Páramo de Belmira

Se inicia con la entrada al parque de Belmira la cual está rodeada de pastos verdes brillantes y muchas vacas, es una tierra muy agradable. Una vez en el pueblo empieza la caminada hacia el cementerio y cuando se terminan las casas que están allí cerca se cruza un cerco a la izquierda para comenzar el primer ascenso que pone a prueba tu capacidad física porque es algo exigente. A 500 m se observa una torre de celular y al lado derecho se encuentra la entrada a un canalón por donde se debe continuar el ascenso hasta llegar a un aviso de Corantioquia que está a 1200 m después de la torre y allí se atraviesa un puente en madera. A partir de allí el camino se torna moderadamente plano atravesando potreros y quebradas, es un paisaje muy tranquilo y relajante, se continúa durante 2800 m hasta llegar a una finca por medio de la cual se cruza y se gira a la izquierda para iniciar el segundo ascenso bordeando una quebrada y aproximadamente a 600 m de la finca se gira a la derecha para internarse en el bosque y terminar el ascenso hasta la cabaña que tiene allí construida el Municipio; este último ascenso es duro y se debe atravesar por el medio de los matorrales y arbustos.
Una vez se llega a la cabaña se puede disfrutar de una gran vista hacia los municipios del norte de Antioquia y los llanos de cuivá, además de la compañía de cientos de frailejones de todos los tamaños, algunos majestuosos con cerca de 300 años de edad.
Desde la cabaña se hace el descenso hacia el costado occidental y cuando se termina el área de los frailejones se interna en el bosque por un camino estrecho y muy resbaladizo hasta llegar al Río Chico por donde se busca la salida hacia la carretera destapada y finalmente hacia el pueblo.

Es una ruta muy bonita en todo su recorrido, por las vistas que ofrece, los campos, la flora propia de los páramos, la fauna, los hermosos pastos, el clima, en fin por todo.

Recomendaciones: llevar buena hidratación, repelente y muy importante un bastón.