P. Nat. Cabo de Gata - Nijar: Amanecer en la Vela Blanca, calas del Carbón, Medialuna, Mónsul y Barronal por los acantilados.

Hacía dos días que había terminado una ruta mañanera en el Cerro de la Vela Blanca y me había dado cuenta que era allí a donde tenía que ir para ver el amanecer (dejo aquí un link a esa ruta: De Cabo de Gata a la Vela Blanca). Así que me levanté temprano ya que a las 7:05 hs. era la amanecida; a las 6:45 estaba en la Vela Blanca y comencé a tomar fotos; la pena es que no hubiese ninguna nube que pudiera servir de contraste y reflejar los colores del alba pero, en cualquier caso, el espectáculo fue imponente, ya que al grandioso entorno se le une la salida del sol por el lugar más idóneo. En fin, solo puedo decir que fueron unos momentos inolvidables.

La ruta planificada para complementar esa soberbia aurora era el "Sendero de la Vela Blanca" (SL-A 105), algo que fue pensado como una aberrante carretera litoral y que se ha convertido en el eje articulador de las visitas al entorno San José - Cabo de Gata, de una forma bastante más respetuosa con ese privilegiado espacio natural. Había visto algunos tracks que utilizan un sendero paralelo al oficial y pensaba acercarme a las preciosas playas que se bordean. Con esta idea comencé la ruta disfrutando de la impactante luz solar y acercándome a varios salientes para ver esos agrestes cortados y de esa forma llegué a Cala Carbón. Allí vi a un corredor que aparecía por un cerro y pensé en preguntarle si había forma de hacer el recorrido pegado al mar, pero cuando lo volví a ver ya había sobrepasado nuestro punto de intersección. Pensé que no perdía nada yendo por donde lo había visto a él y así lo hice.

Decir que la decisión fue todo un acierto, pude completar una fantástica travesía desde Cala Carbón hasta la Playa Barronal bordeando la costa, que con seguridad podría llegar hasta el Morrón de los Genoveses y probablemente podría haberse iniciado en Punta Redonda, ya que en aquella dirección vi desaparecer al corredor del que he hablado. El sendero es estrecho y accidentado, con continuos subes y bajas para salvar los cerros que separan las distintas calas y playas, pero está bien definido y no guarda ninguna dificultad para una persona acostumbrada a caminar por el monte. Las panorámicas de esa abrupta línea litoral son asombrosas y las calas que vamos sorteando son cada cual más hermosa, Carbón, Medialuna, Mónsul, Barronal... y otras más pequeñas y recoletas cuyo nombre no conozco. Y en relación a lo que he denominado como cerros que separan esas calas, caminaremos por la ladera de una sierra volcánica donde accedemos a lugares tan peculiares como la lengua de lava fosilizada que divide la playa de Mónsul o a la emblemática duna rampante, monumento en continua evolución al capricho de los vientos de poniente.

Llegado a la playa naturista de Barronal me di un buen baño en sus aguas cristalinas, que sirvió para limpiar todo el polvo y cansancio del camino. Después tomé el sendero que la une con el carril de acceso a las calas y lo seguí hasta cerrar una ruta circular de las que quedan grabadas en la memoria.