166. Pancorbo Senderos de Montemayor PRC-BU 89
near Pancorbo, Castilla y León (España)
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Itinerary description
📸 FOTOS:
▶ Las 6 primeras seleccionan aspectos de interés (con descripción al pie).
▶ Las siguientes se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 66 (para Senderismo): dificultad 'Media' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 661 metros (superior al que estima Wikiloc).
PREÁMBULO
Hoy toca metafísica (aplicada…).
‘Salir o no salir’ (esa es la cuestión)”. Parodio (respetuosa y rebuscadamente) el inmortal ‘Ser o no ser’ del conocido monólogo retórico. En tal titubeo me hallo unas horas antes de dar el primer paso (éste es literal, más que literario).
…¿Pero, de qué hablas, que a tan trascendente asunto clamas? ¿Tan filosófico es el dilema en una u otra de sus alternativas? ‘Habla en plata’. Desciende….
Si salgo de caminata por el monte, puedo agravar una torcedura de tobillo sufrida hoy hace siete días y que aún gimotea.
…. Vaya, pues no salgas; así de sencillo. Esas lesiones exigen una cura lenta. Pasea sólo un poco por un parque cercano.
Ya, y entonces, ¿el alma, qué? Ávida de sorpresas y de retos; de estimulación novedosa que la libere de la rutina narcótica; de conocimiento que la eleve por encima de la carne y la materia.
…. ¡Qué paciencia! (contigo; Qué poca la tuya…). Espera unos días más. Siete o diecisiete, ¿qué más da? Sobórnala mientras con alguna engañufla (¡hay tantas en oferta…!).
¡Ay!, demasiadas veces lo he hecho; a diario. Tanto que está ya encallecida. De ahí al ‘…o no ser’ sólo queda un paso. Así que, ¿sabes qué te digo? Voy a dar el paso, pero en sentido opuesto; muchos pasos, en realidad.
¡Me voy de marcha! (arrastro al cuerpo, …para así ‘salvar el alma’). Ya veremos cómo vuelven uno y otra….
LA RUTA
Me guié por el trazado de Parque Natural Montes Obarenes-San Zadornil: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/prc-bu-89-senderos-de-montemayor-pancorbo-38594339 . Fue muy útil. Allá en el bosque hay una infinidad de senderos y desvíos. Alargué la travesía casi 2 km en su segmento circular, sin alterar apenas el desnivel.
La ruta oficial comienza, en el aparcamiento de La Calera, abajo, en las afueras de Pancorbo. Sin embargo, se puede subir con vehículo por una pista hasta un parking junto a la Peña el Mazo. En realidad, el tramo de subida (1,4 km aprox.; y luego bajada) hasta allí tiene escaso interés. Desde ese punto empieza la circular.
Para la descripción de la ruta, me remito a la que proporciona, muy bien elaborada, el autor recién mencionado en el enlace citado más arriba.
Esencialmente, una vez en el punto de inicio de la sección circular, y tras dejar el mirador de Peña el Mazo sobre el desfiladero de Pancorbo, nos internamos en el bosque. Atravesando los variados ecosistemas, no abandonaremos su cobijo hasta el final del regreso.
En un perfil bastante aserrado (sin llegar a ‘rompepiernas’), vamos pasando, en secuencia, por algunos hitos de referencia:
Las Fuentecillas (km 3,1, aprox.), Los Cerros (km 3,8, aprox.), el barranco del Bardal (km 5,5, aprox.), el camino de Carrasalineros (km 6,4, aprox.), La Cabaña (km 7,4, aprox.), Los Trampales (km 8,0, aprox.), El Llanillo (km 8,6, aprox.), Los Paúles (km 9,1, aprox.), la Ermita de San Mamés (km 9,8, aprox.), la fuente La Dehesa (km 11,3, aprox.), y el extenso hayedo (km 10,1 a 13,1, aprox.) que nos devuelve al punto de partida del circuito (km 13,9).
En cuanto a las demandas, sin dificultades técnicas, la ruta tiene baja exigencia física (aparte de la opcional subida inicial hasta el parking del mirador). En cambio, para la orientación, dados los múltiples senderos, y aun a pesar de la buena señalización, se hace muy recomendable el uso de una guía en tiempo real.
