Nava de San Pedro, Cabeza del Tejo, Piornal, viejo sendero del Poyo de los Cepos
near Nava de San Pedro, Andalucía (España)
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Itinerary description
Ruta que improvisamos casi de forma integra y que humildemente creemos ha quedado bastante redonda. Y es que la zona es realmente fantástica , donde la compleja orografía da mucho juego y esconde rincones maravillosos. Aquí los densos bosques de laricios , algunos de ellos centenarios, se funden en armoniosa simbiosis con preciosas navillas de verdes prados , zonas de roca caliza con verticales cantiles o poyos como los serranos las denominan y alegres arroyos de límpidas y cristalinas aguas con sus profundos barrancos y cerradas.
Los arces, cerezos , chopos y otros árboles caducifolios dan esa nota de color tan especial al lienzo de ésta ruta que nos hace imposible olvidar que aunque la temperatura aún sea alta ya estamos en otoño.
Comenzamos el recorrido en la Nava de San Pedro, a donde se llega desde el Empalme del Valle , el Parador de Turismo el Adelantado o Vadillo Castril por la carretera sin asfaltar JF-7091.
Ascendemos campo a través por detrás del Hotel Rural Casa Nava de San Pedro hacia el noreste hasta situarnos en la base de los cortados de la Hoyica. Una vez en la base de los cortados seguimos por una vereda de ganado hacia el noroeste hasta que llegamos a la cercana cueva de la Encantá. Para acceder al interior de la cueva hay que usar una cuerda puesta para tal propósito.
Bordeamos la gran mole pétrea donde se sitúa la cueva para hacia el norte llegar a un collado y desde éste a la cercana cumbre de la Hoyica. Las vistas son fantásticas y aunque aún era muy temprano y en las zonas bajas había bruma pudimos disfrutar de las mismas. La Nava de San Pedro a nuestros pies, al sur el barranco del Guadalentín, al norte la Cabeza del Tejo, hacia el este la sierra de la Cabrilla...
Regresamos al collado y descendemos un poco dejando los afloramientos calizos a nuestra izquierda. Comenzamos a ascender por la cañada hacia el noroeste hasta que salimos a un precario carril que parece llevar abandonado bastante tiempo. Cerca del carril hay unas rocas apoyadas unas con otras formando una gran y curiosa ventana.
La cabeza del Tejo la tenemos al frente y el carril tiene intención de llevarnos directamente hacia ella, pero parece difuminarse y perderse aunque tiene trazas de llegar a un collado en las Navillas de la Cabeza. Pero nosotros decidimos atacar directamente la cumbre, campo a través y de forma mucho más acusada. El terreno aunque pedregoso no es complicado y en poco tiempo salimos entre la mole pétrea donde se sitúa el punto más elevado de la Cabeza del Tejo y su cresta suroeste.
Primeramente ascendemos a la cresta, arisca , agria de incómodo lapiaz, donde ya disfrutamos de unas increíbles panorámicas. Desde aquí podemos divisar una gran parte de éste Parque Natural , sobretodo de su sector más meridional.
Ascendemos al punto más elevado de la Cabeza del Tejo, donde las vistas son bastante parecidas a la de la cresta. Para ascender al mismo hay que hacerlo por su cara este, noreste, pues por los demás lados hay un gran cortado. Sobra decir que hay que tener cuidado al asomarnos, pues una caída podría resultar fatal.
Descendemos hacia el noreste al collado de las Navillas de la Cabeza y hacia el este ascendemos al Cerro homónimo (toponimia según mapas), para descender después hacia el noreste dirección al Risco o Raso del Madrigal. Pasamos por algunas preciosas navillas y hacia el norte buscamos el carril que hasta éste paraje llega.
Una vez en el carril lo seguimos hacia el norte en busca del viejo camino de los Alcañetes, donde tomamos dirección norte, a la derecha en busca de nuestro siguiente objetivo, el Cerrillo del Piornal.
Hasta el refugio del Piornal se puede ir de forma muy cómoda por carril, pero nosotros decidimos seguir de frente atajando en linea recta, campo a través hacia el norte. Éste trayecto no es nada complicado pero el ascenso es mucho más acusado que por la pista.
En el Piornal nuevamente se puede disfrutar de unas maravillosas vistas. Ahora hacia noreste por la cresta de forma comodísima caminando por unas rodadas de vehículos llegamos a Cerro Bermejo y desde aquí hacia el este descendemos al Puente de Guadahornillos.
