Peña Bajenza-E.San Marcos-Viguera-E.San Esteban
near Islallana, La Rioja (España)
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Trail photos
Itinerary description
Variada y tranquila excursión por el término de Viguera, donde ascenderemos a cortados de vértigo disfrutando de las preciosas vistas y desde donde casi podremos saludar a los buitres que planean en las corrientes térmicas ante las mismas puertas del Camero Nuevo.
Aparcamos en los márgenes de la pista asfaltada que comunica Nalda con el viejo camino de Viguera, justo por debajo de la gran pared rojiza de Peña Bajenza y frente Islallana, barrio de Nalda.
Unos postes indicadores (571m.) señalan nuestro destino. Caminamos por un camino pedregoso que se va inclinando poco a poco. Enseguida nos salimos de él por una senda hacia la derecha que nos introduce en el pinar por la ladera NE. El sendero entre aulagas, enebros, boj recorre por un trecho una vieja traída de aguas. Tras un tramo donde aflora la roca y pasar una vieja cancela, en una zona llana giramos hacia la derecha. Si con lo que llevamos de subida, que nos ha cogido en frio, aún no hemos entrado en calor, ahora nos aguarda el tramo más exigente de este paseo.
Así llegamos tras los árboles a un collado (920m.) desde el que se divisa una buena panorámica entre algunas carrascas. Aquí giramos hacia la derecha y marchamos en ligero ascenso por un sendero que sube entre rocas hacia los aledaños de la modesta cumbre de Peña Bajenza (942m.). Sin embargo lo verdaderamente memorable viene prolongando nuestra marcha hacia el N., unos metros más abajo,
Disfrutamos de un panorama realmente maravilloso, difícil de olvidar, casi al borde mismo del abismo de 300m que las rojizas paredes de conglomerado forman desde una modesta cruz metálica pintada de blanco y los verdes campos que alfombran sus pies.
Después de las obligadas fotos, reanudamos nuestra marcha desandando el camino hacia el collado que ahora lo tenemos hacia el S.
Desde este, descendemos rumbo SO por el deslizante senderito que nos dirige hacia una zona llana de antiguos campos (842m.) donde se sitúa una construcción en ruinas.
En este punto giramos ligeramente hacia la derecha, rumbo O. para llegar a un colladito (850m.), desde el que nos precipitamos en continuos zigzag que negocian la gran pendiente de descenso que nos separa de la ermita de San Marcos (700m.).En este recóndito lugar dicen que se aparecieron San Cosme y San Damián y se celebra desde hace un siglo una popular Romería (recientemente esta, se celebra el domingo más cercano al 25 de abril).
Volvemos a subir por una senda a nuestra espalda hacia el O. y nos adentramos en un solitario vallejo donde pastan tranquilas las vacas. Lo recorremos O. por un marcado sendero hacia un colladito (745m.) que nos da acceso a Viguera.
Continuamos por el sendero pedregoso esculpido en la roca caliza donde afloran los yesos abundantes en esta zona. El viejo camino nos transporta en ligero descenso hacia unas verdes praderas aterrazadas y nos baja a una cancela junto a una explotación ganadera.
Vamos bajando y desembocamos en el asfaltado Camino del Prado (663m.) que tomamos hacia la derecha. Pasamos junto a pequeños y bien dispuestos huertos que sus dueños se afanan en regar.
Así entramos en subida por un arco en la plaza de Viguera (685m.), donde la gente disfruta la buena mañana primaveral en las terrazas de los bares.
Rumbo N. nos dirigimos atravesando el pueblo hacia el vistoso mirador de Peñueco (696m.), donde algunos ciclistas descansan tras la exigente subida.
Después de admirar el panorama, nos dirigimos hacia el E. por un camino que desciende por el pinar .Recorridos unos 400m. a 640m de altura tomamos en una curva un atajo a la derecha (la llamada Senda Jabalí) que se precipita en zigzag entre el boj y la abundante y húmeda vegetación hasta la conocida como Senda de Pescadores (589m.).
Iniciamos ahora un delicioso paseo entre la vegetación de ribera y las huertas remontando la margen derecha del río Iregua (izquierda) que nos proporciona bonitas estampas.
