Parque turístico del Mamut. Humedal de El Padul. Ojo Oscuro. Granada

PARQUE TURÍSTICO DEL MAMUT Un estupendo lugar de Granada ideal para toda la familia.

Descripción extraída de Rincones de Granada en:

https://rinconesdegranada.com/parque-turistico-del-mamut

Acercarse hasta el Padul y caminar por alguno de los múltiples senderos que bordean esta población, es algo que deberíamos de hacer más a menudo. Hoy traemos tres de los recorridos más divertidos para realizar con los pequeños de la casa: la Ruta del Mamut, la Ruta del Rinoceronte Lanudo, y la Ruta del Tigre de Dientes de Sable, que podemos hacer en el Parque Turístico del Mamut.

En Rincones de Granada apostamos siempre por acercar a los jóvenes el conocimiento de su entorno, y si es de una manera amena, divertida y participativa mucho mejor. Nos parece una estrategia turística genial atraer el interés de los pequeños por la naturaleza y la prehistoria, utilizando el descubrimiento que se hizo, en la década de los 80 del siglo XX, de los restos de un mamut lanudo, en conexión con imágenes idílicas y simpáticas de ciertos animales prehistóricos. Por otro lado, los niños se sienten más identificados cuando cuentan animadamente que han hecho la Ruta del Mamut, que cuando dicen que han hecho la senda PR-X, por ejemplo. Así que desde aquí nuestras felicitaciones a quien tuvo tan fantástica idea.

Bueno…ahora toca contar un poco de lo que podemos ver en el Parque Turístico del Mamut, y algo de su historia

El Parque Turístico del Mamut se encuentra en el Humedal de El Padul, a un par de kilómetros de dicha población y a menos de 20 kilómetros de Granada capital.

Este espacio es una Reserva Natural protegida por el Parque Nacional de Sierra Nevada y declarado Zona de especial protección para las Aves (ZEPA), desde hace unas décadas. Además, por su singular biodiversidad biológica, y su interés geológico, este humedal está considerado como uno de los más importantes del sureste peninsular y se encuentra dentro del convenio RAMSAR.

El Humedal de Padul tiene una extensión de unas 300 hectáreas. La mayor parte de ellas están ocupadas por terrenos de cultivo, siendo unas 60 hectáreas las que se encuentran encharcadas y cubiertas de vegetación lacustre.

El Parque Turístico del Mamut está dominado en su mayor parte por carrizales, que conviven en armonía con aneas, lirios amarillos, tarajales, y sauces. Esta exuberante vegetación hace de punto de encuentro de algunos mamíferos, anfibios y de más de 158 especies de aves, tanto sedentarias como migratorias.

Entre las aves que podrás ver y fotografiar se encuentran el aguilucho lagunero, la garza real, la garza imperial, el ánade real, la agachadiza común, el pechiazul, el carricero común, el escribano palustre, el bisbita ribereño, la focha común, y la polla de agua, entre otras muchas.

La rana verde, el galápago leproso o la salamandra común son algunos de los anfibios que campan a sus anchas por las aguas de la zona. Entre los mamíferos más significativos que puedes encontrar en el Parque Turístico del Mamut se encuentran la rata de agua, el ratón de campo, o el zorro.

LA RUTA DEL MAMUT:

La Ruta del Mamut es quizás el estandarte de las tres rutas que podemos hacer por el Parque Turístico del Mamut. Se trata de una ruta circular de 8,3 km de distancia, fácil, accesible y cómoda para hacer con los niños. Este sendero tiene como punto de inicio y final los Jardines de la Estación de tren, en el casco urbano de Padul, que tras un breve recorrido urbano nos adentra en plena naturaleza.

La Ruta del Mamut recorre el humedal de Padul pasando por un sendero de madera, hasta llegar al Aula de la Naturaleza de Aguadero. Allí nos darán la bienvenida unas esculturas de un mamut lanudo y un tigre de dientes de sable, realizadas por el artista José Vera Ruiz. Por el camino encontraremos varios miradores y zonas de descanso.

EL SENDERO DEL RINOCERONTE LANUDO:

El Sendero del Rinoceronte Lanudo, al igual que la ruta del Mamut, parte de los Jardines de la Estación, aledaños al ayuntamiento de Padul. Tras un breve recorrido por la zona de expansión urbana del pueblo, se adentra en la historia romana de Padul, donde son apreciables todavía las huellas que dejaron los carros romanos a su paso en la Vía Iberoromana del Camino de los Molinos, en el Cerro de los Molinos. Producidas por el paso de estos vehículos durante las épocas fenicio-punicas e ibero-romanas.

La Ruta del Rinoceronte Lanudo, aprovecha como senda los caminos rurales, accediendo al corazón de la llanura y vega de Padul, que en otro tiempo fue el lecho de la laguna.

Este sendero, además de poseer unas impresionantes vistas a Sierra Nevada, la Sierra del Manar y el núcleo urbano de Padul, recorre lugares tan señalados como antiguos molinos, turberas, canales de evacuación conocidos como “madres”, y tierras de cultivo. Es ideal para conocer un poco del pasado del entorno, comenzando por la misma toponimia de Padul, que proviene del vocablo latino Palus-dis, que significa laguna o charca. En la época árabe se transformó en Al Badul, y con el paso del tiempo llegó a convertirse en El Padul.

