Murcia, Aljucer, El Palmar, Reguerón, Barrio del Progreso y Santiago el Mayor. Con algunas de sus Acequias.

Continuando una serie de rutas por la huerta murciana, la Acequias Mayor de Murcia Alquibla, también llamada Barreras, y otras del heredamiento sur, procedentes de la mayor, las acequias menores Gabaldón, Alquibla Madre, Aljorabia y Alguazas y ramales menores de estas como Acequia Meana, el Molino de Oliver y algún azarbe como el del Hilo Viejo, pasando por la Vía Amable 2 y 3.
Partiendo del Parque disuasorio del Malecón, donde dejar el coche sin problemas, cruzamos la pasarela de hierro de la Purísima - Barriomar sobre el Río Segura (reciclada pasarela de Inacua, colocada ahí hace dos décadas tras las obras de reforma del Puente de Hierro y que es el único paso hasta Rincón de Seca), tras cruzar la avenida ciudad de Almería junto a la chimenea industrial de La Molinera, paso la vía del tren (ahora en obras de soterramiento) en Barriomar por el edificio volante en dirección a carril Torre de los Ibáñez, ya en el Barrio del Progreso, junto a unas naves industriales, por la vía amable 2 y 3 hasta el final, donde encontramos la Acequia Mayor Alquibla (también llamada Acequia de Barreras)*.
Giro para continuar por Carril de los Partidores (ya de Aljucer), junto a la acequia, estas vías, debido a que presentan bajas intensidades de tráfico, permiten circular de forma cómoda (aunque ¡ojo no hay arcén!) y conservan además importantes valores paisajísticos, culturales, recreativos, faunísticos y botánicos por lo que su uso permite disfrutar de un entorno privilegiado como es la Huerta de Murcia, en este lugar la vegetación es abundante y además de los cultivos tradicionales de naranjos y limoneros, aparecen otras especies asociadas a cursos de agua dulce, como olmos y moreras.

El recorrido gira a la izquierda en el Carril de Los Montoyas, donde se divide en dos tramos. Uno de ellos sigue la Vía Amable 2 por el que giramos a la derecha, las veces anteriores seguíamos recto por la vía amable 3, hacia Salabosque), por la Avenida de la Democracia en dirección a Aljucer, como cabe deducir por su denominación, surgió en época islámica, constituyendo un lugar muy importante para la distribución de las aguas de regadío de la huerta de Murcia, allí a mitad de la Calle de la Cruz observamos la acequia Mayor Alquibla o Barreras, que la cruza, unos metros más adelante llegamos al Molino de Oliver en esta misma acequia (se construyó 1761 y que permaneció en pie hasta 2008, que la Junta de Hacendados lo demolió), cimbrado desde los ochenta, es un espacio degradado que se usa como aparcamiento y cuenta con un jardín infrautilizado, unas ruinas en mal estado y la continua acumulación de basura y baldomera en la acequia, este rincón fue centro neurálgico de esta población enmarcada por la huerta, un espacio en el que nacían cuatro acequias, Gabaldón, Alquibla Madre, Aljorabia y Alguazas, y por el que pasaba el Camino Real de Cartagena; un centro de actividad comercial animado por la existencia del molino desde el siglo XVIII hasta mediados del siglo XX, que permaneció en funcionamiento, y un nudo de partidores, puentes y obra hidráulica muy importante, en concreto, el Molino de Oliver, estaba dedicado a la molienda de pimentón y parte de su encanto para los vecinos proviene del 'Pantano', un ensanchamiento de la acequia Barreras o Alquibla que era un lugar de encuentro y para disfrutar del frescor aportado por el agua corriente y la arboleda que crecía a su amparo, de la que queda como testigo una morera centenaria.
La falta de respeto a normas impide hoy caminar bajo los bosques de ribera que crecen en los quijeros de la acequia Barreras, espacios que debían de ser caminos públicos e itinerarios ecoetnográficos ideales para comprender el ecosistema que se fraguó en torno a estos cauces y que aminoraban la fosca y el bochorno habitual en estas latitudes; y para conocer cómo nuestros antepasados extrajeron los mejores frutos de estas ricas tierras, sin embargo, apropiaciones ilegales y vallados lo impiden. Huele a higuera, se ven todavía crecer saludables olmos, álamos negros y plateados que atraen a la fauna.
Enseguida encontramos la Iglesia de Aljucer, la Iglesia Nuestra Señora de los Dolores (anteriormente iglesia San Lázaro, el edificio actual data de la primera mitad del siglo XVIII, siendo uno de los exponentes del barroco murciano.

