Nuestro Monte Rosa. Breuil-Cervinia. De la estación terminal (3ª) del Teleférico de Testa Grigia al Refugio Teodulo.

Este corto recorrido muestra el paso desde la estación del teleférico del Plateau Rosa y la Testa Grigia (3.480 metros) hasta el Theodul Pass y el refugio Theodulhutte o Teodulo. En este corto recorrido atravesamos las mayores elevaciones que encontramos en toda la ruta (el tiempo aconsejaba no intentar pasar por el Breithorn en estos días, que era una alternativa prevista por la organización), y el camino es básicamente un reguero de nieve y hielo que se prolonga sobre la morrena que separa los glaciares superior e inferior de Teodulo, y que ha sido acondicionada por las máquinas que trabajan en la zona.
Llegamos al punto de inicio de la ruta marcada tras un largo viaje en taxi desde St. Jacques hasta Cervinia, atravesando paisajes bellísimos hasta llegar a la estación del teleférico de Cervinia, donde tomamos la linea que asciende a la Testa Grigia, pasando por los lagos de Goillet y Come Bianche, aunque interrumpimos el camino a nivel de la estación intermedia (en Cime Bianche), para comer en el restaurante allí situado y esperar a nuestros compañeros, que llegaron por un bonito y exigente sendero que se describe en la ruta alternativa desde St Jacques, haciendo buena parte de la ruta entre una espesa niebla. Acaba la comida de todos subimos de nuevo al teleférico para acometer la última parte de la subida, que nos llevará hasta el Plateau Rosa.
La salida de la estación superior, en Plateau Rosa, nos enfrentó de inmediato a un terreno de glaciar, aunque en ese momento la capa superior, con nieve pisada y una huella lateral de pisadas bastante clara, permitía un paso bastante seguro sin necesidad de material especial. Comenzamos bajando hacia el sur, para sobrepasar la referencia de la Testa Grigia, al tiempo que descendíamos varias decenas de metros, para luego girar hacia el norte y seguir por el lateral de un camino en la nieve, en fila india tras Pedro. Unos pocos cientos de metros después salimos por la izquierda, siguiendo la huella, sin otras referencias en la espesa niebla, lo que hizo que al poco tiempo estuviésemos preguntándonos donde estaba el Refugio Teodulo. Afortunadamente, poco después Pedro vio algo entre la niebla y nos advirtió de que estábamos llegando al refugio. En efecto muy poco después apareció delante y encima de nosotros la cristalera que cierra la terraza principal del refugio, por lo que completamos la subida hasta la puerta principal y pasamos a dejar botas y bastones en las estanterías del piso inferior, y a colocarnos los zuecos de plástico habituales en estos lugares. La llegada al refugio permitió apreciar su privilegiada situación, pero la densa niebla, que no levantó en casi ningún momento impidió disfrutar de las vistas al Cervino, que normalmente son majestuosas en este refugio.
Poco después empezó a nevar, y recibimos la pésima noticia de que las temperaturas bajarían mucho durante la noche, para cambiar radicalmente la calidad de suelo que podríamos esperar al bajar a la mañana siguiente por el glaciar inferior de Teodulo. Pero eso ya es otro día.