También deberíamos hacer hincapié en que de lo que fue una extensa laguna natural, de más de 50 kilómetros cuadrados, apenas queda hoy una ínfima parte, porque a partir del siglo XVIII se comenzó un drenaje y una desecación artificial por parte del Conde de Villamena, que duró muchos años. Gracias a esta desecación de la laguna se implantaron en este humedal varias minas de turba o turberas, en la primera mitad del siglo XX.

RUTA DEL TIGRE DE DIENTES DE SABLE:

El sendero del Tigre de Dientes de Sable, con sus 10 kilómetros de largo es la ruta de mayor intensidad y recorrido. Ofrece una amplia visión de todo el espacio natural del Humedal de Padul,

Este sendero no solo tiene en común con la Ruta del Rinoceronte Lanudo su inicio, en los Jardines junto al Ayuntamiento, sino que comparte con ella un buen tramo del recorrido. Después de bordear el cerro de los Molinos, sus fuentes, molinos y restos históricos recorre todo el espacio natural entre huertos, carrizales, y acequias, hasta confluir con el Sendero del Mamut en la zona sur de la Laguna de Padul, por la que podremos volver cómodamente tras visitar el Aula de la Naturaleza.

Por último, si quieres aprovechar la mejor luz para hacer buenas fotos, es recomendable realizar el itinerario durante la mañana en sentido Aguadero-Padul, o a la inversa al atardecer. La época más propicia para visitar el Parque Turístico del Mamut es en primavera y en otoño, cuando el paso migratorio es más abundante y se ve el mayor número de especies de aves. Así que, si te acercas a la zona, no te olvides de unos prismáticos.

LEYENDA DEL OJO OSCURO:

Descripción extraida de Waste ideal en:

https://waste.ideal.es/padul-ojooscuro.htm

El nacimiento del Cuaternario
Las aguas de Sierra Nevada buscan la luz a través del Ojo Oscuro, una misteriosa fuente en forma de lago.


Afloran corrientes subterráneas que bajan desde los lagunillos de alta montaña para alimentar las ‘madres’, ríos y lagunas de la hoya de Padul
Por Juan Enrique Gómez y Merche S. Calle / IDEAL - Waste Magazine

Unas formas amarillentas y plateadas alteran el reflejo de las nubes sobre las aguas de la pequeña laguna. Recuerdan grabados renacentistas que representan los monstruos marinos que habitan el fin del mundo, aunque no son más que las estelas que provocan los barbos que buscan materia orgánica con la que alimentarse y les permita permanecer como privilegiados inquilinos de un hábitat acuático oculto a la mirada del progreso, de un pequeño lago formado por las aguas filtradas desde la alta montaña nevadense, un espacio generado tras la afloración de la gran cordillera alpina, que hace 20 millones de años comenzó a cambiar el relieve del Mediterráneo y provocó el lavantamiento de Sierra Nevada. Sus conglomerados, sedimentos y riadas de piedra, crearon la hoya de Padul y Dúrcal, y con ella, pequeñas cubetas del Cuaternario donde se concentran las aguas que dejan pasar los relieves y fallas de las montañas de su entorno. Se le conoce como el Ojo Oscuro, un nombre teñido de fascinación, misterio y miedo.

El tronco sin vida de un viejo álamo marca desde la distancia el punto exacto en el que se encuentra el manantial del Cuaternario, junto a la gran laguna y turbera del Aguadero, en el humedal de Padul. A pesar de su apariencia de pequeño lago no deja de ser una surgencia de aguas subterráneas, una fuente que alimenta el cauce del río Padul, las ‘madres’ (acequias) que inundan las turberas y la depresión creada entre las sierras del Manar (estribaciones de Sierra Nevada) y la de Almijara. Forma una lámina de agua de medio centenar de metros de largo por unos treinta de anchura, que está completamente rodeada de carrizales, zarzas, chopos y vegetación típicamente lagunar. Un espacio que no deja indiferente a quien lo contempla, ya que su gran profundidad (alrededor de 35 metros en el centro de la cubeta) le otorga un color especial, y sobre todo un halo misterioso alimentado por leyendas muy arraigadas en el imaginario popular de las gentes de Padul y el Valle, para quienes no solo es el lugar donde surge el agua del centro de la tierra, sino que está formado por sinuosas galerías que llegan al mar.

Cuentan que en una ocasión un carro de bueyes cayó en sus aguas y se hundió tan profundo que no pudo ser rescatado, pero pasado un tiempo, el carro apareció cubierto de algas en una playa de Motril, a la orilla del mar. Una conexión fruto de leyendas que abundan en misteriosas desapariciones de personas que quisieron bañarse en sus aguas, se sumergieron y nunca más volvieron, lo que hace que los vecinos de este privilegiado espacio natural eviten acercarse demasiado a las orillas del Ojo Oscuro y adentrarse entre sus carrizales. No importa que la hoya de Padul, la totalidad del humedal, sea una cuenca endorreica, lo que significa que no posee salida directa al mar y que sus aguas se consideren someras, es decir poco profundas excepto en puntos concretos como este manantial, o el centro de la turbera, donde las extracciones de carbón orgánico perforaron la tierra en busca de los restos de biodiversidad convertida en combustible fósil, entre el que aparecieron los últimos mamuts del sur de Europa.






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