Peña bajeza y camino secreto

Comenzamos el camino habitual para subir a peña Bajenza, dejando el coche justo en la bifurcación de caminos (viguera, islallana, Nalda, y camino hacia la cruz).
Ascendemos hasta la primera cancela y semi-paso canadiense. Un poco más adelante y en una praderita se sitúa la primera cruz.
A mano derecha surge un caminito que vá ascenciendo pasando al lado de unas captaciones de agua en forma de casetitas blancas.
LLegamos a un terreno un poco más empinado y pedregoso; una vez superado nos esperan unas hermosas vistas y a nuestra derecha otra caseta. Justo detrás de ella cogemos el camino de la derecha, que nos ascenderá directamente al collado previo al acceso a la cruz. Este tramo es el más exigente de toda la ruta. A su derecha caminamos unos 200 metros hasta alcanzar el punto más alto de Peña Bajenza y su cruz. En este caminito, y si nos desviamos a la derecha, se encuentran dos simas a las que para acceder a su interior es imprescindible material de escalada o espeleología. En la cumbre, habitualmente se pueden observar realmente cerca a los buitres, tanto en sus asentamientos como volando, rozando las paredes verticales que nos rodean; chovas y esporádicamente Alimoches también podremos observarlos a escasos metros desde esta magnífica atalaya. Espectaculares vistas del valle del Iregua y alrededores.
Volvemos sobre nuestros pasos hasta el collado. A nuestro frente surge otro camino mínimamente ascendente que se adentra en unas carrascas; seguimos hasta un mogote de piedras que nos señalizará el comienzo de la bajada. Prácticamente ya abajo, o bien no nos desviamos hacia el valle, sino que seguimos hacia el bosque siguiendo el camino, o bien, seguimos bajando hasta otro mogote de piedra desde el cual accederemos a la senda de nuestra derecha (cualquiera de los dos caminos llegan al mismo sitio) hasta la última caseta de captación de agua.
Una vez allí, comenzaremos a bajar desde una pequeña empalizada y canalito de agua. Hay que fijarse siempre en unas cintas blancas y rojas que nos guiarán por el primer tramo del descenso. NO ES UN CAMINO, simplemente se siguen visualmente las cintas blancas y rojas que cuelgan de bojs y pinos, hasta que llegamos al bosque del bosque de pinos en el que ya claramente se visualiza un caminito que descenderá sin ningún problema. Una vez abajo cruzamos por una valla de madera y nos topamos con unos culivos; aquí, y sobre todo por la atardecida, es habitual ver corzos pastando en ellos. Los atravesamos y nos cruzaremos con un abrevadero. Seguimos llaneando hasta toparnos con un camino mucho más ancho. A nuestra izquierda surgen las peñas de donde venimos. Lo seguimos a nuestra izquierda, y tras un paseito muy cómodo, nos incorporará al camino inicial ya muy próximo al coche.