Peña del Mazo y Reluso desde Ubal

El Mazo y Peña de Reluso, Relús o Relux (se conoce por los tres nombres) son cumbres gratificantes surcadas por peligrosas grietas, donde las huellas de la minería aún son evidentes.
La marcha empieza junto a una vaquería que se encuentra en el alto de Ubal (635 m.). Con las antenas de El Mazo como referencia comenzamos a caminar por una pista de hormigón y grava que gana altura entre prados. Al poco tiempo llegamos a una bifurcación. La pista de la derecha se dirige a la cumbre de la Peña del Mazo. Seguimos en dirección a la granja de Monreales, hasta un punto donde cruzamos con la pista que sube al repetidor. Pasamos la barrera y con fuerte pendiente alcanzamos las casetas. Antes, unos metros más abajo, una flecha pintada en un depósito de agua señala el comienzo de un sendero difuso. Saltamos una portilla y ya por sendero un poco más agreste llegamos a la cima de la Peña del Mazo (823 m.). Es una cumbre sin buzón, que cae hasta el collado de la Torca, en donde se halla una sima, la Torca del Moro. Magníficas vistas, con la cima de Relux enfrente.
Hacia allí nos dirigimos. Para ello volvemos al depósito de agua, bajamos un poco por la pista para enlazar con un sendero que sale a nuestra izquierda que nos llevará hasta la Ventana Relux. Previamente subiremos a la cumbre secundaria llamada Cordón de la Cuchilla (756 m.), para luego bordearla por la izquierda. Este tramo se realiza por terreno quebrado. Al cabo de un rato pisamos el amplio collado que separa Relux de El Mazo. Ya sólo nos queda remontar por un lapiaz fácil con rastros de sendero, y alcanzar la cresta, superar una brecha y pisar la cima con el buzón del Baskonia (783 m.).
Llegados a este punto resulta interesante acercarnos hasta la Ventana de Relux. Para llegar la mejor opción es descender paralelos a las vallas para el ganado, que delimitan las campas del monte. Donde éstas forman un ángulo pronunciado, tomamos dirección norte por un sendero cada vez más marcado. Allí donde terminan las rocas apreciaremos la “ventana”, un arco natural con una espectacular vista sobre el desfiladero con Encinalacorba. Al norte observaremos la bahía de Santoña y el mar, a nuestra derecha las Peñas de Ranero.
Volvemos sobre nuestros pasos hasta las campas. Saltamos la valla para tomar el sendero y pista que cruza las campas hasta la granja ganadera de Monreales. Una vez allí, la pista de venida nos llevará de vuelta al Alto de Ubal, entre prados, granjas y varios dólmenes.