Salimos del pueblo por la calle mayor y volvemos a ver la Acequia Mayor, Camino Viejo de Aljucer (aquí la vía amable tiene como dos ramales, uno a través del Camino Torre Hidalgo (el que sigo) o siguiendo el Camino Viejo (más lógico y recto) ambos nos lleva a la Autovía MU-30, que pasamos por arriba por una pasarela, como nos dicen los lugareños que la autovía corta la Mota del Reguerón a donde nos dirigimos, damos un pequeño rodeo por el carril bici en el Palmar, junto a la Avenida Primero de Mayo y salimos de él por el carril bici de la Avenida de la Alberca, hasta llegar al Camino de Salabosque y llegamos al Reguerón**, de curso rectilíneo, que corta la Huerta de Murcia, un “río de barro”, como lo bautizaron los árabes, popularizado como Reguerón, Guadalentín o Sangonera, fue famoso y peligroso por sus avenidas, obligando a cambiar su desembocadura en el río Segura desde la antigua que quedaba a la entrada de la ciudad de Murcia, a la actual situada a la altura de Beniaján.
Proponemos un paseo para conocer un tramo de este curso de agua tras cruzar el puente cogemos la Mota por su margen izquierdo por un buen camino de zahorra, este camino (aunque a tramos asfaltado) llega hasta la desembocadura del río Guadalentín (unos 9 kilómetros desde aquí a la desembocadura) en el río Segura, hoy sólo realizamos un tramo relativamente corto de unos 3 kilómetros, iremos por el margen izquierdo, al lado de la acequia Aljorabia (2,8 Km de longitud total) más a la izquierda, pero visible, en el otro margen (derecho de la Mota) tenemos la acequia Alquibla del Mediodía (4,16 Km de longitud total). Pasamos sucesivamente por distintos cruces de carretera por los cuales podemos volver a Murcia o visitar los pueblos a los pies del Parque Natural del Valle.

El primero que encontramos es el Cruce de la Carretera Santa Catalina, quedando Santo Ángel a la derecha, nosotros cruzamos la carretera y seguimos por este margen.

El siguiente cruce es el de la Carretera de la Fuensanta con Patiño a la izquierda y Santo Ángel a la derecha, nosotros seguimos como antes por la Mota del Reguerón por el margen izquierdo.

El tercer cruce (el último de hoy, en rutas anteriores describimos los siguientes, (https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/murcia-la-alberca-regueron-la-zanja-de-la-muerte-rio-segura-y-volver-150909723) que pasamos es el cruce de la Carretera de Algezares donde queda Algezares a derecha y el Barrio del Progreso a la izquierda, por donde hoy volvemos a Murcia, encontramos enseguida a unos 300 metros, en la Avenida del Progreso, la aparición de la Acequia Meana (de unos 1,9 Km), que proviene de la acequia de Menor de Alguazas y esta a su vez de la acequia Mayor Barreras, que reutilizan los sobrantes a través del Azarbe del Hilo Viejo cercano.
A continuación ya entrando en el Barrio del Progreso, aparece la Acequia de Alguazas (de unos 7,3 Km de longitud total) que termina más adelante en el Azarbe de Sierpe.
En esta misma calle pasamos por la Parroquia Nuestra Señora de La Esperanza del Barrio del Progreso, de estilo arquitectónico contemporáneo.
Entramos atravesando la Ronda Sur a Santiago el Mayor, pasando por la Iglesia del Barrio, para entrar en Murcia por el Barrio del Carmen, pasando por delante de la estación del tren, hacia el cuartel de artillería y vuelva al Parking donde comenzó la ruta.
Casi 16 kilómetros, en unas 3 horas a buen ritmo, totalmente plano, moderada por la distancia, pero sin ninguna dificultad técnica, la mayor parte sin sombra por lo que se debe evitar en verano.