El Puente de Guadahornillos es un lugar bellísimo y emblemático de estas sierras. En ésta estrecha franja de terreno se dan la mano las cabeceras de los barrancos de Guadahornillos y Valdecuevas. Desde aquí se obtiene hacia el norte una foto típica de éste Parque Natural y que aparece en muchos libros: a nuestros pies el fragoso barranco de Guadahornillos, a la derecha un característico peñón en los Poyos de Guadahornillos y de fondo la Sierra de las Villas y el valle del Guadalquivir.
Seguimos hacia el este y en vez de ir por la pista forestal tomamos el viejo y maravilloso sendero de herradura , el cual conserva aún grandes muros de mampostería. Llega un momento en que no podemos seguir por el sendero, pues está cortado por un vallado. Si bordeamos el vallado hacia el este salimos directamente al Pino de los Pastores y la Nava de la Correhuela o Correvuela, pero nosotros decidimos ascender por la cañada donde nos topamos con el vallado hacia el norte. Pasamos por una preciosa navilla custodiada hacia el oeste por los afloramientos calizos que forman la parte oriental de los Poyos de Guadahornillos. Llegamos a un collado y hacia el sureste buscamos el viejo camino de los Alcañetes. Una vez en la pista vamos hacia el suroeste en busca de los Pinos de la Mala Mujer (con una cruz grabada en su tronco) y el majestuoso de los Pastores.
Junto a éste último descansamos un rato y almorzamos para continuar camino. Seguimos por la pista hacia el noreste , desandando el tramo que habíamos realizado antes y al llegar a la zona de las Navillas de Capazul, antes de llegar a la altura del Calarilla si estamos atentos vemos que a nuestra derecha hacia el sur sale un viejo sendero de herradura.
Decidimos seguirlo para ver donde nos llevaba ,convencidos de que descendería a Valdetrillos (después nos dimos cuenta de que un ramal si que lo hacia, pero el principal no). Nos propusimos intentar no perderlo y seguirlo todo lo que pudiéramos , pues éstas pretéritas vías de comunicación son nuestra pasión y como siempre decimos, nos embarga una especie de nostalgia y rabia de que el patrimonio de tan duro trabajo por parte de unas gentes humildes que arañaban lo poco que ésta áspera tierra les pudiera dar para hacer algo más cómoda su vida se pierda en el desprecio y el olvido.
Este camino de herradura tubo que tener cierta importancia en su época, a judgar por su anchura y los muros de mampostería que los flanquean. Hay tramos donde está bastante bien conservado, mientras otros están muy perdidos y cuesta seguir su continuidad. Pero con un poco de intuición, sabiendo que éste tipo de caminos nunca tenían una pendiente excesiva (en esos casos zigzagueaban) y que su piso era llano y ancho conseguimos seguirlo hasta practicamente el cortijo de los Lucios, cerca de la Nava de San Pedro.
Éste sendero sigue en casi todo momento una dirección sur, por la ladera oriental de la cuerda del Poyo de los Cepos. En un principio va paralelo y pocos metros por encima del arroyo de Valdetrillo, para paulatinamente ir ganando altura sobre el mismo y separandose de él.
Al aproximarnos al Estrecho de los Perales, los jorros y tareas forestales los han hecho desaparecer casi totalmente. Atravesamos el carril que remonta el Valdetrillo y descendemos a la zona del cortijo del Rincón, donde visitamos una majestuosa encina.
En ésta zona el sendero se difumina en un joven pinar de repoblación y seguimos lo que parece una derivación, un sendero de menor categoría que nos lleva al lecho del Valdetrillo, donde lo perdemos. Seguimos aguas abajo por el lecho del arroyo hasta que la cerrada y cascada de Valdetrillo no nos deja continuar, teniendo que abandonarlo.
Hacia el noroeste buscamos un paso entre éstas moles pétreas que nos flanquean para llegar al lecho del arroyo Valdecuevas. Seguimos al suroeste y llegamos al arroyo de la Rambla , donde se unen el Valdecuevas y Valdetrillo. Aquí tomamos la vereda que nos lleva a la cortijada de los Lucios al sur y después a la carretera sin asfaltar JF-7091.
Solo resta seguirla algo más de medio kilómetro a la derecha para llegar a la Nava de San Pedro mientras disfrutamos de las tonalidades otoñales de las choperas de éste paraje y los arces bajo los cortados del Tranco del Lobo.
Los arces, cerezos , chopos y otros árboles caducifolios dan esa nota de color tan especial al lienzo de ésta ruta que nos hace imposible olvidar que aunque la temperatura aún sea alta ya estamos en otoño.