DESTACADO
El Viento:
Abajo no se apreciaba, pero arriba soplaba un ventarrón glacial.
Temí por las fotos; que salieran ‘movidas’. No porque el vendaval agitara las montañas o arrastrara los árboles (sus copas bien se bamboleaban) como objeto fotográfico, sino porque me moviera a mí. Más de una vez tuve que apoyarme en soportes fijos o el suelo.
Aunque la temperatura estaba por encima de cero grados, la sensación térmica parecía muy inferior. Me encasqueté el pasamontañas; sin vergüenza. Luego, en zonas interiores y bajas del bosque, el viento amainó y la temperatura se suavizó.
Pero Eolo siguió zarandeando las hojas y las ramas. Su voz bronca y destemplada, variable según el arbolado, se convirtió, en realidad, en una grata compañía. Su soliloquio era a veces un bufido; otras, refunfuño; ahora sonaba a bramido; luego a rabieta. Era como un ogro bueno. Me divertí.
La Variedad Vegetal:
En relativamente pocos kilómetros, el bosque ofrece tal heterogeneidad de especies arbóreas que más bien parece un jardín botánico: encinas, robles, pinos, enebros, acebos, arces, hayas, etc. Algunos ejemplares centenarios añaden aún más vistosidad.
Eso por no hablar de las enredaderas que serpentean y se enroscan a los árboles; o de los líquenes. O de las hojas caídas que tapizan y almohadillan el suelo. O del musgo de un verde brillante que recubre las piedras. O de las filigranas de raíces que adornan el sendero.
Estamos en la fase más árida del invierno. El final del otoño se ha llevado los colores. Los nuevos brotes aún se ocultan temerosos, agazapados. No cabe sino preguntarse que, si ahora este bosque resplandece así, cómo lo será en su plenitud otoñal (o en primavera).
Los Caballos Losinos:
Casi nada más comenzar la parte circular de la ruta, un panel al lado del camino anuncia la presencia del caballo Losino. Es una raza equina autóctona, con hondas raíces históricas, ahora en peligro de extinción. Tiene rasgos muy característicos: color negro (negros los vi), tupé, crin y cola generosos, ojos grandes y expresivos, porte noble….
En estado de semi-libertad por estos montes, tuve la suerte de verlos y emocionarme con su singularidad. En el km 4,5, una manada de ellos (unos 12) desayunaban tranquilos en unos comederos. Me miraron sutilmente. Su interés inmediato estaba en quehaceres más importantes. Merodeé alrededor a cierta distancia para no alterar su sosiego.
Un regalo de lujo.
La Mano Humana:
Aparte de las bellezas naturales, incluidos los caballos, algunas construcciones humanas enriquecen el entorno por motivos diversos.
El refugio de La Cabaña, en lo profundo del bosque, es una pequeña edificación bien conservada por fuera y adecentada por dentro. Con una cocina de leña funcional, una pila de madera, garrafas de agua, una zona elevada para acostarse, mesa, etc. Más una nota de gratitud de un visitante junto a un presente, una barra de turrón….
Las ruinas de la ermita de San Mamés. A ellas no se les puede exigir el mismo estado de conservación. Son los restos de un eremitorio que data sus orígenes en el siglo V y además sufrió un grave incendio en el siglo XVIII. Aún se pueden observar parte del ábside eclesial, una necrópolis con tumbas antropomorfas, y unas cuevas.
Es destacable el buen hacer de Parque Natural Montes Obarenes-San Zadornil, que nos facilita el disfrute de estas maravillas. Me refiero a la señalización de la extensa red de sendas de la zona. A quien corresponda la iniciativa, la organización y el esfuerzo, gracias.
ANÉCDOTA
Hoy son dos las anécdotas: la primera, más ‘teórica’; la segunda, más ‘práctica’.
*Anécdota ‘Teórica’:
…Y (dando continuidad y resolución al suspense del Preámbulo), tras la caminata ¿cómo terminaron el cuerpo y ‘la incorpórea’? El tobillo de carne y hueso partía aliquebrado; la otra, la inmaterial, anhelante.
