Navalguijo - El Cancho - Laguna de los Caballeros - Navalguijo

Dejamos el coche en Navalguijo. Cruzamos el pueblo y salimos por una hermosa senda que transcurre entre pinos silvestres. Dejamos el bosque para continuar por prados, siempre por el camino de ascensión a la Laguna de los Caballeros. Llegamos al punto donde se unen la garganta de los Caballeros con la garganta del Cancho. Allí cruzamos la garganta de los Caballeros hasta un gran hito de piedra. Desde allí hasta el Cancho la ruta es inexistente, ascendemos por la morrena y los piornales por donde buenamente podemos. Este tramo de la ruta se hace duro por los piornos, son espesos y altos, una tortura. Llegamos al Cancho y las vistas son alucinantes, el Almanzor nos vigila al fondo, la Vera por un lado, La Covacha en el otro. Comenzamos el descenso por el mar de piornos hasta un pequeño valle por el que transcurre un arroyo. Descendemos un tramo hasta que no nos queda más remedio que abandonarlo para acortar hacía la fuente de Majá Baera. Llegamos a la fuente, buen chorro de agua fresca para reponer fuerzas. Hasta aquí el camino es un infierno de piornos y piedras. Solo recomendable para “masocas” de la montaña, jeje, pues el piornal se hace duro, lento y pesado. A partir de aquí continuamos por el camino de la Laguna de los Caballeros. La ruta desde aquí pasa a ser fácil, siempre por senda y la ascensión es muy llevadera. Llegamos a la laguna. Es muy tarde por lo que decidimos pasar la noche aquí y no arriba en la Covacha como teníamos pensado, el piornal nos ha retrasado demasiado.
Al día siguiente sólo uno de nosotros sube a la Covacha y termina el plan inicial. Yo me he levantado con mucho dolor en una pierna y no puedo dar paso. Descendemos por el camino pasando por el refugio, la fuente y los cañones de la garganta que impresionan. Dejamos las ruinas de la mina a un lado y continuamos descendiendo hasta Navalguijo.