Paseo por las Cimas de Málaga: San Cayetano - Mirador de la Alemana - Cerro Lanza - Cerro Platero o Peluca - Cerro Negrete.

Para la ruta de hoy escogí algo cercano a Málaga, ya que los integrantes de este grupo "gastro-senderista" queríamos conocer el Restaurante Amador y me parecía que esta era la ruta más adecuada a una distancia prudencial. De esta forma, dejamos un coche en el inicio de la subida al cerro Negrete, para utilizarlo en la vuelta desde el final de la ruta y tras reunirnos, comenzamos a caminar junto al arco de San Cayetano. Nos dirigimos a la Lanza, el primero de los cerros del día, dando un rodeo para visitar "El nido de Irene Lemberger" conocido como el mirador de la Alemana; el segundo objetivo sería el cerro Platero o Peluca, para lo que debemos cruzar el río Campañillas, y como colofón llegar a Cerro Negrete tras cruzar la carretera de Almogía.

La primera parte de la ruta se realiza en su mayor parte por un amplio carril del que nos salimos en alguna ocasión con tramos campo a través. Al llegar a la base de la Lanza comienza un sendero deteriorado por el agua y el paso de las motos de campo; es bastante sencillo de seguir, pero yo me salí en la parte final para investigar un sendero que parecía dar un rodeo, lo que me obligó a llegar a la cima campo a través. Bajamos por un estrecho sendero en el que es recomendable usar pantalón largo y llegamos a una carretera que discurre paralela al río Campanillas, lo cruzamos por un puente y nos metemos en el lecho de un afluente que nos lleva en dirección al Platero.

La idea fue circunvalar el cerro para visitar las tumbas árabes y los yacimientos neolíticos que hay en su ladera (aquí comento que es mejor seguir unos cientos metros más adelante para girar, en vez del fuerte sube-baja que hicimos nosotros). Las tumbas se encuentran totalmente abandonadas a su suerte y lo mismo ocurre con el asentamiento que se levantaba en la cara oeste. "El asentamiento cuenta con una zona residencial en las cotas de mayor altitud y varias necrópolis repartidas por las lomas inferiores del cerro. Asimismo, se ha constatado la existencia de minas de cobre, explotadas durante el periodo de auge del poblado. Los restos encontrados hasta el momento, en la ladera suroriental y junto a un nacimiento de agua, evidencian una ocupación relacionada con estructuras defensivas dispuestas en terrazas artificiales protegidas por muros, sobre las que se situaban las viviendas".

Encaramos el fuerte ascenso final y desde la cruz que se yergue en su cima disfrutamos de las preciosas vistas, que incluyen los valles de Campanillas y Guadalhorce, la Sierra de Verdiales y a lo lejos alcanzan hasta la Sierra de las Nieves y el Torcal de Antequera. Realizamos un descenso calmado, pues el calor comenzaba a apretar y las articulaciones ya sentían el rigor de esta ruta rompe piernas. Solo nos quedaba un tramo de kilómetro y medio de carretera para llegar al desvío de ascenso al cerro Negrete. La primera cuesta es tremendamente inclinada y con el suelo descompuesto, lo que obliga a extremar la precaución, principalmente al bajar, pero merecía la pena recurrir a los últimos restos de energía para llegar hasta la cima y disfrutar de la bonita panorámica que este nos regala.