Comenzamos el recorrido en la Nava de San Pedro, a donde se llega desde el Empalme del Valle , el Parador de Turismo el Adelantado o Vadillo Castril por la carretera sin asfaltar JF-7091.
Ascendemos campo a través por detrás del Hotel Rural Casa Nava de San Pedro hacia el noreste hasta situarnos en la base de los cortados de la Hoyica. Una vez en la base de los cortados seguimos por una vereda de ganado hacia el noroeste hasta que llegamos a la cercana cueva de la Encantá. Para acceder al interior de la cueva hay que usar una cuerda puesta para tal propósito.
Bordeamos la gran mole pétrea donde se sitúa la cueva para hacia el norte llegar a un collado y desde éste a la cercana cumbre de la Hoyica. Las vistas son fantásticas y aunque aún era muy temprano y en las zonas bajas había bruma pudimos disfrutar de las mismas. La Nava de San Pedro a nuestros pies, al sur el barranco del Guadalentín, al norte la Cabeza del Tejo, hacia el este la sierra de la Cabrilla...
Regresamos al collado y descendemos un poco dejando los afloramientos calizos a nuestra izquierda. Comenzamos a ascender por la cañada hacia el noroeste hasta que salimos a un precario carril que parece llevar abandonado bastante tiempo. Cerca del carril hay unas rocas apoyadas unas con otras formando una gran y curiosa ventana.
La cabeza del Tejo la tenemos al frente y el carril tiene intención de llevarnos directamente hacia ella, pero parece difuminarse y perderse aunque tiene trazas de llegar a un collado en las Navillas de la Cabeza. Pero nosotros decidimos atacar directamente la cumbre, campo a través y de forma mucho más acusada. El terreno aunque pedregoso no es complicado y en poco tiempo salimos entre la mole pétrea donde se sitúa el punto más elevado de la Cabeza del Tejo y su cresta suroeste.
Primeramente ascendemos a la cresta, arisca , agria de incómodo lapiaz, donde ya disfrutamos de unas increíbles panorámicas. Desde aquí podemos divisar una gran parte de éste Parque Natural , sobretodo de su sector más meridional.
Ascendemos al punto más elevado de la Cabeza del Tejo, donde las vistas son bastante parecidas a la de la cresta. Para ascender al mismo hay que hacerlo por su cara este, noreste, pues por los demás lados hay un gran cortado. Sobra decir que hay que tener cuidado al asomarnos, pues una caída podría resultar fatal.
Descendemos hacia el noreste al collado de las Navillas de la Cabeza y hacia el este ascendemos al Cerro homónimo (toponimia según mapas), para descender después hacia el noreste dirección al Risco o Raso del Madrigal. Pasamos por algunas preciosas navillas y hacia el norte buscamos el carril que hasta éste paraje llega.
Una vez en el carril lo seguimos hacia el norte en busca del viejo camino de los Alcañetes, donde tomamos dirección norte, a la derecha en busca de nuestro siguiente objetivo, el Cerrillo del Piornal.
Hasta el refugio del Piornal se puede ir de forma muy cómoda por carril, pero nosotros decidimos seguir de frente atajando en linea recta, campo a través hacia el norte. Éste trayecto no es nada complicado pero el ascenso es mucho más acusado que por la pista.
En el Piornal nuevamente se puede disfrutar de unas maravillosas vistas. Ahora hacia noreste por la cresta de forma comodísima caminando por unas rodadas de vehículos llegamos a Cerro Bermejo y desde aquí hacia el este descendemos al Puente de Guadahornillos.
El Puente de Guadahornillos es un lugar bellísimo y emblemático de estas sierras. En ésta estrecha franja de terreno se dan la mano las cabeceras de los barrancos de Guadahornillos y Valdecuevas. Desde aquí se obtiene hacia el norte una foto típica de éste Parque Natural y que aparece en muchos libros: a nuestros pies el fragoso barranco de Guadahornillos, a la derecha un característico peñón en los Poyos de Guadahornillos y de fondo la Sierra de las Villas y el valle del Guadalquivir.
Seguimos hacia el este y en vez de ir por la pista forestal tomamos el viejo y maravilloso sendero de herradura , el cual conserva aún grandes muros de mampostería. Llega un momento en que no podemos seguir por el sendero, pues está cortado por un vallado. Si bordeamos el vallado hacia el este salimos directamente al Pino de los Pastores y la Nava de la Correhuela o Correvuela, pero nosotros decidimos ascender por la cañada donde nos topamos con el vallado hacia el norte. Pasamos por una preciosa navilla custodiada hacia el oeste por los afloramientos calizos que forman la parte oriental de los Poyos de Guadahornillos. Llegamos a un collado y hacia el sureste buscamos el viejo camino de los Alcañetes. Una vez en la pista vamos hacia el suroeste en busca de los Pinos de la Mala Mujer (con una cruz grabada en su tronco) y el majestuoso de los Pastores.