Recorrido 1,5Km llegamos a un imponente puente de piedra “El Puente Medieval” (que es del s. XVI). Lo atravesamos y nos dirigimos pegados al arcén de la N-111 a la conocida Venta de La Paula (615m.), que era la madre de Carmen la señora que junto a su hijo regentan esta popular ”venta”.
Aquí junto a varios folletos explicativos nos facilitan las llaves de la ermita de San Esteban.
Para acceder a esta preciosa ermita, hay que cruzar con mucho cuidado la concurrida carretera y atravesar una cancela. Un exigente y deslizante sendero va subiendo en continuos requiebros para negociar la pendiente entre olivos, aulagas, enebros. Al fin, llegamos a una gran oquedad en la pared de conglomerados que es donde se ubica esta curiosa ermita.
La ermita de San Esteban (725m.) del s. X de planta rectangular tiene una curiosa forma que se ha ido configurando a lo largo del tiempo, tras los desprendimientos de rocas y su posterior abandono, se restauró en los años 50 del s. XX y acortaron su primitivo tamaño.
Esta ermita carece de techumbre convencional, ya que esta función la realiza la oquedad de la roca. Pero los verdaderamente importante está en su interior, accedemos al oscuro interior (llevar linterna) y ante nosotros aparecen cuando la vista se acostumbra a la penumbra, una serie de frescos románicos del S.XII .La virgen escoltada por dos ángeles acompañados por un rey y una reina (pared Oeste), y en la pared de la derecha los 24 ancianos que tras el acortamiento de este antiguo lugar de culto se han quedado en doce.
Después de admirar esta bonita y mágica ermita iniciamos con cuidado el descenso que puede ocasionar algún mal paso si no llevamos calzado adecuado.
Y tras devolver las llaves, volvemos a cruzar el puente para recorrer la Senda de Pescadores siguiendo ahora el curso de la corriente del agua.
Salimos de la senda justo en una captación de agua y junto a un bonito estrechamiento que hace el conglomerado por encima del viejo camino de Viguera y el río.
Ya solo nos queda recorrer el trecho de asfalto entre casas de campo que nos separa de donde hemos aparcado el vehículo temprano esta magnífica mañana.
Aparcamos en los márgenes de la pista asfaltada que comunica Nalda con el viejo camino de Viguera, justo por debajo de la gran pared rojiza de Peña Bajenza y frente Islallana, barrio de Nalda.
Unos postes indicadores (571m.) señalan nuestro destino. Caminamos por un camino pedregoso que se va inclinando poco a poco. Enseguida nos salimos de él por una senda hacia la derecha que nos introduce en el pinar por la ladera NE. El sendero entre aulagas, enebros, boj recorre por un trecho una vieja traída de aguas. Tras un tramo donde aflora la roca y pasar una vieja cancela, en una zona llana giramos hacia la derecha. Si con lo que llevamos de subida, que nos ha cogido en frio, aún no hemos entrado en calor, ahora nos aguarda el tramo más exigente de este paseo.
Así llegamos tras los árboles a un collado (920m.) desde el que se divisa una buena panorámica entre algunas carrascas. Aquí giramos hacia la derecha y marchamos en ligero ascenso por un sendero que sube entre rocas hacia los aledaños de la modesta cumbre de Peña Bajenza (942m.). Sin embargo lo verdaderamente memorable viene prolongando nuestra marcha hacia el N., unos metros más abajo,
Disfrutamos de un panorama realmente maravilloso, difícil de olvidar, casi al borde mismo del abismo de 300m que las rojizas paredes de conglomerado forman desde una modesta cruz metálica pintada de blanco y los verdes campos que alfombran sus pies.
Después de las obligadas fotos, reanudamos nuestra marcha desandando el camino hacia el collado que ahora lo tenemos hacia el S.
Desde este, descendemos rumbo SO por el deslizante senderito que nos dirige hacia una zona llana de antiguos campos (842m.) donde se sitúa una construcción en ruinas.
En este punto giramos ligeramente hacia la derecha, rumbo O. para llegar a un colladito (850m.), desde el que nos precipitamos en continuos zigzag que negocian la gran pendiente de descenso que nos separa de la ermita de San Marcos (700m.).En este recóndito lugar dicen que se aparecieron San Cosme y San Damián y se celebra desde hace un siglo una popular Romería (recientemente esta, se celebra el domingo más cercano al 25 de abril).
