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Circular Pas d'en Grau, Mirador de la Trapa y Coll de ses Ànimes desde Sant Elm. Mallorca.

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Trail stats

Distance
6.93 mi
Elevation gain
1,978 ft
Technical difficulty
Moderate
Elevation loss
1,978 ft
Max elevation
1,215 ft
TrailRank 
41
Min elevation
17 ft
Trail type
Loop
Moving time
3 hours 2 minutes
Time
4 hours 5 minutes
Coordinates
1980
Uploaded
May 8, 2024
Recorded
May 2024
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near Sant Elm, Baleares (España)

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Itinerary description

- Pas d'en Grau (1.5 km)
- Cala en Basset (3.1 km)
- Pas de sa Barra (4.9 km)
- Mirador de la Trapa (5.9 km)
- Molí de Sang (6.2 km)
- Coll de ses Ànimes (7.1 km)

"Todo aquel que sube una montaña sólo para contemplar, cuando baja, vuelve mucho más rico”. Quinrri
En 1810 una comunidad de monjes trapenses, huyendo de la Revolución francesa, se instala en Mallorca. El canónigo Pere Roig pone a su disposición la propiedad que tenía en el Valle de Sant Josep de s’Arracó, que desde entonces se conoce como La Trapa. Los trapenses, además de los votos de pobreza y castidad, hacían voto de silencio. A La Trapa solo el «fraile del pan», que se dedicaba a recoger limosna, tenía relación con otras personas y por eso vivía en una cabaña alejada del monasterio, a Cala Sanutges, a un lado del camino que lleva hasta el Coll de La Trapa. La obra de transformación del valle fue espectacular. La construcción de los bancales y el sistema de captación de agua les permitió cultivar cereales, legumbres, verduras y frutales. Posiblemente contaron con la ayuda de constructores de bancales mallorquines, pero ellos ya tenían experiencia y conocimientos de las técnicas agrícolas y de conducción de agua. Fueron muy pocos los años en que los trapenses permanecieron en Mallorca. El año 1813 una parte de la comunidad abandona la isla y el resto lo hace definitivamente el 1824. Desde entonces la propiedad de La Trapa ha cambiado de propietario en varias ocasiones. El monasterio se transformó en explotación agrícola y sufrió varios cambios y adaptaciones a los nuevos usos. Se construyeron más bancales y otras edificaciones. A mediados del siglo XX se abandonó la explotación y los edificios empezaron a degradarse. A finales de los años ’70 del siglo pasado se trama sobre este enclave una clara amenaza en forma de proyecto de parcelación y urbanización. Con el objeto de evitar la destrucción del hábitat que hubiera supuesto la ejecución de ese proyecto, el GOB se plantea una ambiciosa y novedosa iniciativa: la adquisición de un espacio natural para su conservación y protección. Para ese desafío el GOB crea e impulsa los Amics de La Trapa, que fue un instrumento muy importante en la adquisición del espacio. Pero este sueño no tendría el valor que se le otorga si no fuera por el efecto dinamizador que tuvo sobre la sociedad civil local (particulares, empresas, instituciones públicas, asociaciones…) y el apoyo de varias entidades conservacionistas nacionales y extranjeras (WWF, Frankfurt Zoological Society, International Fund for Monuments…). En un momento en que en Mallorca no era una situación común adquirir un espacio natural para asegurar su protección, el GOB y Amics de La Trapa pusieron en marcha una iniciativa novedosa: una suscripción popular. Esta fuente de recursos se complementó con una subasta de obras de arte y, sobre todo, con aportaciones económicas decisivas entre las cuales destaca la de la Sociedad Zoológica de Frankfurt, que permitió finalizar los pagos asegurando así la operación de compra. La importancia de la propuesta transciende la simple adquisición y protección, dado que la principal entidad conservacionista de las Islas Baleares consiguió implicar a la sociedad (particulares, empresas, instituciones públicas, asociaciones…) en un proyecto común que no se limitó a la compra, sino que ha continuado con su gestión posterior. Además de la garantía de conservación gracias a su compra por parte del GOB, con posterioridad la Trapa ha recibido la protección de varias figuras legales. Así, en estos momentos la finca está amparada por las figuras de Zona de Especial Protección para las aves (ZEPA), Zona de Especial Conservación (ZEC) y Paraje Natural, y además forma parte también de la Sierra de Tramuntana Patrimonio Mundial.
Iniciamos la ruta en la pequeña población de Sant Elm. Este núcleo costero, antiguamente, era conocido como la Palomera, donde las tropas del rey Jaime I fondearon antes de desembarcar en Santa Ponça, en 1229. Hasta principios del siglo XX, Sant Elm vivía de la pesca y la salazón de pescado. Actualmente, esta pequeña localidad vive del turismo.