Junto a éste último descansamos un rato y almorzamos para continuar camino. Seguimos por la pista hacia el noreste , desandando el tramo que habíamos realizado antes y al llegar a la zona de las Navillas de Capazul, antes de llegar a la altura del Calarilla si estamos atentos vemos que a nuestra derecha hacia el sur sale un viejo sendero de herradura.
Decidimos seguirlo para ver donde nos llevaba ,convencidos de que descendería a Valdetrillos (después nos dimos cuenta de que un ramal si que lo hacia, pero el principal no). Nos propusimos intentar no perderlo y seguirlo todo lo que pudiéramos , pues éstas pretéritas vías de comunicación son nuestra pasión y como siempre decimos, nos embarga una especie de nostalgia y rabia de que el patrimonio de tan duro trabajo por parte de unas gentes humildes que arañaban lo poco que ésta áspera tierra les pudiera dar para hacer algo más cómoda su vida se pierda en el desprecio y el olvido.
Este camino de herradura tubo que tener cierta importancia en su época, a judgar por su anchura y los muros de mampostería que los flanquean. Hay tramos donde está bastante bien conservado, mientras otros están muy perdidos y cuesta seguir su continuidad. Pero con un poco de intuición, sabiendo que éste tipo de caminos nunca tenían una pendiente excesiva (en esos casos zigzagueaban) y que su piso era llano y ancho conseguimos seguirlo hasta practicamente el cortijo de los Lucios, cerca de la Nava de San Pedro.
Éste sendero sigue en casi todo momento una dirección sur, por la ladera oriental de la cuerda del Poyo de los Cepos. En un principio va paralelo y pocos metros por encima del arroyo de Valdetrillo, para paulatinamente ir ganando altura sobre el mismo y separandose de él.
Al aproximarnos al Estrecho de los Perales, los jorros y tareas forestales los han hecho desaparecer casi totalmente. Atravesamos el carril que remonta el Valdetrillo y descendemos a la zona del cortijo del Rincón, donde visitamos una majestuosa encina.
En ésta zona el sendero se difumina en un joven pinar de repoblación y seguimos lo que parece una derivación, un sendero de menor categoría que nos lleva al lecho del Valdetrillo, donde lo perdemos. Seguimos aguas abajo por el lecho del arroyo hasta que la cerrada y cascada de Valdetrillo no nos deja continuar, teniendo que abandonarlo.
Hacia el noroeste buscamos un paso entre éstas moles pétreas que nos flanquean para llegar al lecho del arroyo Valdecuevas. Seguimos al suroeste y llegamos al arroyo de la Rambla , donde se unen el Valdecuevas y Valdetrillo. Aquí tomamos la vereda que nos lleva a la cortijada de los Lucios al sur y después a la carretera sin asfaltar JF-7091.
Solo resta seguirla algo más de medio kilómetro a la derecha para llegar a la Nava de San Pedro mientras disfrutamos de las tonalidades otoñales de las choperas de éste paraje y los arces bajo los cortados del Tranco del Lobo.
Waypoints
Arroyo de la Garganta
Arroyo de Valdecuevas
Estrecho de los Perales
Pista (viejo camino de los Alcañetes)
Poyo de los Cepos
Comments (4)
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Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Maravillosa ruta y día el que echamos.
Hola Alexander, crees que se haría esta una ruta muy exigente, y no tan atractiva como en otoño, para hacerla en el mes de julio o agosto?
Hola montecristo644.
La zona es preciosa todo el año, en las umbrías la hierba está aún verde por el frescor de éste rincón serrano. Yo personalmente prefiero la primavera o finales de otoño e invierno, pero durante todo el verano hacemos rutas en Cazorla. Eso sí, te recomendaría madrugar mucho, empezar a las 7:30 más o menos, para acabar al medio día y llevar bastante líquido. Todo dependerá de cómo lleves el calor, pues dependiendo de los días, a partir de las 12:00 o 13:00 h. se empieza a hacer de querer.
Saludos y disfruta de la ruta sí decides hacerla.
Muy buenas Alex, quiero hacer parte de esta ruta con otra. La cascada de Valdetrillo es accesible por abajo o es muy complicado. Muchas gracias por todas tus rutas, son un referente