Pantano de Mansilla-RÍO PORTILLA-Circo de su cabecera

El Parque Natural del Alto Najerilla se creó en diciembre de 2022 integrando la comarca de las 7 Villas, compuesta por los municipios de: Canales de la Sierra, Villavelayo, Mansilla de la Sierra, Viniegra de Abajo, Ventrosa de la Sierra, Viniegra de Arriba y Brieva de Cameros. Está enclavado al SO de La Rioja, en la cuenca alta del río Najerilla ocupando una extensión de más de 45000 Ha. Limita con la Sierra de la Demanda al O. y NO, la Sierra de Urbión al S. y las Sierras de Hormazas y del Camero Nuevo al E., lindando al SO. , S. y SE con las provincias de Burgos y Soria, pertenecientes a Castilla y León. Se compone de largos valles surcados de ríos y arroyos encajonados entre las escarpadas laderas de altas cumbres, algunas de más de 2000m, atesorando una variada biodiversidad de flora y fauna, que vive en unos paisajes increíbles. Estos preciosos municipios, algunos considerados entre Los Pueblos más Bellos de España tienen como sustento una ganadería extensiva de una gran calidad y un incipiente turismo sostenible, pero necesitan un buen empujón para salir de la despoblación y de un cierto abandono (población en 2021, 390 personas, 0,86 hab/Km2).
Dicho esto, os voy a acercar en esta exigente ruta a uno de los valles más desconocidos, solitarios, olvidados y más maravillosos de estos lares, el llamado por algunos Valle Perdido o Valle Escondido, larguísimo y hoy casi salvaje, el precioso Valle del río Portilla, con hechuras “pirenaicas” en muchos sentidos, bendecido por una riquísima vida animal y vegetal.
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Después de madrugar y conducir desde Logroño durante 1:15´por la serpenteante, aunque en los últimos años haya mejorado, carretera LR-113, llegamos a la pared de la presa de Mansilla. Cruzamos por ella con nuestro coche hacia la otra orilla del pantano de 63 Hm3, Mar de La Rioja, Océano de las 7 Villas, incorporándonos a una pista de grava siguiéndola hacia la derecha. Vamos recortando el contorno del embalse que sumerge desde 1960 las casas del antiguo pueblo de Mansilla que disfrutó entre otros la insigne escritora Ana María Matute .Hoy a parte del Puente de Suso transformado en arco triunfal, solo queda por encima de las aguas, la reconstruida ermita de Santa Catalina. Mirando a nuestra derecha vemos las atípicas casas serranas del pueblo nuevo de Mansilla de la Sierra. Conducimos con cuidado, por espacio de 6,5 Km pasando varios corrales hasta un pequeño puente sobre el río Portilla.

La marcha va a ser larga, cerca de 30 Km e invertiremos casi 10 h (con descansos), con un desnivel acumulado de más de 1200 m. En ciertos lugares la progresión va a ser bastante enmarañada y en otros montañera ,- por estas razones considero que en su conjunto es una ruta difícil-., Nuestro objetivo es aventurarnos desde la desembocadura hasta el nacimiento del río Portilla, volviendo al lugar de partida. No es recomendable coger agua del río, por la existencia de ganado y animales salvajes desde su cabecera. Por ejemplo, yo he porteado en mi mochila con 4l. y me ha sobrado muy poca, en un buen día de sol y nubes con moderado calor.

Empezamos junto al pequeño puente de hormigón (altura 937m. Hora 7:21´) remontando el río hacia el S. por una pista de grava, pasando junto a un pabellón de ganado en el término de Santa Gadea. Ya no nos vamos a separar mucho del cauce durante largo espacio de tiempo, siendo nuestro hilo conductor.
Caminamos con la fresca a buen paso en subida por la margen izquierda junto a la vegetación de ribera por el término de Molinillo. La ladera de solana de la otra orilla, también a nuestra izquierda está poblada por magnificas encinas y robles quejigos, en la de umbría ahora nos acompañan los rebollos.



A medida que avanzamos, el espectáculo de las altas y pendientes laderas pobladas de exuberante vegetación es verdaderamente grandioso. Tras una curva hacia la derecha la pista se acaba en la confluencia con el barranco conocido como el Vallejo de los Lobos, también conocido como Barranco Zapato (1044m., 2,2Km, 7:55´).