Si la sensatez se hubiera impuesto, no habría salido de casa. Pero hoy tocaba gastar las ingentes reservas de sensatez autoimpuestas y acumuladas largamente. La (in)sensatez decantó el fiel en favor del corazón (a pesar del tobillo).
No resultó mal. Con la marcha, el alma se fue desentumeciendo y expandiendo. Entregada la atención al entorno, los males del tobillo ni los noté. El día siguiente (hoy), sigue igual que el día antes. ‘Un éxito’. El poder del espíritu sobre la carne (digo yo…).
…Para, no te embales. Dejemos algo claro:
Primero, el tobillo, sanar, lo que se dice sanar, no lo ha hecho.
Segundo, en lugar de tanta elucubración, ¿por qué no dices que, antes de salir, te enfundaste un par de buenas tobilleras elásticas en el pie, una encima de otra?
Y, tercero, y definitivo: ¿por qué no admites (vergonzosamente) que, para evitar el terreno con mucha pendiente que pudiera estresar al tobillo, iniciaste y terminaste la ruta directamente en el mirador de Peña del Mazo, arriba? (*)
…Así que ¡‘menos humos’ por el ‘éxito’!
Nota (*). Puntualizo que, en efecto, fui en coche hasta el parking del mirador, con el fin de prevenir daños extra al tobillo lesionado. Bastaría, pues, con restar 1,4 km (subida) + 1,4 km (bajada) de longitud a esta ruta, así como 188 metros de desnivel (818 [arriba] – 630 [abajo]. De este modo sabrán otros senderistas lo que se ahorrarían (‘…si tienen excusa’).
*Anécdota ‘Práctica’:
A lo largo de la ruta, más bien en su parte intermedia, encontré varias (4 o 5) puertas enrejadas, en sólidos vallados de alambre; entiendo que para evitar que salgan las ganaderías.
Todas las puertas (unos 2 metros de altas) tienen un formato similar, con unas barras metálicas verticales. Es posible que (hace tiempo) me haya encontrado con ese tipo de puertas, pero no lo recordaba (detalle importante; para ‘exculparme’).
En la primera puerta había un espacio de separación de 30 cm entre las barras. Aunque con algo de apretura, puede pasar sin tener que quitarme la mochila.
En la segunda, con 25 cm de separación, tuve que descolgar la mochila, y pasar de perfil, a duras penas. “Qué raro…”, me dije. “¿Sólo las personas delgadas podrán hacer esta ruta?”.
En la tercera (al salir al camino de Carrasalineros), la separación era de 22 cm. Habría sido imposible, pero no hizo falta cruzarla porque había al lado una portonera grande abierta (para vehículos). “Claro, es tan estrecha la puerta peatonal, que han tenido que poner ésta”.
Dado que en los tres casos puede cruzar al otro lado y continuar, no me detuve a pensar ni a mirar ‘más allá’…. La vista y la mente estaban ocupadas (deslumbradas, al parecer) con el resto del entorno.
Mas llegó la cuarta puerta y la separación entre barrotes era (más o menos) como en la tercera. Imposible pasar, a menos que seas un fideo (de verdad, nada de metáforas). Y no había alternativa, sino darse la vuelta.
Aquí (‘¡por fiiin!’) agucé el ingenio. En realidad, bastaba con darse cuenta del sinsentido y luego afinar la vista. Algo tapado por los hierbajos u hojarasca, estas puertas tienen un mecanismo de corredera. Presionando las barras lateralmente, el hueco se ensancha.
Me giré alrededor con la cabeza gacha y la mirada huidiza, sonrojado, por si había alguien observando. Como nadie me había visto, enseguida ‘me vine arriba’: “¡Qué listo soy!”. (¡Anda, que...!)
Moraleja práctica: Ningún problema tendrás para superar las puertas en esta ruta (…si estás a lo que debes…).
RUTAS CERCANAS
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/de-bozoo-al-pico-recuenco-82136444
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/san-zadornil-metropoli-verde-afeitada-por-fuerza-mayor-120090536
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/senda-de-la-fortaleza-de-santa-engracia-solo-circular-123320009
▶ Las 6 primeras seleccionan aspectos de interés (con descripción al pie).
