Paseo por la dehesa de la Cabrera

La ruta es un paseo por la dehesa de la Cabrera.
Se inicia junto al campo de fútbol donde pude aparcarse el vehículo si se ha ido hasta allí en él. Una puerta que debe posteriormente cerrarse permite el acceso.
Inmediatamente se pasa por debajo de la autovia, donde hay dos pasos canadienses, y ya nos encontramos con un panorama lleno de robles y encinas.
Enseguida encontramos un arrolluelo, que no corre en época seca.
En este primer tramo hay un camino que permite el caso de vehículos, aunque solo pueden usarlo los autorizados.
A los lados nos podemos encontrar alguna sorpresa con cuernos. Más adelante encontramos en época húmeda una gran charca a la izquierda junto a una zona rocosa. Es el gran placer de un perro a quien le guste el agua.
Poco más adelante el camino se estrecha y eleva suavemente alcanzando una zona con bonitas vistas.
Continua por un tramo con suelo pedregoso y una serie de altibajos, llegando a una nueva puerta que hay que abrir y posteriormente cerrar, para evitar que se escape el ganado que pueda haber por la zona.
Ya se ha alcanzado la cañada de las merinas. Muy poco después se gira a la derecha descendiendo hacia la parte baja de la Dehesa, transitando a través de la Cañada con un bonito paisaje.
Se llega a un punto donde se gira a la derecha y se sale por un portón provisto de un paso canadiense, enlazandose en este punto con la GR10 que está señalizada.
Se sigue esta o algunos de sus atajos y después de un nuevo giro a la derecha se circula casi paralelos a la autovia, hasta alcanzar un paso por debajo de esta, de nuevo provisto de paso canadiense, por donde se cruza girando a la izquierda. Inmediatamente del paso y desviándose unos metros a la izquierda nos encontramos un nuevo charco que suele tener agua, salvo en los meses más secos.
Se vuelve al camino que se va elevando hasta alcanzar una nueva puerta que permite la salida de la Dehesa al pueblo. En nuestro caso en vez de salir por ella giramos de nuevo a la derecha, pasando otra vez cerca de zonas encharcadas en meses húmedos, alcanzando la puerta por donde entramos inicialmente.
Como paseo tiene escasas dificultades, salvo algunas zonas pedregosas un tanto incomodas de transitar con calzado de paseo, alguna cuesta y algún tramo donde los motoristas pese a la prohibición de paso han horadado algunas roderas que incomodan el paso por la zona.
El recorrido se ha realizado el 10 de junio de 2008.