Volvemos a subir por una senda a nuestra espalda hacia el O. y nos adentramos en un solitario vallejo donde pastan tranquilas las vacas. Lo recorremos O. por un marcado sendero hacia un colladito (745m.) que nos da acceso a Viguera.
Continuamos por el sendero pedregoso esculpido en la roca caliza donde afloran los yesos abundantes en esta zona. El viejo camino nos transporta en ligero descenso hacia unas verdes praderas aterrazadas y nos baja a una cancela junto a una explotación ganadera.
Vamos bajando y desembocamos en el asfaltado Camino del Prado (663m.) que tomamos hacia la derecha. Pasamos junto a pequeños y bien dispuestos huertos que sus dueños se afanan en regar.
Así entramos en subida por un arco en la plaza de Viguera (685m.), donde la gente disfruta la buena mañana primaveral en las terrazas de los bares.
Rumbo N. nos dirigimos atravesando el pueblo hacia el vistoso mirador de Peñueco (696m.), donde algunos ciclistas descansan tras la exigente subida.
Después de admirar el panorama, nos dirigimos hacia el E. por un camino que desciende por el pinar .Recorridos unos 400m. a 640m de altura tomamos en una curva un atajo a la derecha (la llamada Senda Jabalí) que se precipita en zigzag entre el boj y la abundante y húmeda vegetación hasta la conocida como Senda de Pescadores (589m.).
Iniciamos ahora un delicioso paseo entre la vegetación de ribera y las huertas remontando la margen derecha del río Iregua (izquierda) que nos proporciona bonitas estampas.
Recorrido 1,5Km llegamos a un imponente puente de piedra “El Puente Medieval” (que es del s. XVI). Lo atravesamos y nos dirigimos pegados al arcén de la N-111 a la conocida Venta de La Paula (615m.), que era la madre de Carmen la señora que junto a su hijo regentan esta popular ”venta”.
Aquí junto a varios folletos explicativos nos facilitan las llaves de la ermita de San Esteban.
Para acceder a esta preciosa ermita, hay que cruzar con mucho cuidado la concurrida carretera y atravesar una cancela. Un exigente y deslizante sendero va subiendo en continuos requiebros para negociar la pendiente entre olivos, aulagas, enebros. Al fin, llegamos a una gran oquedad en la pared de conglomerados que es donde se ubica esta curiosa ermita.
La ermita de San Esteban (725m.) del s. X de planta rectangular tiene una curiosa forma que se ha ido configurando a lo largo del tiempo, tras los desprendimientos de rocas y su posterior abandono, se restauró en los años 50 del s. XX y acortaron su primitivo tamaño.
Esta ermita carece de techumbre convencional, ya que esta función la realiza la oquedad de la roca. Pero los verdaderamente importante está en su interior, accedemos al oscuro interior (llevar linterna) y ante nosotros aparecen cuando la vista se acostumbra a la penumbra, una serie de frescos románicos del S.XII .La virgen escoltada por dos ángeles acompañados por un rey y una reina (pared Oeste), y en la pared de la derecha los 24 ancianos que tras el acortamiento de este antiguo lugar de culto se han quedado en doce.
Después de admirar esta bonita y mágica ermita iniciamos con cuidado el descenso que puede ocasionar algún mal paso si no llevamos calzado adecuado.
Y tras devolver las llaves, volvemos a cruzar el puente para recorrer la Senda de Pescadores siguiendo ahora el curso de la corriente del agua.
Salimos de la senda justo en una captación de agua y junto a un bonito estrechamiento que hace el conglomerado por encima del viejo camino de Viguera y el río.
Ya solo nos queda recorrer el trecho de asfalto entre casas de campo que nos separa de donde hemos aparcado el vehículo temprano esta magnífica mañana.
Waypoints
Waypoint
2,554 ft
Ladera empinada
Ladera empinada
Waypoint
2,175 ft
Senda derecha
Senda derecha
Waypoint
2,017 ft
Venta La Paula
Venta La Paula
Mountain hut
2,250 ft
Viguera
Viguera
Comments (1)
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Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Un agradable paseo