PARQUE DE UBIÑAS: Peña Redonda, Peña Cigacha, Pachón, Ranchón y Huertos del Diablo

Rutísima con Alberto por una zona del Parque de las Ubiñas hasta ahora desconocida para mí, de las mejores que hayamos hecho en el último año; día perfecto, algo nublado y fresco pero sin lluvia…

Nos llegamos en coche hasta el pueblo de Ricabo desde el valle de Proaza (se puede acceder por la Cobertoria desde Pola de Lena), y tomamos una pista hasta una curva donde hay sitio para unos cuantos coches.

La primera parte de la ruta, unos 5 kilómetros con 500 metros de desnivel, es toda por camino/sendero que no tiene mayor problema que la pendiente constante. Según avanzamos nos acercamos a la impresionante muralla de roca a nuestra derecha formada por los picos que luego subiremos (Cigacha, Ranchón…). Cada prado, cada rincón, nos va ofreciendo vistas variadas y a cuál más bonita. Después de la Campa Charga bajamos unos cuantos metros hasta un pedrero que nos deja enfrente de dos canales, a elegir. Optamos a la derecha por el Canalón Bajero (en vez del Cimero). No tiene más dificultad que ser una cuesta herbosa al principio muy empinada. Al terminar la canal teníamos la modesta Peña Redonda a la izquierda, que no tengo claro si entraba en el plan original pero un rápido sube-baja y primero pa la saca.

Volvemos al track original para otro tramo bien chulo entre peñas, sorprendentemente tendido y con vistas chulísimas a la derecha de Peña Rueda, que nos deja al pie de Peña Cigacha. La subida no es especialmente cómoda ni tampoco difícil, bastante empinada pero siempre protegida entre roca. Rápida bajada y, al llegar al collado, nos separamos porque había una trepadina marcada en el mapa y yo decidí rodear el Pachón por la izquierda, más fácil y con una única grieta en la que hay que reptar un poco porque la peña parece escupirnos.

Seguimos hacia el Ranchón, cuya subida parece tremenda desde enfrente. Ciertamente lo es, pero se hizo mucho más llevadera de lo que parecía. Bajada sencilla del Ranchón y decidimos subir también el Huerto del Diablo Sur, que se hizo algo más pesada aunque tampoco lo parecía. Y subir éste y no subir el Huerto Norte era absurdo después de la panzada que llevábamos, claro.

Seguimos en larga bajada por terreno despejado, con un tramo en que se cruza la Vega Socellares cuya laguna seguramente vivió tiempos mejores… Al final de la vega subimos al modestísimo monte El Cabezu, que no tiene malas vistas, y tras un corto descenso entre monte bajo entramos en la última parte de la ruta: un espectacular hayedo ya maduro con una falda de hojas ocres por el suelo. Por suerte se distingue el sendero y hay abundantes jitos. Bajando por el bosque vamos más o menos paralelos al arroyo que de ve a la izquierda, que cruzamos un par de veces más abajo, hasta llegar a la pista que nos lleva al punto de partida.

Ruta espectacular que, salvo fuentes, tiene un poco de todo: bonitos prados, subidas por canales, un hayedo de los molones… y unas vistas acojonantes todo el día de Peña Rueda, Tapinón, Siegalavá, Fariñentu y Fontanes sobre todo. Aparte de éstos, perspectiva curiosa del Aramo, el Sueve, el mar, etc.
En general fácil técnicamente, aunque “moderada” es lo adecuado por la dureza, distancia, desnivel… Mola mucho!