Oiarbide y Arkueks

Paseos de Ikandu
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Ruta desde Albi .

Paseo donde vamos a visitar por un lado una de las cotas menos conocidas de esta visitada Sierra de Aralar .
Dejamos el coche en el aparcamiento de Albi y seguimos la ruta tradicional que nos lleva a los rasos de Aralar . En el caso de hoy vamos a salirnos de la senda pocos metros antes de la estela existente en el camino . Nos desviamos a la izquierda y de manera bastante intuitiva llegamos a la cima de hoy desde donde tenemos buenas vistas de San Donato . Realizamos el descenso en dirección de la senda donde una vez llegamos a la estela tomaremos un camino dirigiéndonos a los Arkueks . Una vez visitados volvemos por la senda tradicional para llegar a Albi donde hemos dejado el coche parando antes en el dolmen de Albi .

Ruta mitológica sin ninguna cima pero pasando por puntos con gran encanto en Aralar . Hemos aprovechado para realizar una mañanera disfrutando de las luces del casi amanecer con temperaturas frescas para pasar a una mañana calurosa. Si algo hay en Aralar son leyendas mitológicas y lugares donde si bien los estudiosos en algún momento nos podrán descabalgar de nuestros sueños, ninguno de ellos nos los podrán quitar de nuestras mentes. Partimos de Albi junto al dolmen del mismo nombre. La historia ya nos lleva a etapas donde nuestros antepasados disfrutaban y padecían las diferentes estaciones en estos parajes. La leyenda nos dice que la Dama pasa diferentes etapas en estos lugares.
Leyenda de la Bruja, el diablo y el dragón de Aralar. Se dice que el diablo tenia una casa solitaria en Aralar, donde encerraba a sus prisioneros. Entre los que figuraba este héroe anónimo. En cierta ocasión, se despertó de noche con la algarabía de unas fieras que se disputaban la carne de un burro muerto. Intervino el joven y les repartió la presa en porciones adecuadas. Agradecidos, los animales correspondieron a este gesto transmitiéndole cada uno sus propias cualidades. Interviene, entonces, una bruja que desempeña el papel de doméstica del diablo. El prisionero sorprende una conversación de alcoba que se desarrolla en estos términos: La vieja bruja le estaba mirando la cabeza al diablo, y le preguntó: -Señor, ¿cuándo vas a morir? -Yo, nunca -le respondió- Para que yo muera tienen que matar primero al Dragón de Aralar, abrirle el vientre y saldrá corriendo una liebre. Sera preciso dar alcance a esa liebre, matarla y abrirle las vísceras. De estas vísceras aldrá volando una paloma. Habrá que cazar la paloma darle muerte. Lleva un huevo dentro. Moriré cuando me golpeen la frente con ese huevo. ¿Quién hará eso? Nadie. El joven escuchó la confidencia y fue a Aralar. Cada día devoraba el Dragón a una persona, y le tocaba el turno a Ia muchacha. -¿Qué haces aquí? -Ie preguntó el chico. -Estoy esperando al Dragón. -Quítate -le dijo e! mozo- y me pondré yo. Esperó el muchacho y salió de la cueva el dragón. - ¡Dios y león! - dijo el. Y se convirtió en león. Se entabló la lucha y, asustado, el Dragón se retiró a la cueva. Pero tenía hambre y volvió a salir, y el chico lo mató. Le abrió el vientre y salió corriendo la liebre. -¡Dios y galgo! -exclamó el chico. Convertido en galgo, alcanzó a la liebre, le dio muerte y abriendo su interior, Salió volando una paloma. Apresó a la paloma, le dio muerte, abrió sus entrañas y recogió el huevo que había dentro. Dijo finalmente: -¡Dios y hombre! Marchó con el huevo a la casa del diablo que estaba muy enfermo. -¿Que te pasa, mi señor? -le preguntó la vieja bruja. -Han matado al Dragón -le respondió. En ese momento llegó el muchacho. y el diablo exclamó: -iÉse, ése ha matado al dragón! ¡Ese me va a matar a mi! Efectivamente, le golpeó con el huevo en la frente y murió el diablo.

Nosotros hoy nos vamos a detener en los Arkuek. Son curiosas construcciones de piedra en forma de cúpula. Se encuentran en una dolina y no en la parte más baja. Soñemos con su origen y pensemos en nuestros antepasados usando los mismos bien como vivienda o como simples bordas pastoriles, pero si nos adentramos en el entorno seguro que disfrutaremos de días soleados en mitad de la naturalez con La Dama disfrutando de todo esto.