50. Peña Cervera desde Barriosuso
near Barriosuso, Castilla y León (España)
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INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 79 (para Senderismo): dificultad 'Dura' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 783 metros (superior al que estima Wikiloc).
Seguí el trazado de ‘Nieto76’ para ‘Peña Cervera’ en Wikiloc ( https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/pena-cervera-30204777 ). Hice pequeñas variaciones, excepto en un tramo (entre su km 9,5 y 11, aprox.), en la parte final del descenso de Peña Cervera, cerca ya del pueblo de Hortezuelos. Acorté bajando directamente a la carretera desde el último banzo rocoso, en lugar de curvear para llegar a esa vía. Se puede hacer esto sin problema (sin peligro, ni incomodidades). Recorrí en ese atajo 300 metros, en comparación con los 1,5 km “extra” de ‘nieto76’. Tuve, pues, un ahorro neto de poco más de 1 km; “pero…”.
…Mas antes de explicarlo en sus justos términos, dejemos constancia de la buena labor de ‘Nieto76’ con sus indicaciones en los ‘waypoints’, así como en su texto descriptivo de la ruta; y de mi agradecimiento.
El “pero” previo tiene que ver con un pequeño ‘percance’ por distracción, debido a mi embelesamiento con el paisaje. Hoy no llevaba a nadie al lado para recordarme que estamos en el afanoso mundo real; no en la fantasía en que éste se convierte a mis ojos en estas excursiones. Se dice que “la belleza está (en gran medida) en los ojos y la mente de quien la contempla”. Aun así, estoy seguro de que la belleza que veo en casi todas las rutas existe objetivamente.
Y aquí encaja, precisamente, una parte de la anécdota del día; que, convergente con otra, y por coincidencias caprichosas del destino, completa el fortuito círculo. Perdí una prenda de ropa poco antes del desvío (el “atajo”) mencionado arriba. Cuando ya estaba en la carretera, me di cuenta y volví a buscarla: fue exactamente 1 km entre ida y vuelta (y con subida). Así que, fácil conclusión: “las … que entran (atajo) por las que salen (vuelta atrás)”; es decir: nada ahorré.
El mismo argumento se aplica a otra particularidad anecdótica, que tuvo que ver con la temperatura. Empecé en Barriosuso con sólo -1 grado: “hoy va a ser un día casi primaveral”, me dije (acostumbrado a los gélidos entre -6 y -11 grados en jornadas previas). Pero el termómetro del coche parece no tener en cuenta el aire en movimiento. Tuve que enfundarme enseguida en gorro y bufanda para soportar el látigo del viento. Y no me los pude quitar hasta el final del descenso (el “atajo”…). Así que también aquí “las que entran (termómetro benigno) por las que salen (vientecillo cortante)”.
Por cierto, cerrando el círculo, la prenda que perdí fue el gorro, precisamente; al quitármelo; al calmarse el viento. Así, pues, se serenó el frío viento en la zona baja, me quité el gorro y lo perdí. Cogí un atajo y tuve que desandarlo para recuperar el gorro. Ya no volví a ponérmelo y lo guardé bajo llave. No fuera a ser que... y se reiniciara el ciclo. ¿Casualidades con causa? En cualquier caso, sin queja alguna, porque el dichoso gorro era (y, afortunadamente, continúa siéndome fiel) un buen y cálido bonete. También contento con el fresco y luminoso día; y con la experiencia al completo.
Es cierto que 17,5 km de longitud y más de 700 metros de desnivel pesan un poco. Pero en ningún momento se hizo larga la ruta. Ésta comienza en Barriosuso, pequeña población a la que se llega por una increíblemente estrecha carretera. Desde allí, el trayecto asciende a un portillo entre Peña Valdosa y Peña Cervera. Luego desciende al valle del recién nacido río Esgueva. Una vez cruzado éste, se afronta un prolongado ascenso (sólo fuerte al principio) hasta la meseta de Peña Cervera. Recorre la extensa planicie y desciende suavemente hasta la carretera en las proximidades de Hortezuelos. Por ésta se recorren 1,5 km plácidamente y con vistas también deslumbrantes. Finalmente, el camino se interna en el bosque para retornar a Barriosuso, bordeando la falda norte.
En todo ese recorrido, apenas hay dificultades de orientación. Hay senderos o caminos claros hasta el cruce del Esgueva. Allí hay que estar avizor y encontrar el mejor paso para hacerlo. Tras ello, también hay que estar atentos al ‘track-guía' en el acceso por las primeras rampas a la peña, sin sendero alguno. Luego, en el largo ascenso, hay un difuminado camino utilizado en el pasado. También arriba se dibuja débilmente dicha senda. Allí, además, es fácil guiarse por la cercanía del borde rocoso, circundando la cima por su lado norte y luego descendiendo por el este. Una vez en la carretera, es sencillo identificar el desvío hacia la base de la falda norte de la peña. Ya sólo hay que seguir la cañada que nos conducirá a término, al punto de partida.
