Nidáguila - Terradillos de Sedano. Ruta circular

Ruta sencilla que se inicia en el pueblo de Nidáguila.
Ascendemos por una senda que, en dirección norte, remonta una pendiente por una cárcava hasta el páramo. Destacan unas formaciones rocosas que han sido moldeadas por el viento y el agua pero aún se resisten a caer bajo los efectos de los agentes erosivos. La zona alta es un páramo que culmina en una cota denominada Otero (1.057).
Nosotros circulamos por el borde del páramo en el que el río San Antón ha creado su tajo. Ha excavado un cañón el cual protege las dos localidades de nuestro recorrido, que se encuentran en la vega misma de dicho río, más bien arroyo.
Recorremos los parajes denominados Quintanarcos y los Carlistas por el mapa del IGN.
Los campos de cultivo dan paso, al cabo de unos tres kilómetros de marcha, a un pinar de repoblación. Lo bordeamos igualmente por su izquierda y seguimos hasta la Peña Itero. En ella se ubica un repetidor que da señal a Terradillos de Sedano, justo a sus pies.
Para descender a esta localidad damos un giro de 180 grados rodeando en sentido horario el pinar mencionado, por el norte esta vez. Vamos remontando un vallejo que baja hacia el pueblo. Nosotros, para bajar al fondo de esta vaguada tenemos que encontrar al cabo de algo menos de un kilómetro una cuesta practicable una vez superada la fuerte pendiente, casi escarpe, del principio.
Alcanzamos el fondo y llegamos a la pista que recorre el vallejo por su parte inferior. Llegamos de esta forma a Terradillos de Sedano sin problemas.
El resto de la ruta es el regreso a Nidáguila. Para ello, y una vez hemos callejeado un poco por el pueblo, cruzamos el pequeño puente que salva el arroyo de San Antón en el centro mismo del caso urbano. Para otra ocasión dejamos el descenso de este cauce hasta Santa Coloma en el Rudrón, río del que el San Antón es tributario.
Ahora nos toca remontar, esta vez por la margen izquierda hidrográfica. El río queda a nuestra izquierda. Iremos al principio por unas huertas que jalonan las afueras de Terradillos. Transitamos por el camino de las Morenas. La pista va ascendiendo sin llegar a la parte más alta . Hay algunos altibajos pero vamos paralelos al río hasta un punto en el que toca adentrarse por un vallejo perpendicular que asciende derecho hasta una cota más elevada donde ya hay una pista cómoda de vuelta a Nidáguila.
Pero para llegar a este punto el mapa IGN puede ser engañoso pues el ascenso por este vallejo del que no figura nombre alguno, debería hacerse en principio por una pista. Sin embargo, aquí la cartografía nos juega una mala pasada. No hay rastro de la susodicha pista. Se llega a intuir que alguna vez hubo algo. Avanzamos por terreno muy cerrado, pegados a una alambrada. Cuidado con no hacernos sietes en la ropa.
Podemos afirmar que la marcha de esta excursión es fácil. Pero este tramo tiene algo más de dificultad y puede calificarse de moderado.
El ascenso supera los cien metros de desnivel. Poco a poco la cubierta vegetal se va despejando y el tránsito se hace más cómodo hasta regresar a Nidáguila, el punto de inicio.
El recorrido, realizado a paso lento, en sentido antihorario, nos ha llevado cinco horas y 38 minutos. De aquí habría que descotar una media hora aproximadamente que es el tiempo que el que escribe tuvo que emplear en volver sobre sus pasos para buscar unas gafas de sol que se le habían caído al poco de salir de Terradillos de Sedano. Valió la pena. Las recuperé. También hemos parado poco más de media hora para come.r
a vegetación es la típica del páramo. Hemos visto quejigos sobre todo.
El desnivel acumulado, según mi GPS es de 438 metros y la distancia recorrida, de 14,750 kilómetros. Ottar cosa es lo que diga wikiloc en función de los datos que se descarguen.
Hemos tenido buen tiempo con nubes y solo han final nos han caído cuatro gotas mal contadas. Hemos hecho esta rutita Mónica, Miguel Ángel y José Manuel, el que suscribe.