Peña Cebollera
near Somosierra, Madrid (España)
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Trail photos
Itinerary description
Hora Inicio: 01/23/2016 09:51 Hora Fin: 01/23/2016 16:56
Distancia recorrida: 16 km (07:04) Tiempo en movimiento: 03:51
Velocidad media: 2,3 km/h Vel. en Mov.: 4,1 km/h Velocidad Máxima: 8,4km/h
Altura Mínima: 1373 m Altura Máxima: 2123 m
Velocidad Ascenso: 264,1 m/h Velocidad Descenso: -255,4 m/h
Ganancia Altitud: 853 m Pérdida Altitud: -850 m
Tiempo Ascenso: 03:13 Tiempo Descenso: 03:19
Salimos del Puerto de Somosierra y cogemos la antigua N-I. Más adelante salimos de la misma para tomar una senda. Esta senda es atravesada primero por el Arroyo de Regajo Grande y casi a continuación por el Arroyo de la Peña del Chorro. Ambos vienen con bastante agua y debemos cruzarlos pasando por encima de las piedras. Estos dos arroyos se juntan muy cerca de aquí dando origen al río Duratón. Justo después de cruzar el último arroyo nos desviamos a la derecha saltando por el muro y nos dirigimos a la Chorrera de Litueros. No subimos muy arriba ya que las rocas están húmedas y resulta peligroso. Aún así, disfrutamos durante unos instantes del espectacular Chorro.
Volvemos sobre nuestros pasos para coger de nuevo la senda e iniciamos una suave ascensión. A la altura de Peñalá no vemos el sendero que debemos coger a la derecha y seguimos un poco hacía adelante (he marcado el waypoint como “Seguir por la derecha (confusión)”). Aquí la cuesta se empieza a empinar, siendo un preludio de lo que nos espera. Seguimos subiendo hasta llegar al cordal que delimita las provincias de Madrid y Segovia. Seguimos subiendo por la senda que va paralela al cordal. Por las Peñas del Reajo del Oso, la senda tuerce hacía la derecha. Un poco más adelante tuerce de nuevo, esta vez a la izquierda, y aquí empiezan las cuestas de verdad. Cuando de nuevo la senda gira a la derecha, nosotros cogemos un pequeño sendero que hay enfrente y después afrontamos la última fuerte subida antes de llegar al Pico de las Tres Provincias. Arriba disfrutamos de bonitas vistas. Solamente vemos nieve en el Pico del Lobo y al otro lado, bastante lejos, un poco en el Pico Nevero y más en Peñalara. Estamos en la cima unos minutos, bajamos un poco y antes de llegar de nuevo a la senda, paramos a almorzar.
Reiniciamos la marcha siguiendo el camino que discurre por toda la cuerda de la Sierra Cebollera. Pasamos por el Cerro del Recuenco, por Cabeza del Tempraniego (sin llegar a desviarnos para subirla). Seguimos avanzando y atacamos la cima de Cuchar Quemado. Aquí, retrocedemos unos metros sobre nuestros pasos para iniciar el descenso campo a través hasta llegar a una pequeña senda. Al llegar a ésta, giramos a la izquierda y la bajamos entre piedras hasta llegar a un ancho camino. Continuamos por este camino, desviándonos a la derecha más adelante para seguir ya por la PR-23. A la altura de Prado Antón podemos ver desde lejos el Chorro otra vez. Y ya finalizamos los últimos metros para llegar de nuevo al Puerto de Somosierra.
Bonita ruta, a veces dura. La única lástima es que no hemos pisado apenas nieve, y hemos pasado calor ya que este invierno parece de todo menos invierno. En fin, otra vez será.
Distancia recorrida: 16 km (07:04) Tiempo en movimiento: 03:51
Velocidad media: 2,3 km/h Vel. en Mov.: 4,1 km/h Velocidad Máxima: 8,4km/h
Altura Mínima: 1373 m Altura Máxima: 2123 m
Velocidad Ascenso: 264,1 m/h Velocidad Descenso: -255,4 m/h
Ganancia Altitud: 853 m Pérdida Altitud: -850 m
Tiempo Ascenso: 03:13 Tiempo Descenso: 03:19
Salimos del Puerto de Somosierra y cogemos la antigua N-I. Más adelante salimos de la misma para tomar una senda. Esta senda es atravesada primero por el Arroyo de Regajo Grande y casi a continuación por el Arroyo de la Peña del Chorro. Ambos vienen con bastante agua y debemos cruzarlos pasando por encima de las piedras. Estos dos arroyos se juntan muy cerca de aquí dando origen al río Duratón. Justo después de cruzar el último arroyo nos desviamos a la derecha saltando por el muro y nos dirigimos a la Chorrera de Litueros. No subimos muy arriba ya que las rocas están húmedas y resulta peligroso. Aún así, disfrutamos durante unos instantes del espectacular Chorro.
Volvemos sobre nuestros pasos para coger de nuevo la senda e iniciamos una suave ascensión. A la altura de Peñalá no vemos el sendero que debemos coger a la derecha y seguimos un poco hacía adelante (he marcado el waypoint como “Seguir por la derecha (confusión)”). Aquí la cuesta se empieza a empinar, siendo un preludio de lo que nos espera. Seguimos subiendo hasta llegar al cordal que delimita las provincias de Madrid y Segovia. Seguimos subiendo por la senda que va paralela al cordal. Por las Peñas del Reajo del Oso, la senda tuerce hacía la derecha. Un poco más adelante tuerce de nuevo, esta vez a la izquierda, y aquí empiezan las cuestas de verdad. Cuando de nuevo la senda gira a la derecha, nosotros cogemos un pequeño sendero que hay enfrente y después afrontamos la última fuerte subida antes de llegar al Pico de las Tres Provincias. Arriba disfrutamos de bonitas vistas. Solamente vemos nieve en el Pico del Lobo y al otro lado, bastante lejos, un poco en el Pico Nevero y más en Peñalara. Estamos en la cima unos minutos, bajamos un poco y antes de llegar de nuevo a la senda, paramos a almorzar.
Reiniciamos la marcha siguiendo el camino que discurre por toda la cuerda de la Sierra Cebollera. Pasamos por el Cerro del Recuenco, por Cabeza del Tempraniego (sin llegar a desviarnos para subirla). Seguimos avanzando y atacamos la cima de Cuchar Quemado. Aquí, retrocedemos unos metros sobre nuestros pasos para iniciar el descenso campo a través hasta llegar a una pequeña senda. Al llegar a ésta, giramos a la izquierda y la bajamos entre piedras hasta llegar a un ancho camino. Continuamos por este camino, desviándonos a la derecha más adelante para seguir ya por la PR-23. A la altura de Prado Antón podemos ver desde lejos el Chorro otra vez. Y ya finalizamos los últimos metros para llegar de nuevo al Puerto de Somosierra.
Bonita ruta, a veces dura. La única lástima es que no hemos pisado apenas nieve, y hemos pasado calor ya que este invierno parece de todo menos invierno. En fin, otra vez será.
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