Progresamos ahora por un marcado sendero que se interna bajo la hojarasca de un bonito hayedo. Donde dejan espacio las hayas, surgen las escobas y el monte bajo que quieren invadir la pequeña traza el viejo Camino de Villar. En otras épocas frecuentado por pastores, se mantiene ahora a duras penas por el paso de los animales, algún que otro pescador o cazador y a los pocos excursionistas que se atreven a adentrarse por estos apartados y solitarios parajes. Caminamos por la senda que nos transporta por la llamada dehesa de Aranguecia, en la orilla opuesta se aprecian restos de muros desvencijados de antiguas tenadas: como la de Dos Puertas y la de Las Peñas. Poco a poco vamos bajando al encuentro del río y pasamos rozando las piedras secas de una tenada con el tejado hundido (como todas) y atravesamos de un brinco el arroyo del Barranco Reato (1050m., 4,6Km).
Más adelante pasados unos 230m, después de dejar a la izquierda una pasarela de madera que atraviesa el rio por debajo de una zona escarpada de rocas, encontramos un antiguo corral arruinado engullido por la maleza y las ortigas. Seguimos otros 275m, y vemos unos rediles deshechos, nos encontramos como hormigas unos 475m por debajo del Collado de la Puza (1542m.). La presencia ganadera y pastoril trashumante fue bastante importante a tenor de los vestigios de rediles y tenadas abandonadas. Camino ahora observando las pozas del río por bonitos tramos de vereda esculpidos en la piedra y otros excavados en la ladera, llegando como dicen los mansillanos a Villar (1130m., 6,7Km). Es una zona que se abre con cierta anchura y donde se forman unas campas que se prolongan hasta un barranco que fluye desde la derecha, el de La Capellanía.

Este es un lugar ideal para hacer una pequeña parada, porque a partir de aquí afrontaremos lo más “salvaje”. Por la izquierda (en el sentido de la marcha) en la ladera de brezos, aulagas, enebros y escobas, baja un camino desde el Collado Grande (1474m.). Por accederíamos al paralelo, más conocido y frecuentado, el espectacular Valle del río Urbión. A la derecha a la altura de dos corrales de piedra, sube una empinada y sucia trocha que nos llevaría por la loma que sube desde el Pico Sabadón (1594m.) y hacia el cordal entre el Cabeza Herrera (2002m.) y La Calleja (1822m.). Como dato curioso decir: que hasta estas bucólicas, solitarias y lejanas praderas, el pasado verano del año 2022, llegaron caminando, portando sus tiendas de campaña y enseres, un nutrido grupo de hippies, La Familia Arcoíris venidos desde diferentes lugares del mundo. Buscaban quizás, “meditar durante el ciclo lunar, en contacto y respeto con la madre tierra, en paz, libertad sexual y psicodelia, etc.”. El revuelo mediático a nivel nacional fue cojonudo, que por lo menos ayudó a situar en el mapa estos olvidados y abandonados lares que hoy atravieso, imaginándome lo que tuvo que ser aquello, al ver los concéntricos círculos de piedras sobre la hierba.



Dejamos atrás los dos corrales (derecha) y una pasarela de madera sin atravesarla a la izquierda junto al Barranco de la Capellanía (1147m., 7,5Km. son las 9:25´). Continuamos internándonos cada vez más, remontando el río llegando hasta otra pequeña vega, pero esta vez llena de rocas donde desemboca por la diestra la vaguada que desciende desde las alturas de Hoya Herrera, donde encontramos como no, restos de majadas (1155m., 8,1Km).
El sendero se vuelve cada vez más huidizo y cerrado por la maleza y parece jugar con nosotros al escondite, pero con paciencia, fijándose bien, lo volvemos a pillar. Reaparece la vereda y más adelante se nos muestra en todo se esplendor tallada en la pared de roca transformándose la marcha más fluida. Mientras caminamos observando en la otra orilla varios muretes de antiguos corrales, llegamos a una nueva pasarela de madera (1275m., 11Km., hora: 10:53´) sobre el pequeño cauce y esta vez sí la cruzamos, con un sentimiento de respeto como si este fuera el río Bio Bio adentrándonos en territorio Mapuche.

Es la primera vez que pasamos a la margen derecha e iniciamos un trayecto que va ser más enrevesado. Unas cuerdas azules colgadas de la maleza y las ramas de los arboles van a ser nuestras particulares “miguitas de pan o hilo de Ariadna”. Pasamos junto a los muros caídos de la Tenada de Pozo Negro (1180m., 11,1Km.) situada en el fondo de un barranco. Seguimos junto al rio unos 250m y nos despegamos de él en unos muretes de piedras, subiendo por la ladera de monte bajo E. Marchamos entre 30 y 40m por encima del cauce que se sitúa ahora a nuestra derecha, por un sendero poco claro, entre las escobas y matorral durante unos 600m. para introducimos en un oscuro hayedo.
Bajamos hacia el río y remontamos por la otra orilla la de la margen izquierda, profundizando como un jabalí entre los troncos y rocas por espacio de más de 500m. Salimos a un pequeño claro con arbustos donde podemos divisar al fondo el pequeño refugio de Pie de Porqueros (1421m., 12,7Km, hora: 11.42´).

Había leído vagas referencias que la mejor opción para acceder desde este punto hasta el circo era rodear la loma subiendo casi a su cumbre por la vertiente O, rodeándola por la parte superior derecha (sorteando el creciente maleza). Ahora comprendo escarmentado por qué es la mejor opción, para evitar en lo posible el “impenetrable” jungla que constituye el hayedo y el abundante matorral que dominan sobretodo la ladera E. Pero al carecer de un track válido, empujado por un impulso irracional, quizás salvaje, aventurero, hacen que me sumerja de lleno en la ladera copada por las hayas. Poco a poco desciendo penósamente para ir por donde puedo, casi pegado al cauce. Como un animal herido y acorralado sin mirar atrás voy avanzando ralentizado por la pendiente ladera, los troncos, las ramas, las rocas; suerte que llevo pantalón largo y camiseta de manga larga, ya que avanzar se hace difícil y subir es quedar empalado como una presa de alcaudón entre los pinchos. Así que no queda otra sino apechugar con la mala decisión y abrirse paso, cuento con la referencia del pedregoso cauce y de la inestimable ayuda del GPS, porque el móvil hace tiempo que ha perdido la cobertura.
Zigzagueando por el río, superando las diferentes trampas, salgo por fin a lugar despejado por la orilla derecha, ha casi 1Km que se me ha hecho eterno.