La parte más bonita y, más que sólo bonita, majestuosa, soberbia, la proporcionan las panorámicas desde la cima. Y no es efímera, de un momento y en una ubicación particular. Se extiende a lo largo de varios kilómetros. Así que no hay riesgo perderse nada. Ahí está la mole alargada de San Carlos y Carazo, con sus dos elevaciones encabalgadas sobre un collado que las separa; altivas, exhibiendo el esplendor de sus cortantes. Destacan todo el tiempo. Detrás sobresalen el pico Mencilla y su sierra. Un poco más al fondo, están los titanes de la Sierra de la Demanda como el Trigaza y el San Millán; nevados al igual que otros del mismo cordal que se alarga hacia oriente. Por no hablar de las Mamblas, o la hendidura de La Yecla, y el valle de Santo Domingo de Silos y de pueblos aledaños; etc.
Pero no sólo esa parte de la travesía es fascinante. También lo es el bosque que nos lleva por el valle de San García hasta el río Esgueva; y éste mismo, cantarín, con voz aún aguda, aún infantil, y con caudal todavía modesto; con sus coquetos rincones como en la fuente de Valdelacueva, con hielos de más de 10 cm de grosor y sus generosos chorros congelados. Igualmente proporcionan motivos para disfrutar el entorno y el bosque de retorno a Barriosuso, con sus caminos blanquecinos y helados en zonas de umbría. En suma, trayecto ameno y absorbente en su totalidad. Incluso por la carretera, que nos va ofreciendo perspectivas dadivosas a uno y otro lado. Nada sobra.
Y, como complemento, para aportar aún mayor variedad y atractivo, está la numerosa colonia de buitres. Acompañaron mi pausado caminar durante bastantes tramos. Planeaban por encima, ahora parsimoniosos, ahora haciendo suaves giros y remosquetas acrobáticas; sin aparente esfuerzo, aprovechando las corrientes de viento; como divirtiéndose. No se sabe si vigilantes o curiosos; lo cierto es que se acercaron sin aparente temor ni signos de hostilidad. Eso y tres corzos, rápidos como ellos mismos (lo que impidió cualquier registro fotográfico).
Ninguna persona; ni cerca, ni lejos; en más de 5 horas. …Bueno, supongo que alguna conduciría los dos únicos coches con los que me crucé en el tramo de carretera. Pero, en esas circunstancias, yo estaba a otra cosa: ávido por no perderme nada de la irrepetible naturaleza que me rodeaba; a dejarme empapar por lo que contemplaba.
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 79 (para Senderismo): dificultad 'Dura' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 783 metros (superior al que estima Wikiloc).
Seguí el trazado de ‘Nieto76’ para ‘Peña Cervera’ en Wikiloc ( https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/pena-cervera-30204777 ). Hice pequeñas variaciones, excepto en un tramo (entre su km 9,5 y 11, aprox.), en la parte final del descenso de Peña Cervera, cerca ya del pueblo de Hortezuelos. Acorté bajando directamente a la carretera desde el último banzo rocoso, en lugar de curvear para llegar a esa vía. Se puede hacer esto sin problema (sin peligro, ni incomodidades). Recorrí en ese atajo 300 metros, en comparación con los 1,5 km “extra” de ‘nieto76’. Tuve, pues, un ahorro neto de poco más de 1 km; “pero…”.
…Mas antes de explicarlo en sus justos términos, dejemos constancia de la buena labor de ‘Nieto76’ con sus indicaciones en los ‘waypoints’, así como en su texto descriptivo de la ruta; y de mi agradecimiento.
El “pero” previo tiene que ver con un pequeño ‘percance’ por distracción, debido a mi embelesamiento con el paisaje. Hoy no llevaba a nadie al lado para recordarme que estamos en el afanoso mundo real; no en la fantasía en que éste se convierte a mis ojos en estas excursiones. Se dice que “la belleza está (en gran medida) en los ojos y la mente de quien la contempla”. Aun así, estoy seguro de que la belleza que veo en casi todas las rutas existe objetivamente.
Y aquí encaja, precisamente, una parte de la anécdota del día; que, convergente con otra, y por coincidencias caprichosas del destino, completa el fortuito círculo. Perdí una prenda de ropa poco antes del desvío (el “atajo”) mencionado arriba. Cuando ya estaba en la carretera, me di cuenta y volví a buscarla: fue exactamente 1 km entre ida y vuelta (y con subida). Así que, fácil conclusión: “las … que entran (atajo) por las que salen (vuelta atrás)”; es decir: nada ahorré.
El mismo argumento se aplica a otra particularidad anecdótica, que tuvo que ver con la temperatura. Empecé en Barriosuso con sólo -1 grado: “hoy va a ser un día casi primaveral”, me dije (acostumbrado a los gélidos entre -6 y -11 grados en jornadas previas). Pero el termómetro del coche parece no tener en cuenta el aire en movimiento. Tuve que enfundarme enseguida en gorro y bufanda para soportar el látigo del viento. Y no me los pude quitar hasta el final del descenso (el “atajo”…). Así que también aquí “las que entran (termómetro benigno) por las que salen (vientecillo cortante)”.
