Navajas. Embalse del Regajo-Ruta de las Fuentes (Salto de la Novia)-Ruta de Rascaña-Vía Verde-Embalse del Regajo.

Localidad: Navajas.
Provincia: Castellón.
Hora inicio: 08:27min.
Hora finalización: 13:38min.
Hora parada: 11:22 a 11:39min.
Distancia recorrida: 19'40kms
Tiempo total: 05:11:34.
Tiempo en movimiento: 03:49:33.
Tiempo detenido: 01:22:01.
Velocidad media: 3'7 km/h.
Promedio movimiento: 5´1km/h.
Ritmo: 16:35 min/km.
Altura mínima: 337 m.
Altura máxima: 508 m.
Ascenso: 393 m.
Descenso: 420 m.
Desnivel acumulado subiendo: 263 metros.
Desnivel acumulado bajando: 263 metros.

Realizada el 22 de Febrero de 2017.
Esta ruta la he realizado combinando 3 rutas de esta zona, y los datos arriba indicados han sido extraidos tanto de la grabación de la ruta con wikiloc como de los datos obtenidos del GPS.

De nuevo empezamos esta ruta en el parking que hay en el embalse del Regajo. A su vez es área recreativa con mesas donde poder pegar un bocado. Empiezas por senda de montaña hasta llegar al Puente del Baño, y bajo de él tenemos la Fuente del Baño (con aguas terapéuticas serían en el tubo digestivo y el aparato urinario). El Puente del Baño, proyectado en 1799 para unir la carretera de Aragón con los pueblos circundantes, es un puente de fabrica de sillar con un solo arco central, de gran luz, sobre el río Palancia, y dos arquillos laterales de menor tamaño. Según se aprecia en los cimientos de su fábrica, dicho puente parece eregirse sobre una estructura anterior.
Seguiremos por una senda de hormigón, bordeando el margen izquierda del río Palancia.
Cruzaremos un puente para entrar al pueblo y volvemos a la carretera CV-213, cuyo trazado coincide con el del sendero PR-V 63.8 “El Molinar-Bejís” y nos dirigimos hasta la entrada a la población de Navajas, donde tomaremos la primera calle a la izquierda, para descender hasta el río, entre pequeñas huertas y viejos ejemplares de árboles de ribera, caracterizado por la existencia de numerosas fuentes, entre las que destacan, la “Fuente del Lugar”, la “Fuente de la Virgen de la Luz” y la “Fuente del Hierro o de los Trece Caños”. De camino al paraje del Salto de la Novia, te encuentras con la cascada del Tío Juan, a la que accedes por unas escalinatas y te puedes llegar a poner bajo la bonita cascada.
Llegas al Paraje Natural del Salto de la Novia, donde podremos contemplar la espectacular cascada del Brazal, con una altura de 60 m., que vierte sus aguas sobre un tramo del río de gran valor paisajístico, caracterizado por la presencia de rocas y aguas remansadas, a modo de pequeñas pozas.
Cruzamos el puente y seguimos por el camino dejando a nuestra derecha, la Cascada del Brazal y el Salto de la Novia .Comenzamos un suave ascenso hasta llegar a la antigua Mina de Yeso.
Cruzamos el canal por la pasarela y comenzamos un camino y senda en ascenso, ya en pleno monte. En la bifurcación vamos a la derecha. A los pocos metros, encontramos otra bifurcación, en la que nos desviaremos subiendo hacia la izquierda, continuando sin parar hasta el alto de la ladera, donde veremos un camino que NO tomaremos.
Ascendemos por una senda hacia nuestra izquierda, en busca del mojón blanco que divisamos, continuando por la cresta hacia lo alto. Continuamos la senda entre arbustos que nos conducen una explanada con un pino grande. En este tramo a nuestra izquierda divisamos una hermosa vista desde lo alto, del Salto de la Novia y el Valle del Palancia (la Cresta de Rascaña).
Continuamos la senda por la Izquierda, a nuestra derecha quedara un campo de almendros, seguimos hasta localizar una pinada de la que nos alejaremos hacia la derecha, entre almendros, continuaremos sin abandonarlo,siempre recto, hasta encontrar una pista asfaltada y la Mojonada.
La pista asfaltada gira hacia la izquierda en suave ascenso, NO la tomamos en esa dirección sino que continuaremos recto en breve descenso que nos conducirá algo después hasta un corral, donde la pista asfaltada gira hacia la izquierda.
Continuamos por el asfalto hacia una pinada, donde llegamos para descender ligeramente hacia el alto del Sobrellano, donde comenzaremos el descenso en dirección a Navajas, desde este punto empezaremos a divisar una preciosa vista del Municipio.
En la bifurcación seguimos hacia la derecha, pasamos junto a una granja de toros, cruzamos el canal y nos encontramos con la Fuente de la Bañola.
Cruzamos el puente y giramos a la izquierda, acompañados por el río y chopos a nuestra izquierda en ascenso hacia el casco urbano. Entramos subiendo por la Ava Fuente del Baño a la Plaza de la Iglesia.
Después callejeas un poco por la bonita y tranquila población de Navajas hasta empezar a buscar el camino que nos debe llevar a la Ermita de la Esperanza.
El recorrido nos dirige hasta el manantial de la Esperanza situado junto a una antigua calzada romana, hoy desaparecida, a los pies de una colina en cuya parte superior se sitúan los restos del Monasterio de la Orden de los Jerónimos, eregido en 1495 y, junto a este, la Ermita de la Esperaza q, lugar elegido para la celebración de romerías, no solo por los vecinos de Navajas, sino también por los de Segorbe.
Tras descender de la Ermita, la ruta enlaza con la Vía Verde del antiguo “Ferrocarril de Ojos Negros”, que tenía su inicio en la localidad turolense de Ojos Negros y finalizaba en Sagunto, adonde transportaban el mineral de hierro. Por el camino, nos encontramos restos de varios edificios abandonados que se usaron cuando el tren pasaba por esta zona.
El tramo por la Vía Verde, con una longitud de poco más de tres kilómetros, discurre, inicialmente en dirección norte, por la falda de las montañas de Altomira y Los Terreros; y posteriormente, en dirección oeste, tras pasar el primero de los dos túneles que nos encontraremos. Una vez superado el segundo túnel, la ruta gira a la derecha, abandonando la Vía Verde, y se dirige al Pantano del Regajo, donde se embalsa el agua del río Palancia.
Antes de llegar al pantano, cruzaremos por un paso inferior la vía del Ferrocarril Valencia-Zaragoza; una vez en el pantano, lo atravesaremos por la propia presa, abierta a la circulación de peatones y bicicletas, hasta alcanzar la otra orilla, que es nuestro punto de partida y ahora final.