▶ Las siguientes se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 66 (para Senderismo): dificultad 'Media' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 661 metros (superior al que estima Wikiloc).
PREÁMBULO
Hoy toca metafísica (aplicada…).
‘Salir o no salir’ (esa es la cuestión)”. Parodio (respetuosa y rebuscadamente) el inmortal ‘Ser o no ser’ del conocido monólogo retórico. En tal titubeo me hallo unas horas antes de dar el primer paso (éste es literal, más que literario).
…¿Pero, de qué hablas, que a tan trascendente asunto clamas? ¿Tan filosófico es el dilema en una u otra de sus alternativas? ‘Habla en plata’. Desciende….
Si salgo de caminata por el monte, puedo agravar una torcedura de tobillo sufrida hoy hace siete días y que aún gimotea.
…. Vaya, pues no salgas; así de sencillo. Esas lesiones exigen una cura lenta. Pasea sólo un poco por un parque cercano.
Ya, y entonces, ¿el alma, qué? Ávida de sorpresas y de retos; de estimulación novedosa que la libere de la rutina narcótica; de conocimiento que la eleve por encima de la carne y la materia.
…. ¡Qué paciencia! (contigo; Qué poca la tuya…). Espera unos días más. Siete o diecisiete, ¿qué más da? Sobórnala mientras con alguna engañufla (¡hay tantas en oferta…!).
¡Ay!, demasiadas veces lo he hecho; a diario. Tanto que está ya encallecida. De ahí al ‘…o no ser’ sólo queda un paso. Así que, ¿sabes qué te digo? Voy a dar el paso, pero en sentido opuesto; muchos pasos, en realidad.
¡Me voy de marcha! (arrastro al cuerpo, …para así ‘salvar el alma’). Ya veremos cómo vuelven uno y otra….
LA RUTA
Me guié por el trazado de Parque Natural Montes Obarenes-San Zadornil: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/prc-bu-89-senderos-de-montemayor-pancorbo-38594339 . Fue muy útil. Allá en el bosque hay una infinidad de senderos y desvíos. Alargué la travesía casi 2 km en su segmento circular, sin alterar apenas el desnivel.
La ruta oficial comienza, en el aparcamiento de La Calera, abajo, en las afueras de Pancorbo. Sin embargo, se puede subir con vehículo por una pista hasta un parking junto a la Peña el Mazo. En realidad, el tramo de subida (1,4 km aprox.; y luego bajada) hasta allí tiene escaso interés. Desde ese punto empieza la circular.
Para la descripción de la ruta, me remito a la que proporciona, muy bien elaborada, el autor recién mencionado en el enlace citado más arriba.
Esencialmente, una vez en el punto de inicio de la sección circular, y tras dejar el mirador de Peña el Mazo sobre el desfiladero de Pancorbo, nos internamos en el bosque. Atravesando los variados ecosistemas, no abandonaremos su cobijo hasta el final del regreso.
En un perfil bastante aserrado (sin llegar a ‘rompepiernas’), vamos pasando, en secuencia, por algunos hitos de referencia:
Las Fuentecillas (km 3,1, aprox.), Los Cerros (km 3,8, aprox.), el barranco del Bardal (km 5,5, aprox.), el camino de Carrasalineros (km 6,4, aprox.), La Cabaña (km 7,4, aprox.), Los Trampales (km 8,0, aprox.), El Llanillo (km 8,6, aprox.), Los Paúles (km 9,1, aprox.), la Ermita de San Mamés (km 9,8, aprox.), la fuente La Dehesa (km 11,3, aprox.), y el extenso hayedo (km 10,1 a 13,1, aprox.) que nos devuelve al punto de partida del circuito (km 13,9).
En cuanto a las demandas, sin dificultades técnicas, la ruta tiene baja exigencia física (aparte de la opcional subida inicial hasta el parking del mirador). En cambio, para la orientación, dados los múltiples senderos, y aun a pesar de la buena señalización, se hace muy recomendable el uso de una guía en tiempo real.
