramente el rumbo para tomar otra cuerda, la que va hacia el Puerto de Canencia. Esa cuerda, que en algún mapa aparece como Altos de la Morcuera, está recorrida por un cortafuegos que hace muy cómodo el paseo. Dejamos a la derecha la Peña de la Genciana, pasamos por el Collado que llaman Boca Los Hoyos y un poco más arriba tomamos (punto 10) a la derecha una senda, en realidad unas rodadas al principio, que ya sí suponen un giro desde el sentido sur-norte que traíamos desde el principio, a partir de ahora ya caminaremos en dirección a Miraflores, al sur.

Esta senda, que veo que llaman Senda de la Perdiguera, tiene un inicio algo áspero porque baja con mucha pendiente, buscando la línea recta, hasta que llega al Quiñón Cimero (punto 11), un sitio con encanto donde hay unas formaciones graníticas que invitan a imaginar las formas que el viento, el agua y el tiempo han esculpido. A partir de aquí la senda cruza el Arroyo Sardinero y entra en un robledal por el que baja, con más sosiego que el tramo anterior, hasta llegar a las ruinas de la casa de los peones camineros.

Tras dejar atrás las ruinas tomamos la senda que corre paralela a la carretera Miraflores-Puerto de Canencia. Al principio va próxima (aunque en alguna ocasión me despegué en exceso) a una valla de piedra y tras cruzarla por una apertura (punto 19) muy grande irá también cercana a otra de alambre que la separa de la carretera. Al llegar a la altura de la Fuente del Brezal, situada al otro lado de la carretera, vemos que hay un roto que permite cruzar la valla sin mucho esfuerzo y refrescarse en la fuente antes de continuar nuevamente por el robledal.

Una vez que nos encontramos la primera casa de Miraflores podríamos haber llegado fácilmente al centro del pueblo siguiendo por la carretera y las calles, pero preferimos evitar coches y ruidos optando por un camino que exige subir hasta el depósito de agua y que tras varios sube y baja que pueden resultar pesados cuando ya se está cansado, nos deja prácticamente en el punto de inicio.