Muniellos circular lagunas

Para hacer esta ruta hay que hacer una reserva previa porque solo 20 personas pueden entrar al día.
Las reservas para todo el año se abren el 15 de diciembre y es en la web del Principado de Asturias donde se hace está reserva.
El horario es el mayor inconveniente para hacer esta ruta pues empieza a las 8:45 y hay que estar antes de las 5 y cuarto de la tarde fuera de ella si estás en otoño como es nuestro caso.
Nosotros estábamos a las ocho y media ya en la reserva y en cuanto llegó la guarda nos atendió y salimos desde el centro de tablizas para hacer la ruta de fonculebrera o larga.
Al comienzo subimos por una pequeña senda ya en pendiente que desemboca en una pista que va subiendo decididamente hasta llegar a un puente cuando lo cruzamos se convierte en una senda que es muy estrecha y continua en subida.
Poco a poco vamos ganando vistas sobre el valle y comenzamos a asomarnos por encima de unos cortados.
Llegamos poco después a la fuente de fonculebrera donde realmente se acaba la subida en teoría pero en la práctica el terreno que tendremos por delante es un sube y baja continuo en los siguientes seis kilómetros.
Atravesaremos un paso equipado con cuerdas que sí que debe ser peligroso cuando está mojado pero cuando está seco no ofrece alguna dificultad.
Tras superar este tramo de flanqueo de los distintos valles llegaremos a tres cruces donde se bifurca el camino que va hacia las lagunas.
El acceso a la laguna se hace por un camino más cómodo que el que creíamos que va llaneando en principio y luego sube para asomarnos a la laguna de la isla que no se ve demasiado bien por la vegetación que la rodea.
Tras la parada en la laguna bajaremos hasta el cruce y comenzaremos el descenso por la senda del río.
El camino alterna tramos cómodos encontramos muy escarpados siempre en constante bajada.
Nos veremos recompensado por la vista de cascadas que nos acompañan a nuestro lado según descendemos.
Llegamos más o menos en una hora de bajada a un cartel que pone a las lagunas noventa minutos desde allí el descenso es menos acusado y el camino mejora.
Iremos cruzando pasarelas a un lado y otro del río durante cuatro kilómetros hasta llegar a la senda adaptada que nos lleva en 500 metros al centro de recepción de nuevo.