DESTACADO
El Viento:
Abajo no se apreciaba, pero arriba soplaba un ventarrón glacial.
Temí por las fotos; que salieran ‘movidas’. No porque el vendaval agitara las montañas o arrastrara los árboles (sus copas bien se bamboleaban) como objeto fotográfico, sino porque me moviera a mí. Más de una vez tuve que apoyarme en soportes fijos o el suelo.
Aunque la temperatura estaba por encima de cero grados, la sensación térmica parecía muy inferior. Me encasqueté el pasamontañas; sin vergüenza. Luego, en zonas interiores y bajas del bosque, el viento amainó y la temperatura se suavizó.
Pero Eolo siguió zarandeando las hojas y las ramas. Su voz bronca y destemplada, variable según el arbolado, se convirtió, en realidad, en una grata compañía. Su soliloquio era a veces un bufido; otras, refunfuño; ahora sonaba a bramido; luego a rabieta. Era como un ogro bueno. Me divertí.
La Variedad Vegetal:
En relativamente pocos kilómetros, el bosque ofrece tal heterogeneidad de especies arbóreas que más bien parece un jardín botánico: encinas, robles, pinos, enebros, acebos, arces, hayas, etc. Algunos ejemplares centenarios añaden aún más vistosidad.
Eso por no hablar de las enredaderas que serpentean y se enroscan a los árboles; o de los líquenes. O de las hojas caídas que tapizan y almohadillan el suelo. O del musgo de un verde brillante que recubre las piedras. O de las filigranas de raíces que adornan el sendero.
Estamos en la fase más árida del invierno. El final del otoño se ha llevado los colores. Los nuevos brotes aún se ocultan temerosos, agazapados. No cabe sino preguntarse que, si ahora este bosque resplandece así, cómo lo será en su plenitud otoñal (o en primavera).
Los Caballos Losinos:
Casi nada más comenzar la parte circular de la ruta, un panel al lado del camino anuncia la presencia del caballo Losino. Es una raza equina autóctona, con hondas raíces históricas, ahora en peligro de extinción. Tiene rasgos muy característicos: color negro (negros los vi), tupé, crin y cola generosos, ojos grandes y expresivos, porte noble….
En estado de semi-libertad por estos montes, tuve la suerte de verlos y emocionarme con su singularidad. En el km 4,5, una manada de ellos (unos 12) desayunaban tranquilos en unos comederos. Me miraron sutilmente. Su interés inmediato estaba en quehaceres más importantes. Merodeé alrededor a cierta distancia para no alterar su sosiego.
Un regalo de lujo.
La Mano Humana:
Aparte de las bellezas naturales, incluidos los caballos, algunas construcciones humanas enriquecen el entorno por motivos diversos.
El refugio de La Cabaña, en lo profundo del bosque, es una pequeña edificación bien conservada por fuera y adecentada por dentro. Con una cocina de leña funcional, una pila de madera, garrafas de agua, una zona elevada para acostarse, mesa, etc. Más una nota de gratitud de un visitante junto a un presente, una barra de turrón….
Las ruinas de la ermita de San Mamés. A ellas no se les puede exigir el mismo estado de conservación. Son los restos de un eremitorio que data sus orígenes en el siglo V y además sufrió un grave incendio en el siglo XVIII. Aún se pueden observar parte del ábside eclesial, una necrópolis con tumbas antropomorfas, y unas cuevas.
Es destacable el buen hacer de Parque Natural Montes Obarenes-San Zadornil, que nos facilita el disfrute de estas maravillas. Me refiero a la señalización de la extensa red de sendas de la zona. A quien corresponda la iniciativa, la organización y el esfuerzo, gracias.
ANÉCDOTA
Hoy son dos las anécdotas: la primera, más ‘teórica’; la segunda, más ‘práctica’.
*Anécdota ‘Teórica’:
…Y (dando continuidad y resolución al suspense del Preámbulo), tras la caminata ¿cómo terminaron el cuerpo y ‘la incorpórea’? El tobillo de carne y hueso partía aliquebrado; la otra, la inmaterial, anhelante.
