Peña Conchita, mirador, Montefuerte, Peñalrayo, Santa Olalla y Tolacha desde monasterio de San Miguel (Miranda de Ebro).

Pasando el rio Ebro en Miranda de Ebro y el pueblo de Bardauri, se llega al convento de San Miguel en unos 5 km. A la izquierda, al lado de un pequeño pinar, hay un aparcamiento donde se puede dejar el coche.
Salimos hacia el convento y justo en la misma puerta por la derecha, se coge la senda que va junto al muro.
Se llega a una explanada y aqui se distribuyen las sendas. La que cogemos nosotros es la de la izquierda que apenas se aprecia pues pasa por pradera. Gira hacia el norte y subimos una pequeña loma para descender en pronunciada bajada hasta la base del monte Conchita donde un cairn indica la senda a seguir. Hay tramos pronunciados y de gravilla suelta. En lo alto a la izda se encuentra el buzón y buenas vistas.
Seguimos hacia el Este y enlazamos con el camino que nos lleva hasta una señal que indica el tramo final hasta el mirador del Calero desde donde podemos apreciar Miranda de Ebro y la llanada.
Descendemos por la misma y llegamos a un cruce de caminos, Hay que coger por la izda la senda que sube entre dos cairns y nos lleva facilmente hasta el monte Montefuerte con un catalejo de buzón. Seguiendo un poco más se llega al monte puntuable Peñalrayo 956 m con un buzón en memoria a Feliz Rodriguez de Lafuente con animales alrededor. Bonito. Las vistas son algo escasas.
Descenso por el sur y enlazamos con el camino hacia el oeste y llegamos a una caseta a orilla del camino que está abierta y aprovechamos para avituallarnos. Continuamos hasta la revuelta donde hay que desviarse a la derecha y coger la senda que lleva sin pérdida al monte Santa Olalla con mejores vistas.
Se desciende hacia el norte y luego hacia el oeste entre encinas hasta llegar, tras pasar un rellano de hierba, al alto del Tolacha 917m donde en el buzón está el emblema con los cinco anillos de los juegos olímpicos. Bonitas vistas de la Rioja por el sur y todos los montes Obarenes donde nos encontramos.
Volvemos hasta el rellano giramos al norte para seguir la pronunciada senda de descenso que con precaución a los resbalones por la piedrecilla suelta, lleva a un cruce de caminos. Seguimos recto por la senda que sale defrente y que enlaza más adelante con la de subida en el rellano de pradera. Solo resta bajar hasta el aparcamiento.