Por cierto, cerrando el círculo, la prenda que perdí fue el gorro, precisamente; al quitármelo; al calmarse el viento. Así, pues, se serenó el frío viento en la zona baja, me quité el gorro y lo perdí. Cogí un atajo y tuve que desandarlo para recuperar el gorro. Ya no volví a ponérmelo y lo guardé bajo llave. No fuera a ser que... y se reiniciara el ciclo. ¿Casualidades con causa? En cualquier caso, sin queja alguna, porque el dichoso gorro era (y, afortunadamente, continúa siéndome fiel) un buen y cálido bonete. También contento con el fresco y luminoso día; y con la experiencia al completo.
Es cierto que 17,5 km de longitud y más de 700 metros de desnivel pesan un poco. Pero en ningún momento se hizo larga la ruta. Ésta comienza en Barriosuso, pequeña población a la que se llega por una increíblemente estrecha carretera. Desde allí, el trayecto asciende a un portillo entre Peña Valdosa y Peña Cervera. Luego desciende al valle del recién nacido río Esgueva. Una vez cruzado éste, se afronta un prolongado ascenso (sólo fuerte al principio) hasta la meseta de Peña Cervera. Recorre la extensa planicie y desciende suavemente hasta la carretera en las proximidades de Hortezuelos. Por ésta se recorren 1,5 km plácidamente y con vistas también deslumbrantes. Finalmente, el camino se interna en el bosque para retornar a Barriosuso, bordeando la falda norte.
En todo ese recorrido, apenas hay dificultades de orientación. Hay senderos o caminos claros hasta el cruce del Esgueva. Allí hay que estar avizor y encontrar el mejor paso para hacerlo. Tras ello, también hay que estar atentos al ‘track-guía' en el acceso por las primeras rampas a la peña, sin sendero alguno. Luego, en el largo ascenso, hay un difuminado camino utilizado en el pasado. También arriba se dibuja débilmente dicha senda. Allí, además, es fácil guiarse por la cercanía del borde rocoso, circundando la cima por su lado norte y luego descendiendo por el este. Una vez en la carretera, es sencillo identificar el desvío hacia la base de la falda norte de la peña. Ya sólo hay que seguir la cañada que nos conducirá a término, al punto de partida.
La parte más bonita y, más que sólo bonita, majestuosa, soberbia, la proporcionan las panorámicas desde la cima. Y no es efímera, de un momento y en una ubicación particular. Se extiende a lo largo de varios kilómetros. Así que no hay riesgo perderse nada. Ahí está la mole alargada de San Carlos y Carazo, con sus dos elevaciones encabalgadas sobre un collado que las separa; altivas, exhibiendo el esplendor de sus cortantes. Destacan todo el tiempo. Detrás sobresalen el pico Mencilla y su sierra. Un poco más al fondo, están los titanes de la Sierra de la Demanda como el Trigaza y el San Millán; nevados al igual que otros del mismo cordal que se alarga hacia oriente. Por no hablar de las Mamblas, o la hendidura de La Yecla, y el valle de Santo Domingo de Silos y de pueblos aledaños; etc.
Pero no sólo esa parte de la travesía es fascinante. También lo es el bosque que nos lleva por el valle de San García hasta el río Esgueva; y éste mismo, cantarín, con voz aún aguda, aún infantil, y con caudal todavía modesto; con sus coquetos rincones como en la fuente de Valdelacueva, con hielos de más de 10 cm de grosor y sus generosos chorros congelados. Igualmente proporcionan motivos para disfrutar el entorno y el bosque de retorno a Barriosuso, con sus caminos blanquecinos y helados en zonas de umbría. En suma, trayecto ameno y absorbente en su totalidad. Incluso por la carretera, que nos va ofreciendo perspectivas dadivosas a uno y otro lado. Nada sobra.
Y, como complemento, para aportar aún mayor variedad y atractivo, está la numerosa colonia de buitres. Acompañaron mi pausado caminar durante bastantes tramos. Planeaban por encima, ahora parsimoniosos, ahora haciendo suaves giros y remosquetas acrobáticas; sin aparente esfuerzo, aprovechando las corrientes de viento; como divirtiéndose. No se sabe si vigilantes o curiosos; lo cierto es que se acercaron sin aparente temor ni signos de hostilidad. Eso y tres corzos, rápidos como ellos mismos (lo que impidió cualquier registro fotográfico).
Ninguna persona; ni cerca, ni lejos; en más de 5 horas. …Bueno, supongo que alguna conduciría los dos únicos coches con los que me crucé en el tramo de carretera. Pero, en esas circunstancias, yo estaba a otra cosa: ávido por no perderme nada de la irrepetible naturaleza que me rodeaba; a dejarme empapar por lo que contemplaba.
Waypoints
Panorama
3,889 ft
Panorámica 3
Panorama
3,656 ft
Panorámica 9
Panorama
4,312 ft
Panorámica 14
Panorama
3,626 ft
Panorámica 32
Panorama
3,982 ft
Panorámica 36
Panorama
3,723 ft
Panorámica 39
Panorama
3,367 ft
Panorámica 43
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