Si la sensatez se hubiera impuesto, no habría salido de casa. Pero hoy tocaba gastar las ingentes reservas de sensatez autoimpuestas y acumuladas largamente. La (in)sensatez decantó el fiel en favor del corazón (a pesar del tobillo).
No resultó mal. Con la marcha, el alma se fue desentumeciendo y expandiendo. Entregada la atención al entorno, los males del tobillo ni los noté. El día siguiente (hoy), sigue igual que el día antes. ‘Un éxito’. El poder del espíritu sobre la carne (digo yo…).
…Para, no te embales. Dejemos algo claro:
Primero, el tobillo, sanar, lo que se dice sanar, no lo ha hecho.
Segundo, en lugar de tanta elucubración, ¿por qué no dices que, antes de salir, te enfundaste un par de buenas tobilleras elásticas en el pie, una encima de otra?
Y, tercero, y definitivo: ¿por qué no admites (vergonzosamente) que, para evitar el terreno con mucha pendiente que pudiera estresar al tobillo, iniciaste y terminaste la ruta directamente en el mirador de Peña del Mazo, arriba? (*)
…Así que ¡‘menos humos’ por el ‘éxito’!
Nota (*). Puntualizo que, en efecto, fui en coche hasta el parking del mirador, con el fin de prevenir daños extra al tobillo lesionado. Bastaría, pues, con restar 1,4 km (subida) + 1,4 km (bajada) de longitud a esta ruta, así como 188 metros de desnivel (818 [arriba] – 630 [abajo]. De este modo sabrán otros senderistas lo que se ahorrarían (‘…si tienen excusa’).
*Anécdota ‘Práctica’:
A lo largo de la ruta, más bien en su parte intermedia, encontré varias (4 o 5) puertas enrejadas, en sólidos vallados de alambre; entiendo que para evitar que salgan las ganaderías.
Todas las puertas (unos 2 metros de altas) tienen un formato similar, con unas barras metálicas verticales. Es posible que (hace tiempo) me haya encontrado con ese tipo de puertas, pero no lo recordaba (detalle importante; para ‘exculparme’).
En la primera puerta había un espacio de separación de 30 cm entre las barras. Aunque con algo de apretura, puede pasar sin tener que quitarme la mochila.
En la segunda, con 25 cm de separación, tuve que descolgar la mochila, y pasar de perfil, a duras penas. “Qué raro…”, me dije. “¿Sólo las personas delgadas podrán hacer esta ruta?”.
En la tercera (al salir al camino de Carrasalineros), la separación era de 22 cm. Habría sido imposible, pero no hizo falta cruzarla porque había al lado una portonera grande abierta (para vehículos). “Claro, es tan estrecha la puerta peatonal, que han tenido que poner ésta”.
Dado que en los tres casos puede cruzar al otro lado y continuar, no me detuve a pensar ni a mirar ‘más allá’…. La vista y la mente estaban ocupadas (deslumbradas, al parecer) con el resto del entorno.
Mas llegó la cuarta puerta y la separación entre barrotes era (más o menos) como en la tercera. Imposible pasar, a menos que seas un fideo (de verdad, nada de metáforas). Y no había alternativa, sino darse la vuelta.
Aquí (‘¡por fiiin!’) agucé el ingenio. En realidad, bastaba con darse cuenta del sinsentido y luego afinar la vista. Algo tapado por los hierbajos u hojarasca, estas puertas tienen un mecanismo de corredera. Presionando las barras lateralmente, el hueco se ensancha.
Me giré alrededor con la cabeza gacha y la mirada huidiza, sonrojado, por si había alguien observando. Como nadie me había visto, enseguida ‘me vine arriba’: “¡Qué listo soy!”. (¡Anda, que...!)
Moraleja práctica: Ningún problema tendrás para superar las puertas en esta ruta (…si estás a lo que debes…).
RUTAS CERCANAS
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/de-bozoo-al-pico-recuenco-82136444
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/san-zadornil-metropoli-verde-afeitada-por-fuerza-mayor-120090536
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/senda-de-la-fortaleza-de-santa-engracia-solo-circular-123320009
Waypoints
Comments (2)
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Bonita ruta!!!
Sí que lo es! (Incluso en lo más hondo del invierno). Gracias, emars.