Por el Carrer Eolo, donde hemos aparcado, comenzamos a caminar en busca de la Avenida de la Trata para tomar después la Avenida de Salgar y bordeando la cala del mismo nombre tomar la calle de la Punta Blanca que saliendo del pueblo nos lleva a una pista que bordea los acantilados con vegetación mediterránea de palmitos y rastrojos; con bellas miradas a la isla sa Dragonera, con el Cap des Llebeig, a la cumbre de Na Pòpia (349 m.) su máxima altura con el Far Vell, y por último al Cap de Tramuntana y su faro.
Con las últimas lluvias la vegetación prolifera, pinos baqueteados por los vientos, abundante palmito, lentisco y matorral bajo. Todo ello con extraordinarias vistas al recortado litoral. El sendero se eleva junto a un enclave rocoso para salvar los acantilados y nos transita entre las rocas y la vegetación donde ralentizamos la marcha ante las preciosas panorámicas. Podemos constatar la poca distancia que existe entre las dos islas.
Llegamos al Pas d’en Grau, estrecho e inclinado pasillo rocoso por el que tenemos que descender un poco, y circular pegados a las paredes. No es que sea peligroso pero debemos extremar las precauciones. Luego el sendero comienza a remontar por terreno firme internándose en el bosque de pinos. Es un tramo en suave ascenso, con vegetación enmarañada y abundante, donde a lo lejos, al pie de la sierra vemos la Torre en Basset. Al elevarnos volvemos a tener grandes vistas al mar y a las calas de aguas cristalinas. Sin dejar de subir nos internamos en un bosque de delgados y espigados pinos sacudidos por los vientos, con muchos ejemplares derribados cuyos troncos y ramas servirán de abono y nutrientes para los nuevos retoños que brotan de las piñas caídas, es naturaleza en evolución.
En este amplio sector proliferan las sendas, unas recorren los acantilados y otras comienzan a subir hacia la Torre, al final se entrecruzan con el mismo destino. En las interiores suelen haber algunos mojones marcando el trazo más frecuentado entre la vegetación. El desnivel se acentúa y entramos en la parte más frondosa del bosque de pinos. Al tomar altura las vistas se extienden abarcando poco a poco la isla sa Dragonera al completo, por la otra parte la Torre en Basset va creciendo ante nuestros ojos.
La Torre de Cala en Basset fue edificada en el siglo XVI junto a la torre de Cap Andritxol y la torre de la Mola formando parte del conjunto de torres de defensa que servían para vigilar la costa y proteger la isla de las incursiones de los piratas. Es de construcción cilíndrica con una cámara principal y terraza, a la que se podía acceder con ayuda de una soga y unas grapas metálicas que daban apoyo hasta las empinadas escaleras y que han desaparecido. Extraordinarias vistas sobre sa Dragonera, Cala en Basset y el Morro de sa Rajada.
Proseguimos subiendo por la izquierda hasta alcanzar el collado, aquí comienza un alegre y serpenteante descenso entre los pinos y el matorral del bosque. Llegaremos a un punto en el que el trayecto a la cala es de ida y vuelta. Seguimos bajando hasta la orilla del mar. Cala en Basset, solitaria y recogida ahora en invierno, pese al día gris se distinguen sus aguas de color turquesa. En verano suele haber embarcaciones varadas. Sólo tiene acceso por mar y a pie, caminando unos 20 minutos desde el último lugar de aparcamiento, en el Camí de Can Tomevi, por el que luego regresaremos.
Vamos metidos en un bosquete de pinos Alepo y matorral entre viejos muros de pedra en sec. En otra intersección en la que también seguimos recto, por la indicación de una estaca vertical a La Trapa. En el camino, falto de tierra, afloran y se entrecruzan las raíces de los pinos formando una red enmarañada. Poco a poco el trazado se va inclinando sumando desnivel entre un bosque de pinos ahora más espeso de espigados ejemplares y matorral bajo. Algunos esporádicos mojones y puntos rojos en los troncos refuerzan el sendero.
Con la altura las vistas se amplían hacia el mar donde Sa Dragonera comienza a emerger, sobretodo su parte más elevada con los restos del Faro de Na Pòpia, así como la Illa Mitjana y Es Pantaleu, mucho más cercanos a la costa. El sendero se pega a la ladera del Serral d’En Salat para comenzar a rodearlo por su parte más alta con espectaculares panorámicas que van creciendo a cada paso. Ya podemos ver Sa Dragonera al completo con el Far de Tramuntana.
Viene la parte más pedregosa y descarnada de la subida donde hay que tomar precaución si no se tiene mucha experiencia montañera, pero el esfuerzo se compensa con las maravillosas vistas. A nuestros pies quedan Cala en Basset, su Torre y Sa Dragonera. El trazado nos da un respiro y se torna más horizontal para cruzar una vaguada para atacar la subida al tramo más elevado. En este trecho el sendero está reforzado con mampostería de pedra en sec con magnificas miradas al mar.