Como una aparición, de repente se abre ante mí el grandioso circo de la cabecera del Portilla. Aunque ya lo conocía por haber vivaqueado en cierta ocasión en el cordal entre el Pico Tres Provincial (2040m.) y el Muñalba (2072m.) y por remontar el río Urbión hasta Camperón (2101m.) y el Peñas Claras (2167m.) hacia el Pico Urbión (2228m.), después de lo que llevo andado, es como pasar del Purgatorio al Cielo, o como llegar al Paraíso. Recuperado el ánimo me acerco hasta el bucólico refugio de la Isla (1560m., 14Km.) son las 12:37´y llevo unas 5h caminando sin prisa pero sin pausa.



Descanso y me avituallo absorto por el panorama, con la vista en tres ciervos que beben tranquilamente con la única compañía a distancia de una manada de vacas que los sorianos traen a pastar (previo pago) hasta estas preciosas praderas por la pista que sube hasta un aparcamiento cercano al refugio del Bunker desde Duruelo de la Sierra.

Como el cordal S. de la Sierra de Urbión ya lo tengo pateado y ascenderlo supondría dilatar en demasía la excursión, sopesando lo que aún queda de regreso hasta donde he aparcado el coche, decido atajar hacia mi izquierda subiendo al collado de Campolengo, dejando a la derecha el Cerro Navilla(1929m.).
Dicho y hecho, subo una loma con restos de muretes de piedra y estudio el pendiente ascenso para negociarlo de la mejor forma. A medida que voy subiendo no resisto la tentación de mirar hacia atrás y quedarme como estatua de sal con el espectáculo.



En modo tractor llego al collado de Campolengo (1757m., 15,9Km, hora: 13:31´).
Nuevas panorámicas impresionan mi retina, rodeado de dosmiles y caminando hacia el N. entre el río Urbión a mi diestra y en Portilla a mi siniestra, unos metros por debajo de la línea de cumbres mientras sopla un viento moderado.
Tras unas laderas herbosas llego a la pista que me acompañará hasta el final de esta magnífica ruta. Esta parte desde el mismo puente del inicio, terminándose en este collado Monte Covacho Rubio y Tello, estamos a 1746m de altura, llevamos 17Km y son las 13:54´ en la cara Sur del pico Alrrucea (1918m.).
Me protejo con el sombrero del sol que empieza a picar, mientras voy en ligero descenso con la mirada en el fondo del valle intentando identificar los diferentes hitos por los que antes he pasado.
Desde lejos veo en una ladera pequeños bultos blancos que me parecen ovejas y temo la presencia de mastines protegiéndolas. Al acercarme más, veo que realmente son piedras y respiro aliviado. Continuo a buen paso llegando a unas praderas entre pinos en Collado Grande (1474m. ,22Km, hora: 15:00´) donde una manada de caballos y yeguas me da la bienvenida en este bonito lugar, paso entre magníficos valles.



Prosigo y cuando empiezo a subir estudiando en el mapa lo que aún me queda, que es una buena tirada bajo el sol, decido parar a la sombrea de un viejo roble, comer y beber convenientemente para acometer el último arreón.
Con nuevos bríos, llego al collado de la Puza (1543m. 23,9Km), lugar donde existió hasta el último tercio del s. XX unas explotaciones a cielo abierto para la extracción de mineral de hierro la mina La Inglesa.
El camino empieza a bajar y paso unos metros por encima de un abrevadero conocido como fuente La Puza (1398m., 25,5Km) en la ladera SO del Alcaste (1779m.). La pendiente de descenso aumenta y la ladera se puebla de viejas encinas. Ya puedo ver a la izquierda el pabellón de ganado por el que he pasado al comienzo. Bajo por un pequeño atajo y llego contento y algo cansado al final de esta grandiosa aventura junto al puente del Portilla (937m.), después de caminar 29,8Km, durante 9h y 54´totales, parando entre pitos y flautas 1:41´, acometiendo 1200m de desnivel acumulado por un territorio fascinante.

N.A.La inspiración no surge de la nada,para realizar esta ruta largamente ansiada desde mucho tiempo;me animó a decidirme a acometerla, entre otras lecturas y crónicas,las vivencias de la marcha planificada por el esforzado e incansable Román , para mi club la Sociedad de Montaña Sherpa de Logroño ,que vivieron una jornada muy dura influenciada por la metodología adversa en mayo de este año...
Sirva esta modesta entrada, cómo agradecimiento a todas esas personas que comparten sus energías y experiencias con los demás sin esperar nada a cambio.👍👏😀

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