Nalda-Dólmenes-Bosque La Gargantilla - Chorrón de San Marcos

Esta es una ruta que parte de la localidad riojana de Nalda y asciende hacia los dólmenes de Peña Guerra y del Mallo. Quisimos terminarla por otro recorrido, pero nos encontramos con una batida de caza para jabalíes y tuvimos que dar media vuelta y descender por otros senderos hasta Nalda.
Partimos desde la plaza de la Fuente y nos dijimos en la ruta de ascenso que lleva a los dólmenes por el Arroyo del Moro y un precioso bosque de pinos. Antes pasamos por una zona de majuelos que se encontraban en proceso de poda de los sarmientos.
Ascendimos por el bosque de las Yeseras y llegamos hasta el primer dolmen, el de Peña Guerra II. Desde allí tomamos el camino de ascenso hasta el dolmen de Peña Guerra I. Ambos están en bastante buen estado y el de Peña Guerra I protegido por una cerca, seguramente para evitar el paso del ganado. Los dólmenes eran enterramientos de la época de la Edad de Piedra, situados en zonas de paso para los grupos de tribus nómadas. El dolmen del Mallo es mucho más grande y está cercado por un vallado de gaviones metálicos rellenos de piedra. En el se ve con mucha claridad el acceso y el túmulo y la cobertura de tierra con que se cubrían las estructuras de piedras lisas que hacen las veces de paredes.
Desde aquí tomamos el camino de subida en la pista hacia Trevijano, pero poco después nos tuvimos que dar media vuelta porque nos encontramos con una batida de cazadores apostados en las márgenes del camino.
Así pues tomamos la decisión de volver por nuestros pasos hasta que encontrásemos un nuevo camino de descenso a Nalda distinto al de la subida. Lo encontramos en la zona del bosque de La Gargantilla. Es un denso bosque de pinos y boj en donde no falta la sombra. La senda tiene tramos inclinados y tiene pinta de ser transitada por ciclistas de montaña, aunque cuando nosotros realizamos la ruta solo vimos las huellas de sus ruedas.
Llegamos hasta la ermita de San Marcos y en esta zona sí que nos encontramos con algunos de éstos ciclistas. Nos apartamos un poco para que pasaran y seguimos nuestra ruta. La ermita de San Marcos está totalmente restaurada, aunque ya no tiene elementos de culto en su interior. Por aquí bajamos la senda del Chorrón. En este punto hay colocadas unas cuerdas o maromas en el camino para ayudar en la subida, o en nuestro caso, en el descenso. Llegamos hasta la base del barranco y tomamos otra pista que siguiendo zonas de cultivo nos devolvería de nuevo Nalda. En el camino encontramos una zona de pícnic, lo que nos permitió reponer fuerzas con tranquilidad y seguir nuestro descenso.
Entramos en el pueblo por la zona de la Ermita de Nuestra Señora de Villavieja, patrona de la villa y las ruinas del antiguo convento franciscano de san Antonio.
Cerramos la ruta otra vez en la plaza de la fuente.
Es una ruta sencilla que se puede realizar bien por parte de toda la familia, aunque con algún punto con algo más de pendiente. Los dólmenes son parte de nuestra historia y los bosques de nuestra naturaleza. Esta zona está catalogada como reserva de la biosfera.