Parque Nacional Cahuita

Paseo desde Cahuita hasta Punta Cahuita
Una de las zonas de mayor belleza escénica de Costa Rica por sus playas de arena blanca, grandes cocoteros, aguas azul turquesa y su arrecife de coral. El parque nacional Cahuita es un área natural protegida, ubicada en la provincia de Limón, Costa Rica, a 42 km al sur de la capital de la provincia. Cuenta con un área de 1067.9 ha terrestres y 22400 ha marinas. Fue creado para proteger la flora, fauna, arrecifes de coral y varios ecosistemas marinos.
Nosotros contratamos una visita con guía, pero se puede hacer por cuenta propia. Hay dos entradas al parque, puesto que está gestionado por un lado por el estado y por otro por el pueblo de Cahuita.
Si entras por el pueblo de Cahuita tienes que dar una donación voluntaria y si entras por Puerto Vargas, que es gestionado por el estado, pagas una entrada.
Partimos del pueblo de Cahuita con guía y se tiene la opción de solo la caminata o bien caminata y snorkel en el arrecife, pero esta segunda parte no pudo ser pues por las lluvias de días anteriores, el mar estaba algo turbio y no lo recomendaban.
El parque abre a las 8:00 de la mañana y cierra a las 16:00 en la zona de Puerto Vargas y a las 17:00 en la de Playa Blanca. Hay que tener en cuenta que allí se hace de noche sobre las seis PM.
Después de dar nuestro donativo, y de dejar nuestro nombre en un registro de la caseta de control (GPS: 9.736548, -82.839193), comenzamos a caminar por un sendero paralelo al mar en un ecosistema de bosque húmedo lluvioso. Esta zona de costa se llama Playa Blanca y dispone de mesas donde la gente puede disfrutar llevando su almuerzo a la sombra de palmeras y otros árboles que llegan a la orilla. Las vistas son impresionantes y a lo largo del sendero podemos encontrar mapaches, monos aulladores, monos de cara blanca o capuchinos, cangrejos ermitaños, varios tipos de serpientes, perezosos, mariposas de colores llamativos, enormes insectos, hormigas cortadoras de hojas, incluso vimos un colibrí en su nido. Sin la ayuda de nuestro guía que conocía el lugar donde para cada uno de estos animales no seríamos capaces de ver tanto. Teníamos una serpiente camuflada en un árbol a un metro y nos la tuvo que señalar para poder verla.
Hay que tener cuidado con los monos de cara blanca porque son capaces de llevarte tu mochila para conseguir alimento.
En el camino tuvimos que descalzarnos para cruzar dos ríos, el río Suárez que tenía aviso de peligro por cocodrilos, pero estos no entran en el mar, así que en la orilla no hay problema. También se pasa por senderos elevados sobre tablas en la zona de manglares. Cruzamos el río Perezoso. Pasamos por un antiguo pozo de exploración petrolera del que emanaban unos gases y cuyas aguas tenían un extraño color azul. Allí metimos los pies para relajarnos. También vimos una enorme araña con su tela en los restos de árboles sobre la orilla.
Al llegar a Punta Cahuita tomamos un descanso y un rato de relax y de baño, regresando por el mismo sendero.