PARQUE NACIONAL DE LOS MONTES BUCEGI- CASCADA SPUMOASA-CORDILLERA DE LOS CÁRPATOS DE TRANSILVANIA-RUMANÍA

Marcha realizada el jueves 4 de agosto de 2016
AVISO: Se entiende, que todo aquel que quiera realizar esta misma ruta, asume la responsabilidad que conlleva una actividad no exenta de posibles riesgos o incidentes, en un entorno en el que el sentido común y las circunstancias pueden marcar la diferencia entre pasar un buen día o todo lo contrario.
Hoy nos hemos acercado desde Brasov hasta la población de Busteni en pleno Parque Nacional de Bucegi, en el corazón de los Cárpatos. La idea original era coger el telecabina o góndola que llaman por aquí, para subir hasta la cota 2000, y desde allí, hacer una de las dos marchas que llevamos planificadas.

Pero cual no será nuestra sorpresa, cuando al llegar para comprar el ticket, nos encontramos una cola que da la vuelta entera a la manzana, con un tiempo de espera, que nos dicen supera las dos horas y media, y con el condicionante añadido de que la última góndola de bajada lo hace a las 5 de la tarde. Conscientes de que teníamos que haber madrugado mucho más, decidimos dar un paseo por la zona, para acercarnos hasta la cascada Spumoasa. El primer tramo, formado por una pista de tierra que gana altura con rapidez, también está repleto de rumanos y algún que otro turista, que también han desistido de perder el tiempo en una cola interminable. Al medio kilómetro dejamos la pista, para nada más sobrepasar un arroyo, tomar por la derecha un sendero que internándose por un espeso bosque y con una pendiente cada vez mayor, ya no dejaremos hasta llegar a una especie de refugio de madera, muy cercano a la cascada. En el par de kilómetros de subida, ya nos hemos encontrado mucha menos gente, pero sí hemos visto, que a lo largo del recorrido había diferentes canalizaciones y tomas de agua, para las turísticas poblaciones de Busteni y Sinaia, que entre otras cosas, cuentan incluso con estación de esquí. En el camino de vuelta tomamos el primer cruce por la izquierda, que internándose aún más por el espeso bosque de coníferas, nos baja más rápido hasta la misma rivera del arroyo, que ahora habremos de vadear por una zona con grandes piedras. Aunque parezca increíble, la cola se ha reducido tan sólo a la mitad, pero aún hay gente que piensa tener margen suficiente para subir y bajar, antes de que sean las cinco.