La subida al frontal rocoso está bien señalizada y es fácil de intuir, solo requiere más esfuerzo y paciencia para conseguirlo. Entre las rocas abundan los palmitos y algunos pinos pequeños logran enraizar sin tierra. Gran satisfacción al alcanzar el pequeño collado que nos da vistas a la otra vertiente con el Vall de Sant Josep con La Trapa en la vaguada. Damos las últimas miradas a Sa Dragonera que se queda sola en el mar. Un florido sendero entre matorral e incipientes pinos que resurgen de las piñas caídas de los últimos incendios comienza a descendernos hacia el valle donde entre sus ramas vemos los viejos edificios en restauración.
Antes tenemos que salvar un botador, izándonos por la primera de las tapias de escalera que suele haber en algunos recorridos para evitar que el ganado o la caza salga de las fincas. Ésta es de las sencillas. El paso queda franco y el sendero se convierte en camino carretero que proviene también de Sant Elm por la otra vertiente de la senda y antes camino que desciende de la zona del Puig de Ses Basses, Cap Fabioler y Coll de Sa Gramola.
Llegamos a La Trapa, monasterio trapense que se fundó en el año 1810 como consecuencia del éxodo de los monjes franceses durante la Revolución Francesa de 1789. Diez años más tarde el monasterio fue abandonado al suprimirse las órdenes monásticas por las leyes españolas. En solo 10 años, el valle había sido transformado. De solo producir carbón y cal pasó a cultivar trigo, vid, verduras, olivos y algarrobos. Llama la atención el conjunto de bancales que forman el valle y en los que se cultivó lo necesario para vivir, además del sistema hidráulico para el regadío.
Los trapenses eran vegetarianos estrictos y no podían hablar entre ellos. Al estar prohibido el contacto con la población local, el monje que recogía limosnas y comida por los alrededores debía vivir separado del resto de la comunidad. Hoy el valle de la Trapa pertenece al GOB que lo adquirió el año 1980, junto con otras sociedades, por suscripción popular, para impedir que fuera urbanizada la zona. La reconstrucción de la antigua Trapa se realiza muy lentamente con pequeñas aportaciones y el trabajo de voluntarios.
Las panorámicas son fantásticas, apareciendo de nuevo al final del valle Sa Dragonera. Lo rodeamos por la otra vertiente donde está el Molí de Sang, así llamado porque su motor era una caballería. Nos vamos acercando a Sa Era, una explanada casi redondeada que se asoma al acantilado donde se trillaban y aventaban los cereales y hoy es una gran ventana al mar con Sa Dragonera como protagonista, y mirando atrás, el diminuto valle.
Por debajo hay otra plataforma más pequeña que es el Mirador de la Trapa con similares vistas. Vamos regresando por el mismo camino hasta los primeros edificios del monasterio, y giramos a la izquierda para dirigirnos a la mina de conducción de agua, magnífica construcción para llevar el escasa agua de la zona hasta el monasterio. De regreso a las casas, y por la izquierda, tomamos el camino que sube por la ladera. Desechamos un botador por la izquierda que nos llevaría por el Camí del Coll de la trapa. La pista hace varias rampas dejando a la izquierda el Puntal de la Trapa y es Puntal des Forn que veíamos desde Sa Era. La Vall de Sant Josep se queda abajo junto a los acantilados, mientras, alcanzamos el Pas o Coll de Ses Ànimes que da nombre a este camino.
El Pas es el punto más alto de esta ruta que ofrece una buena panorámica. A partir de aquí comenzamos el descenso. A media bajada vemos las pequeñas presas de agua que hay en el estrecho y pronunciado cauce del torrent d’en Marcó, y la “caseta” restaurada que suponemos que fue la del trapense limosnero junto al barranco. Continuamos descendiendo por las numerosas lazadas que describe el camino hasta llegar a la última antes de alcanzar el Pla d’en Quern en que abandonamos el Camí del Coll des Cairats para girar por la derecha y tomar otro camino que un poco más adelante va a desembocar en el Camino de la Punta de Sa Galera. Seguimos por este camino, pasamos por Can Sen Biel Seguina que queda a nuestra derecha, y un poco más adelante, a nuestra izquierda tenemos Can Tomevi, casa que se encuentra en completo estado de abandono.
Seguimos la buena pista a la izquierda que nos dejará en nuestro punto de inicio, en Carrer Eolo. Nos adecentamos un poco y nos acercamos al centro de Sant Elm, Recorremos el pequeño embarcadero de donde salen las lanchas para sa Dragonera y paseamos por el litoral contemplando la isla para ir buscando un restaurante para comer, y lo encontramos un poco más arriba en una aireada terraza donde comimos opíparamente recordando los bellos paisajes.
Damos las gracias a “vaigapeu” y “juangblazquez” por el track y la descripción del mismo.
Y recuerda: “A veces nos perdemos, pero siempre llegamos”

