P. Nat. Sierra de Grazalema: de Grazalema a Benamahoma por el sendero del Pinsapar (PR-A 347)

Hoy Galo y yo nos acercamos al Parque Natural Sierra de Grazalema para realizar una de sus rutas más emblemáticas, el Sendero del Pinsapar que crece en la cara norte de la Sierra del Pinar (en esta zona a los pinsapos se les llamaba pinos y por ello el nombre de esta Sierra). Para realizar esta ruta hay que solicitar permiso en el Centro de Visitantes de El Bosque, algo que yo hice la semana pasada, pero por errores con el correo electrónico no lo pude recibir, así que tuvimos que desplazarnos hasta El Bosque para recogerlo en mano. Una vez situados en el centro de visitantes cambiamos de planes y decidimos llevar un coche hasta Grazalema y dejar dejar allí el otro, para completar el recorrido desde Grazalema a El Bosque a través de dos senderos, el del Pinsapar y el del Río Majaceite, un total de 17 kilómetros con un desnivel negativo total de algo más de 1.100 metros. Yo me sentiría más cómodo haciendo el recorrido en sentido inverso, subiendo ese desnivel y no bajándolo, pero se trata de una cuestión de preferencias personales.

La ruta comienza en ascenso, a través de un pinar en el que tenemos unas preciosas estampas de Grazalema y la Sierra del Endrinal y nos deja en el Puerto de las Cumbres, donde cambiamos de ladera y accedemos a amplias panorámicas que abarcan una vasta extensión que, además de lo anterior, incluye la totalidad del pinsapar, la crestería de la Sierra del Pinar hasta el Torreón, con un impresionante primer plano del cerro San Cristóbal, la sierra de Zafalgar, los llanos de Rabel y el llano de la Viña del Moro. Ahí nos incorporamos a una senda que irá faldeando la sierra hasta que, pasada la cresta del Cerro San Cristóbal, se mete de lleno en el pinsapar. Se trata de un bosque maduro, donde no se ha realizado ninguna tala desde hace 50 años, y donde encontramos muchos árboles caídos por culpa de la edad y de los fenómenos atmosféricos, que permiten que el bosque se vaya regenerando a buen ritmo y que la vida florezca gracias a los nutrientes que aportan. Pese a que nosotros estamos muy acostumbrados a los pinsapares, no deja de asombrarnos y emocionarnos el paseo por este entorno único, del que sólo se puede disfrutar en esta sierra y en el Parque Nacional de Sierra de las Nieves.

Conforme descendemos, el bosque va incorporando nuevas especies, como las encinas y los quejigos, hasta que llegamos al Llano de los Vientos, donde tomamos un desvío que nos lleva hasta Benamahoma, en caso de seguir recto llegaríamos al Puerto del Viento, donde encontramos el carril que va a los llanos de Ravel. Este sendero también desemboca más abajo en el mismo carril y a partir de aquí el pinsapo desaparece, dejando paso a un pujante monte mediterráneo, aunque es tan amplio que nos permite disfrutar de buenas perspectivas de las sierras que lo circundan, la del Hinojal y la del Pinar, en cuyas cumbres descubrimos el vuelo de los buitres que se acercan desde sus cercanas buitreras en la Garganta Verde. En algunos momentos llegamos a contar 15 buitres sobrevolando una de las sierras y 10 en la otra; todo un espectáculo que nos acompaña en los algo más de 3 kilómetros de carril hasta la puerta de acceso que da fin a la ruta.