* El nombre "Alquibla" procede del árabe al-Qibla, "la del sur". También llamada Barreras por las numerosas paradas que tenía para dotar de la suficiente potencia al agua para que moviera las muelas de los molinos que estaban en sus aledaños. «Hasta 180 molinos llegó a tener censados la Huerta de Murcia. Cuenta con 22 kilómetros y medio de recorrido. La canalización recorre las pedanías de Javalí Nuevo, introduciéndose posteriormente en el término municipal de Alcantarilla (donde se sitúa una famosa Noria sobre su cauce), volviendo posteriormente al término de Murcia recorriendo Puebla de Soto, La Raya, Nonduermas, Aljucer, llegando hasta Beniaján, Torreagüera y Alquerías, donde las aguas vuelven a desembocar en el cauce principal del río gracias a los azarbes que recogen las aguas sobrantes, esta es la peculiaridad del sistema de regadío de la huerta de Murcia, ya que tras regar todas las tierras a su paso a través de los partidores que dan agua a acequias más pequeñas, la acequia Alquibla va recogiendo las aguas sobrantes a través de los llamados canales de avenamiento como son los azarbes, construcciones que se ha conservado en la toponimia (Orilla del Azarbe). Esto lo convierte en un sistema de regadío perfecto en el que no se pierde ni una gota de agua, algo indispensable en una tierra donde este recurso constituye un bien escaso. En la época islámica ocho acequias menores tomaban aquí sus aguas, que se dividían entre la margen derecha donde se situaban la Alquibla menor, Aljorabia, Alguazas y Junco, y la izquierda con Albatel, Batán, Gabaldón y Herrera.

** Reguerón: canalización construido en 1745 (siglo XVIII) con el fin de recoger las aguas de las avenidas del río Guadalentín, para desviar la desembocadura del río Guadalentín hasta más allá de la ciudad de Murcia y aliviarla de las recias riadas que históricamente ha sufrido. El Guadaletín (Wad-al-littin “rio de barro”, bautizado así por los árabes) vertía sus aguas a la altura de Sangonera La Verde, en una serie de regatos, boqueras y abanicos aluviales. Este Guadalentín, también conocido como río Sangonera, no es exactamente un río. No tiene ni caudal permanente ni fuente de nacimiento. Es alimentado por varias ramblas a lo largo de su trayecto. Cuando se producía una avenida, el violento caudal buscaba por donde desaguar a su vertiente natural que es el río Segura. Los dos ríos se juntaban en la pedanía de Rincón de Seca, que se encuentra poco antes de la ciudad de Murcia y arrasaban Murcia con su huerta. Como sabemos los daños de estas riadas eran inmensos. Así que las autoridades murcianas tras otra nueva avenida en 1733, encargaron la ejecución de un canal que rodease Murcia y restase caudal al Río Segura, cuando se avecinase otra riada. Estamos hablando del canal del Reguerón. El Reguerón arranca más arriba de El Palmar y vuelve al Río Segura a la altura de Beniaján. La obra concluyó en 1745 y eliminó gran parte de los problemas de las inundaciones en Murcia. Aunque claro está, trasladó estos problemas a las siguientes poblaciones como Orihuela, la cual se quejó reiteradamente del Reguerón. En Orihuela conocen al Reguerón como “la zanja de la muerte”