Waypoints

PictographWaypoint Altitude 49 ft
Photo ofInicio

Inicio

PictographIntersection Altitude 105 ft
Photo ofIzquierda

Izquierda

PictographPanorama Altitude 115 ft
Photo ofVista de Sa Dragonera

Vista de Sa Dragonera

PictographMountain pass Altitude 157 ft
Photo ofPas d'en Grau

Pas d'en Grau

PictographWaypoint Altitude 246 ft
Photo ofTorre d’en Basset

Torre d’en Basset

PictographMountain pass Altitude 387 ft
Photo ofCollado de montaña

Collado de montaña

Collado

PictographIntersection Altitude 190 ft
Photo ofIzquierda

Izquierda

PictographIntersection Altitude 200 ft
Photo ofPista derecha

Pista derecha

PictographMountain pass Altitude 961 ft
Photo ofMirador natural del Pas de sa Barra

Mirador natural del Pas de sa Barra

PictographIntersection Altitude 925 ft
Photo ofPaso boltador

Paso boltador

PictographWaypoint Altitude 896 ft
Photo ofAntiguo Monasterio de la Trapa

Antiguo Monasterio de la Trapa

PictographFountain Altitude 925 ft
Photo ofMina de agua

Mina de agua

PictographWaypoint Altitude 892 ft
Photo ofMolí de Sang

Molí de Sang

PictographPanorama Altitude 804 ft
Photo ofMirador de la Trapa

Mirador de la Trapa

PictographIntersection Altitude 919 ft
Photo ofPoste indicador izquierda

Poste indicador izquierda

PictographMountain pass Altitude 1,220 ft
Photo ofColl de ses Ànimes

Coll de ses Ànimes

PictographWaypoint Altitude 801 ft
Photo ofCaseta y pequeña presa

Caseta y pequeña presa

PictographIntersection Altitude 358 ft
Photo ofDerecha rectos

Derecha rectos

PictographIntersection Altitude 262 ft
Photo ofCamino de Sa Galera

Camino de Sa Galera

PictographRuins Altitude 200 ft
Photo ofCasa Tomeví

Casa Tomeví

PictographIntersection Altitude 190 ft
Photo ofIzquierda

Izquierda

PictographWaypoint Altitude 56 ft
Photo ofFinal de ruta

Final de ruta

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