Nocito-Santuario de San Urbez-Cruz y Cueva de San Urbez

De Nocito a San Úrbez, una excursión sencilla y preciosa que no te puedes perder en la Sierra de Guara.

Nos adentramos en el Valle de Nocito, donde el tiempo se detiene, la naturaleza se torna protagonista y su paisaje cambiante no deja de sorprendernos. 

Esta es una de las rutas senderistas más populares de la zona, un básico si visitas el Valle de Nocito en la cara norte de la Sierra de Guara. 

Sencilla y tranquila es una ruta senderista apta para grandes y pequeños, dada la baja dificultad técnica y la perfecta señalización del camino.

Llegaremos a Nocito desde la Carretera de Arguis tomando el desvío a la derecha justo antes del túnel de la Manzanera. En este punto es dónde comienza esta experiencia que estoy seguro te va a sorprender. 

Pasamos los pueblos de Belsué famosos por sus pozas , Santa María de Belsué, Lúsera y la pardina de Orlato o el "Esbarre-Ibirque" lo llaman en la zona, hasta llegar a la localidad de Nocito desde dónde parte esta excursión.

Una vez hayas llegado a Nocito antes de entrar al pueblo, puedes acceder hasta el mismo Santuario de San Úbez a través de la pista que conduce hasta la localidad, pero te recomiendo disfrutar de este bello paseo, desde la localidad de Nocito. Deja tu vehículo en los lugares apropiados, siempre respetando el entono y sus vecinos y ¡Adelante!.

El sendero perfectamente señalizado, parte de la parte alta del pueblo. Allí cogeremos la senda y disfrutaremos las vistas del pueblo y como no, el majestuoso Tozal de Guara, el cuál nos acompañará durante todo el camino.

Continuamos por la senda hasta llegar a un punto donde con precaución cruzaremos la pista para continuar camino. En esta parte ascenceremos un poquito más y en 10 minutos estaremos llegando a San Úrbez.

Aprovecha y disfruta de la calma, el aroma a Tomillo, el silencio roto por el canto de los pájaros.

Recuerda que estás en la Sierra de Guara, no te olvides de mirar al suelo y rocas del sendero, ya que en ellos encontrarás restos de fósiles marinos y rocas sedimentarías que nos cuentan la historia de cómo era antes la Sierra de Guara. Un mar cubierto de agua que posteriormente dió paso a barrancos, cuevas y cavidades subterráneas que hoy podemos disfrutar. 

Llegamos a San Úrbez y un múltiple letrero informativo nos anuncia la cantidad de rutas y caminos que podemos tomar desde aquí. Toma nota y guarda energías para próximas jornadas en la Sierra de Guara.

Desde el Monasterio de San Urbez, y desde allí la subida hasta la Cruz del Santo. Con Peña y cueva. Pocas cosas se pueden hacer tan agradables en un par de horas desde Nocito.

Declarado Bien de Interés Cultural, el Santuario de San Úrbez se alza firme sobre un pequeño montículo. En la actualidad este santuario forma parte de los monumentos que se pueden visitar desde la primavera hasta el mes de octubre programa de Puertas abiertas de Turismo en la Hoya de Huesca.


¿Cuánto sabes de este santo? ¿Te cuento un poquito de historia ?

 San Úrbez recaló en tierras altoaragonesas, trabajó como pastor, fue ordenado sacerdote en San Martín de la Valdonsera y adoptó una vida de pobreza y soledad, hombre de fe y ermitaño que fue ganando fama de santidad. Sercué, Vio, Albella, Cerésola, la sierra de Guara o Nocito, donde falleció a avanzada edad en la ermita por él fundada, dedicada a Santa María y reedificada en 1884. Son lugares por los que transcurrió su vida y en los que, tras su fallecimiento, se despertó una gran veneración.

Su cuerpo incorrupto fue trasladado en el siglo XVIII al santuario de San Úrbez de Nocito, profanado durante la Guerra Civil y en el que se conservan hoy sus escasos restos.


En este bello lugar se han venido celebrado romerías en su honor los días 1 de mayo, martes de Pentecostés, 14 de septiembre y 15 de diciembre, día del santo. Según la tradición, a las romerías debían acudir representantes de cada casa de los pueblos de Nerín, Sercué, Vió, Buerba y Gallisué (que formaban el quiñón de Buerba), a los que se sumaban también gentes de pueblos del valle y de Puértolas, sobre todo el Primero de Mayo. Se celebraba una misa, se cantaban los gozos del santo y luego se repartía caridad de torta y vino, tradición que se conserva hasta hoy.

 Hasta mediados del pasado siglo, en tiempos de gran sequía los romeros de Albella, donde hay otra ermita bajo su advocación, peregrinaban descalzos a Nocito y al santuario rupestre de Añisclo en rogativa de lluvias a san Úrbez.