PECIÑA-ARTXABAL-QUEZPARRO-PEÑA COLORADA-CASTILLO DE VILLAMONTE-RIBAS DE TERESO-EREMITORIO GOBATE-ERMITA SAN BARTOLOMÉ:11/5/18

Este recorrido se puede hacer más fácil si no te desvías al Quezparro y en vez de ir por crestas cogiendo caminos por la parte alta de la sierra, pero así se le quita algo de aventura.

Junto a la fuente y lavadero de la localidad riojana de Peciña, empezamos la ruta pasando por la iglesia de San Martín. Al poco de andar unos metros por un camino cogimos un sendero a la izquierda que nos acercó al camino de Osluna.
Este camino es un sendero claro y bastante andado, que sube por un cordal hasta llegar al Puerto de Ataún de 1078 metros. Aquí entramos en zona de hayas hasta llegar a la cima Artxabal de 1172 metros.
Desde esta cima se puede bajar hacia el norte para coger un camino, pero nosotros decidimos ir por la cresta rocosa, que en tramos tiene cuerdas fijas para ayudar en los paso más complicados, pero no tienen demasiada dificultad, porque lo utilizan para pasar a algún puesto de palomeras.
Al terminar la cresta llegamos al puerto de Osluna donde cogimos un tamo del camino de Montoria, hasta que lo dejamos para ir al Quezparro de 1013 metros.
La subida a este cabezo tiene tramos de monte a través con bastante vegetación y tramos de hayedos limpios, también encontramos algo de matorral en la bajada antes de cruzar la cabecera del barranco del Molino y llegar de nuevo al camino de Montoria.
Por este camino llegamos al puerto de Peña Cerrada, donde nos desviamos un poco para subir monte a través al Castillo de Villamonte de 983 metros y regresar de nuevo al camino. Se trata de una roca donde han colocado una escalera de madera para poder subir a una palomera que tienen en la cima, donde tenemos buenas vistas del Toloño y la cresta que hemos recorrido.
El siguiente cabezo en pasar es Peña Colorada de 1023 metros, que se puede subir por varios sitios con diferente dificultad, pero la más fácil es rodeándola por el sur.
La bajada la hicimos por una garganta que da al norte y después por en medio del pinar llegamos a la senda de la Ermita del Toloño, que baja hacia Rivas de Tereso donde vimos el lavadero, la plaza con su fuente y la iglesia.
En el camino de regreso pasamos por los Eremitorios Gobate Norte y Este, que son son cuevas pequeñas excavadas en la roca y con varias tumbas. También nos desviamos algo del camino para pasar por la ermita de San Bartolomé de Onzales que esta en ruinas, pero tiene parte de los arcos y losas de la bóveda que merece la pena ver.
Para volver al camino fuimos por la orilla de campos de cultivo sembrados y antes de llegar a Peciña cogimos algún atajo en alguna curva del camino, para acortar el recorrido.