Peña del Sol y La Verdiana desde San Juan de Redondo

Ruta preciosa en esta época, con robles y hayedos en su máximo esplendor del otoño. La catalogo de moderada ya que se realizan varias trepadillas. A partir de aprox. el primer km, tomaremos la cresta, que seguiremos más o menos hasta Peña Bermeja. También habrá alguna trepada en el inicio de la canal a Peña del Sol.

Lo bueno de esta ruta es que se puede hacer todo lo complicada que quieras, si por ejemplo cresteamos todo el rato e incluimos en la ruta la subida a la Peña del Gato. Quizás en verano se le pueda meter mano, ya que el día que fui, no me atreví debido a que había llovido mucho los días previos y estaba la piedra resbaladiza. Así que mejor prevenir.

Partimos del pueblo de San Juan de Redondo. Aparcaremos al lado del puente sobre el Pisuerga, el cual cruzaremos. Aquí encontramos una ancha pista que NO hay que seguir, y que nos puede confundir. Hay que tomar una senda algo más difusa que sale a la izquierda y que está bastante empinada, ya que nos lleva directamente al comienzo de la cresta. En pocos metros ganaremos bastante desnivel.

Ya en la cresta, comenzaremos a ir por lo general, sobre ella, con pequeñas minitrepadas sencillas en algún caso. En otras ocasiones, evitaremos la cresta rodeando por la derecha. En todo momento tendremos unas vistas impagables de Picos de Europa, la Sierra de Peñalabra, con la montaña del mismo nombre, así como Tres Mares y el Cuchillón, y un poco más cerca, la espectacular Peña Vismo o Abismo. Según ascendemos, también tendremos vistas de los colosos de la Montaña Palentina: Espigüete y Curavacas, con apenas nieve.

Como decíamos, continuaremos por la cresta hasta que nos vamos acercando a la Peña del Gato. Aquí tomaremos una pequeña y cómoda senda a la derecha que la bordea. Disfrutaremos de la imponente silueta de la Peña del Sol, y nos daremos cuenta del (probablemente) porqué del nombre, ya que éste sale por detrás de ella dándole esa espectacular visión.

Comenzaremos el ascenso tomando la canal anteriormente mencionada. Tiene que estar muy chula en invierno. Una pequeña trepada al principio y luego ya es muy sencillo. Realizaremos un breve descanso disfrutando de las vistas de los bosques y las montañas ya descritas, y comenzaremos el descenso hacia el collado Morcillero. Aquí ya vamos viendo una gran majada de pastoreo, que tendremos que rodear por la izquierda para seguir la ascensión al segundo gran objetivo del día: La Verdiana. La subida será muy sencilla y sin dificultad alguna. Una vez arriba, disfrutaremos nuevamente del paisaje, pero no nos pararemos mucho ya que el día está frío. Descenderemos sin mayor dificultad hasta llegar a la zona de la cueva. Aquí comentar que se puede entrar totalmente en la misma, ya que en realidad, más que una cueva es una especie de túnel, porque acaba dando salida a la zona del valle del Viarce. En realidad, podría haberla "traspasado", pero el terreno de descenso, aunque no era complicado, estaba algo resbaladizo por el tema de las lluvias, así que opté por desandarla y salir por donde entré.

Aquí descendemos un poco hasta la zona de alambrada, la cual se puede traspasar por el punto indicado, abriendo una pequeña portezuela sujeta con una alambre. Una vez traspasada, comenzaremos un descenso rápido (sin senda pero sin ningún problema) por el valle hasta descender a la vera del arroyo. Aquí vadearemos el río fácilmente y ya encontraremos una senda bien marcada, que nos conducirá a atravesar un bello y colorido bosque otoñal. Tan solo tendremos que realizar otro sencillo vadeo y continuar la senda, que nos conducirá al pueblo vecino de Santa Mª de Redondo. La parte final será la peor, ya que el último km y medio hasta llegar al pueblo de origen lo realizaremos por la carretera.